El d¨¦ficit p¨²blico baj¨® al 1,1% del PIB en 1999 y la Seguridad Social logr¨® super¨¢vit

El d¨¦ficit de las Administraciones p¨²blicas (Estado, Seguridad Social, comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos) se situ¨® el pasado a?o en el 1,1% del PIB, medio punto menos de lo previsto. La Seguridad Social ha obtenido por primera vez un super¨¢vit del 0,21% del PIB, gracias sobre todo a un excedente en el Inem de 129.000 millones de pesetas. La reducci¨®n del d¨¦ficit total se ha producido gracias a que ha bajado el peso del gasto p¨²blico sobre la econom¨ªa (1,1 puntos del PIB), debido al descenso relativo del gasto corriente, por intereses de la deuda y por prestaciones sociales, mientras se ha elevado el de las inversiones. Tambi¨¦n, porque ha vuelto a aumentar la presi¨®n fiscal (0,5 puntos).

La buena evoluci¨®n del d¨¦ficit el pasado a?o es consecuencia de un alto crecimiento econ¨®mico (el 7% nominal, es decir, sin descontar la inflaci¨®n), unos bajos tipos de inter¨¦s y unos nuevos criterios contables. Los tres factores han permitido situar el d¨¦ficit de las administraciones p¨²blicas en el 1,12% del PIB, medio punto por debajo de lo presupuestado.La cifra supera ligeramente el bill¨®n de pesetas (1,046 billones), y es un 53,1% inferior a la del a?o anterior. De esta cantidad, 1,036 billones (1,11% del PIB) correspondi¨® al Estado. Las comunidades y los ayuntamientos han tenido un d¨¦ficit del 0,22% del PIB, y la Seguridad Social ha logrado un super¨¢vit del 0,21% del PIB.

El positivo resultado de la Seguridad Social se reparte en 46.100 millones de pesetas para este organismo y en 129.000 millones para el Inem. La importante disminuci¨®n del paro el pasado a?o explica el excedente del Inem, en un pa¨ªs con una tasa de cobertura que s¨®lo alcanza a la mitad de los desempleados.

Espa?a tiene la tasa de paro m¨¢s elevada entre los pa¨ªses de la UE, un importante d¨¦ficit en infraestructuras y desarrollo tecnol¨®gico y un nivel de renta que no alcanza la media europea y, sin embargo, su nivel de d¨¦ficit p¨²blico es de los m¨¢s bajos. La opci¨®n del Gobierno durante la legislatura ha sido precisamente ¨¦sta, al entender que un bajo d¨¦ficit p¨²blico es la garant¨ªa de un crecimiento econ¨®mico sostenido y sin desequilibrios.

La trayectoria hasta ahora ha consistido, por ello, en bajar el peso del gasto p¨²blico sobre la econom¨ªa y en acumular m¨¢s recursos. Entre los a?os 1995 y 1999, el gasto p¨²blico ha pasado de representar el 45,4% del PIB al 41,1%, es decir, 4,3 puntos menos. El peso de los ingresos, por el contrario, ha pasado del 38,8% en 1995 al 40%, es decir, 1,2 puntos m¨¢s.

En estos cinco a?os ha sido inferior el gasto en todas las partidas, en especial en el gasto corriente (del 39,2% del PIB al 35,8%), los intereses de la deuda (del 5,2% al 3,7%), las prestaciones sociales (del 13,9% al 12,6%) y la inversi¨®n p¨²blica (del 3,8% al 3,4%). En los ingresos, por el contrario, ha aumentado especialmente el peso del IVA (del 4,8% del PIB al 5,8%), tambi¨¦n el del IRPF (del 10,2% al 10,3%) y el de las cotizaciones sociales (del 13% al 13,2%).

Esto indica que el sistema fiscal se ha escorado hacia los impuestos indirectos -m¨¢s regresivos, ya que se pagan independientemente del nivel de renta-, debido al alto crecimiento del consumo, a las elevadas importaciones, al aumento del precio de las gasolinas y al afloramiento de econom¨ªa sumergida.

En total, la presi¨®n fiscal ha aumentado 1,9 puntos del PIB entre los a?os 1995 a 1999. Este c¨¢lculo no es definitivo -ayer, la Intervenci¨®n del Estado no facilit¨® la cifra oficial- y se obtiene de la suma de todos los ingresos por impuestos y cotizaciones, con la excepci¨®n de los recaudados, por ejemplo, por loter¨ªas (resto de ingresos en el cuadro).

En el a?o 1999, se ha seguido pr¨¢cticamente el mismo esquema de pol¨ªtica presupuestaria. Los gastos han bajado su participaci¨®n en el PIB (1,1 puntos), mientras que los ingresos la han elevado (0,4 puntos). Esto es consecuencia de que, frente a un crecimiento econ¨®mico nominal del 7%, los pagos han aumentado un 4,3%, y los ingresos, un 8,1%,

Por el lado de los pagos ha bajado la participaci¨®n de los gastos corrientes y de los intereses de la deuda, pero ha crecido el de las inversiones, aunque s¨®lo una d¨¦cima, igual que el a?o anterior y tras mantenerse invariable en los dos precedentes. El gasto en prestaciones sociales ha bajado tres d¨¦cimas en relaci¨®n al PIB.

En cuanto a los ingresos, el IRPF ha mantenido su peso en el PIB (10,3%), pese a la reforma fiscal. Tambi¨¦n ha permanecido invariable el peso de las cotizaciones sociales (13,2%), pese a la elevada creaci¨®n de empleo. El aumento de la presi¨®n fiscal (0,5 puntos del PIB) se ha debido exclusivamente al IVA.