La eficaz diana fiscal de Aznar plantea m¨²ltiples inc¨®gnitas
En medio de gran expectaci¨®n, bajo los solemnes dorados rococ¨® y las l¨¢mparas de ara?a del Casino de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar clav¨® ayer una eficaz diana en la campa?a electoral: la rebaja en el impuesto sobre la renta (IRPF). El elemento central de su oferta, la reducci¨®n en tres puntos, del 18% al 15%, en el tipo m¨ªnimo, y de dos, del 48% al 46%, en el m¨¢ximo.Con el elemento del 15%, el l¨ªder del PP pon¨ªa cifra comprensible a la m¨²sica gen¨¦rica de los programas de las izquierdas: "Aligerar las cargas que gravan el trabajo personal", que reza el del PSOE; "mejora del tratamiento de las rentas del trabajo m¨¢s bajas", que proclama el acordado por socialistas e Izquierda Unida. Aunque en su letra difieran. IU, m¨¢s anclada en un keynesianismo tradicional, propugna aumentar los tipos. El PSOE, dejarlos como est¨¢n ahora. Y el "Programa b¨¢sico de Gobierno" conjunto de ambas fuerzas opta por el "mantenimiento", el m¨ªnimo com¨²n denominador.
Esta rebaja del tipo m¨ªnimo se revela social porque el IRPF se ha ido convirtiendo en un impuesto a los asalariados. De cada 100 pesetas que se recaudaron hace dos a?os, 83,51 proven¨ªan de las rentas del trabajo. Reducir la tarifa, especialmente en su tipo m¨¢s bajo -otra cosa es que la combinaci¨®n con la otra rebaja matice ese prop¨®sito-, significa, pues, apostar en principio a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
La misma operaci¨®n acaba de emprenderla el Gobierno socialdem¨®crata-verde en Alemania, y otros Gobiernos europeos van en la misma direcci¨®n. De modo que la diana se presenta rotunda. Y electoralmente, atractiva y eficaz. Por s¨ª misma, y tambi¨¦n porque la alternativa no ha logrado concretar hasta ahora una medida que ejemplifique di¨¢fanamente la "redistribuci¨®n" que propone.
Ahora bien, a partir de ah¨ª se plantean muchas, demasiadas inc¨®gnitas, unas relacionadas con el resto de medidas (las deducciones familiares, consideradas antiprogresivas), otras con el coste, y alguna, quiz¨¢ no la menor, con el dise?o final que se pretende.
En relaci¨®n con esto ¨²ltimo, el l¨ªder socialista, Joaqu¨ªn Almunia, acus¨® a su oponente de protagonizar un "intento de socavar el poder del Estado" mediante una "estrategia de desmantelar el sistema p¨²blico de protecci¨®n social". El esquema subyacente a esta cr¨ªtica es sencillo: si se ingresa menos, ?c¨®mo se financiar¨¢ el gasto social?
Vayamos por partes. Parece que el coste de la reducci¨®n de tipos se cifra en unos 360.000 o 400.000 millones de pesetas anuales. Pero "no hemos hecho un c¨¢lculo del total" de medidas, confesaba ayer uno de los autores de la propuesta. El asunto es preocupante. Caminamos en parte a ciegas, al menos los ciudadanos, porque las memorias de la recaudaci¨®n del IRPF en 1998 no se han publicado.
Se supone que la reducci¨®n de los tipos costar¨¢ m¨¢s de un tercio de bill¨®n. Es exactamente lo que Espa?a recibe como transferencia neta de Alemania a trav¨¦s del presupuesto comunitario. Cuando se produjo la anterior reforma del impuesto, el ministro democristiano de Hacienda Theo Waigel, arrug¨® la nariz. Su argumento, expresado en la intimidad, consist¨ªa en que "estos espa?olitos se gastan lo que nosotros les transferimos en pagar menos", mientras ¨¦l no pod¨ªa llevar a cabo, por impotencia parlamentaria, su propia reforma.
Pero despu¨¦s la realidad contradijo a Waigel. La rebaja del IRPF -algo que se desconoce con todo detalle si ha sido tal, porque la presi¨®n fiscal ha aumentado en Espa?a durante el Gobierno del PP en 1,5 puntos- no impidi¨® un aumento de la recaudaci¨®n absoluta.
?sta provino tanto del mayor crecimiento espa?ol -similar a la de los otros pa¨ªses m¨¢s atrasados de la Uni¨®n Europea- respecto de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, como de su corolario principal, el mayor ritmo en la creaci¨®n de empleo: m¨¢s contribuyentes y m¨¢s cotizantes a la Seguridad Social. Y tambi¨¦n de un importante afloramiento de la econom¨ªa negra.
Ah¨ª se plantean nuevas inc¨®gnitas. ?Se repetir¨¢ lo conseguido? Todo depende de si las previsiones de crecimiento -muy condicionadas por el entorno econ¨®mico internacional, aunque ayer Aznar minimizase este factor clave- se cumplir¨¢n, y si la legalizaci¨®n de las empresas clandestinas sigue produci¨¦ndose al mismo ritmo.
En caso de no ser as¨ª, la pregunta obvia es d¨®nde buscar¨ªa Aznar los ingresos tributarios a los que ahora renuncia. ?En los impuestos indirectos, como el IVA u otros, que la doctrina siempre consider¨® menos progresivos, y que en todo caso se notan socialmente con menor agudeza? Pues entonces, lo comido por lo servido.
Para afianzar la credibilidad de su propuesta, en t¨¦rminos de ortodoxia liberal, el PP deber¨ªa cuantificarla y justificar su encaje con el objetivo de reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario, hasta el equilibrio (super¨¢vit de una d¨¦cima) en el 2002 consignado como compromiso en el Programa de Estabilidad examinado ayer mismo por el Ecofin, en Bruselas.
Eso resulta a¨²n m¨¢s dif¨ªcil. ?Por qu¨¦? Sencillamente, porque existe un enorme d¨¦ficit aparcado -se aparc¨® para cumplir los requisitos de Maastricht-, en parte compuesto por los avales a empresas p¨²blicas expulsados del presupuesto, en parte por el nuevo destino de los resultados de las privatizaciones y en parte por otras partidas. Algunos expertos lo cuantifican en m¨¢s de cuatro billones de pesetas, es decir, cuatro puntos del PIB, un drama si alg¨²n d¨ªa hay que hacerles frente. ?O puede no hac¨¦rsele frente?
Si las proyecciones elaboradas cuadran, que se detallen hasta la ¨²ltima d¨¦cima. Porque si no cuadrasen, entonces dar¨ªan la raz¨®n a Almunia. Con un menor ingreso ser¨ªa dif¨ªcil mantener el Estado de bienestar. Incluso el raqu¨ªtico nivel de protecci¨®n espa?ola, que es un 20% inferior al del conjunto de la UE. ?O acaso ¨¦ste no deber¨ªa mejorar tambi¨¦n?
Todas esas leg¨ªtimas inc¨®gnitas bien merecer¨ªan, a falta de Parlamento, un debate televisado. Incluida la envenenada pregunta lanzada por un economista en la sala: ?destinar¨ªa el producto de los impuestos sobre las opciones sobre acciones a aumentar la reserva de la Seguridad Social? Porque es estupendo que los candidatos cifren sus propuestas, camino que inici¨® ayer Aznar. Pero a¨²n lo ser¨ªa m¨¢s que fueran completas y se cotejaran directamente, en vez del di¨¢logo de sordos establecido a trav¨¦s de los m¨ªtines.
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