"Va a ser muy dif¨ªcil volver a confiar en Gerry Adams"
ENVIADA ESPECIALDe la vida de David Trimble se puede sacar lo m¨¢s radical o lo m¨¢s conciliador. De lo primero hubo mucho, y se podr¨ªan llenar grandes p¨¢ginas con ello: miembro de las Vanguardias del Ulster, que propugnaban la "liquidaci¨®n del enemigo" cat¨®lico en los setenta, o l¨ªder de las marchas orangistas m¨¢s violentas de Portadown. Pero sin duda lo m¨¢s interesante es lo segundo: la senda que adopt¨® despu¨¦s de convertirse en l¨ªder del Partido Unionista del Ulster (1995), cuando abandon¨® la l¨ªnea dura y decidi¨® dialogar hasta alcanzar un acuerdo de paz (1998) y convertirse en primer ministro de Irlanda del Norte.
Ha sufrido enormes presiones de los m¨¢s radicales de su partido desde entonces, pero hasta ahora hab¨ªa logrado superarlas. Su decisi¨®n, el pasado mes de noviembre, de compartir el Ejecutivo aut¨®nomo del Ulster con el Sinn Fein fue un sapo dif¨ªcil de tragar para su partido, que puso como condici¨®n que el desarme se iniciara para finales de enero. No ocurri¨® as¨ª y, ante la amenaza de su dimisi¨®n, Londres suspendi¨® ese Gobierno aut¨®nomo, lo que ha paralizado el proceso de paz.
Ayer, Trimble, de 56 a?os, recibi¨® a EL PA?S en su despacho de Stormont, donde mostr¨® la dureza de sus posiciones y una fina iron¨ªa, tanto para calificar a los m¨¢s radicales de su partido como para recordar que ¨¦l ya dej¨® claro en 1998, al recibir el Nobel de la Paz, que aquello era m¨¢s bien prematuro.
Pregunta. Ustedes, los unionistas, dicen que han hecho lo que han podido, y Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Fein, tambi¨¦n dice que ha hecho lo que ha podido. ?Qu¨¦ piensan hacer para desbloquear el proceso de paz y que siga adelante?
Respuesta. Como usted dice, dimos el salto hacia adelante, movimos ficha primero para poner en marcha el Gobierno, con la expectativa de que hubiera una respuesta de los republicanos. Ellos sab¨ªan que iba a haber un informe de John De Chastelain para el fin de enero y para nosotros fue una gran decepci¨®n ver que para el fin de enero los republicanos no hab¨ªan hecho realmente nada. Hubo un hormigueo de actividad de ¨²ltima hora, y algo deber¨ªa haber sucedido el 11 de febrero, pero no sucedi¨® nada. Ahora eso va a causar grandes dificultades para nosotros en el futuro, porque el se?or Adams sab¨ªa lo que ocurr¨ªa, conoc¨ªa el contexto, sab¨ªa la gran expectativa que hab¨ªa y que su organizaci¨®n ten¨ªa que hacer algo, y va a ser muy dif¨ªcil para nosotros convencer a nuestro partido, a nuestros seguidores, de que confiemos de nuevo en el se?or Adams. As¨ª que ¨¦l tiene ahora la clara responsabilidad de explicar a la gente por qu¨¦ no ocurri¨®, y si quiere que algo ocurra en el futuro nos tiene que dar razones convincentes para que creamos que merece la pena. Espero que resuelvan r¨¢pidamente sus cosas en el movimiento republicano y que est¨¦n en posici¨®n de hacer algunos avances en esto. Pero si hacen propuestas, tendr¨¢ que ser de una forma realista.
P. ?Por qu¨¦ cree usted que el IRA no se desarma?
R. Es pura especulaci¨®n, sin un conocimiento directo. Yo me di cuenta de que algunos l¨ªderes del IRA dec¨ªan en EEUU en noviembre que cre¨ªan que para finales de enero vendr¨ªan y que no cre¨ªan en el desarme. Tal vez hubo elementos dentro del movimiento republicano que pensaron que pod¨ªan escapar de esto y seguir con su pol¨ªtica de bombas y explosiones. Por eso, lo que ocurri¨® en febrero fue necesario para eliminar esa ilusi¨®n; la gente tiene que responder. Pero, de nuevo, la pelota est¨¢ en el tejado republicano. Vamos a mirar con mucho cuidado cualquier propuesta en el futuro.
P. ?Cree que Gerry Adams tiene problemas en sus filas?
R. No lo s¨¦, y a fin de cuentas no importa. Hay dos posibilidades: o Adams no era sincero, o lo intent¨® y fall¨®. Pero, al fin y al cabo, el resultado es el mismo: si no fue sincero, se sacan conclusiones muy negativas sobre ¨¦l; si lo intent¨® y no lo consigui¨®, se sacan malas conclusiones de su organizaci¨®n. As¨ª que es lo mismo. La organizaci¨®n de Adams cre¨® expectativas y despu¨¦s no cumpli¨®.
P. Y usted, en su partido, tambi¨¦n parece tener problemas, atado por los m¨¢s radicales.
R. Mi posici¨®n en el partido es clara y abierta. No hay ning¨²n secreto sobre las posiciones de los miembros de mi partido. ?Algunos miembros de mi partido est¨¢n muy deseosos de dar a conocer su posici¨®n! Lo importante es que cuando decidimos embarcarnos en esta aventura en noviembre, lo hicimos con el apoyo de la mayor¨ªa de nuestro partido, decidimos apoyar a la Asamblea, y desde que tomamos esa decisi¨®n en noviembre la posici¨®n del partido ha sido m¨¢s estable. Est¨¢ creciendo la madurez en el partido. S¨¦ que el partido est¨¢ deseando que este proceso funcione, deseando hacer lo posible, y est¨¢ tambi¨¦n muy decepcionado por que los republicanos no hayan respondido y no hayan mostrado la valent¨ªa que han mostrado los miembros de mi partido.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n si no se produce el desarme? ?Hay soluci¨®n para el proceso de paz?
R. El desarme es s¨®lo un detalle de algo mucho m¨¢s grande, y lo m¨¢s grande es traer la paz a esta sociedad. Y no tienes una paz genuina mientras existan ej¨¦rcitos privados. Si los republicanos, y otros paramilitares, porque hay otros, est¨¢n haciendo esta cuesti¨®n del desarme, ?qu¨¦ demonios van a hacer cuando hablemos de desmantelarlos? Porque no puede haber un lugar para ej¨¦rcitos privados en una sociedad democr¨¢tica, la l¨®gica de este proceso es que los ej¨¦rcitos privados dejen de existir. El desarme es el primer paso del proceso. Y si hay dificultades con el primer paso, ?son realmente sinceros sobre el proceso de paz?
P. ?Cree, como Gerry Adams, que el acuerdo de paz est¨¢ hecho trizas?
R. El proceso s¨®lo est¨¢ en dificultades por culpa del se?or Adams. El proceso est¨¢ en dificultades porque el movimiento republicano no ha hecho nada. Y cualquier dificultad que haya en el proceso ser¨¢ eliminada en cuanto los republicanos lo hagan... As¨ª que la pelota est¨¢ en su tejado. En lugar de seguir hablando, deber¨ªan hacer algo.
P. Hasta hace dos a?os, ustedes dos nunca hab¨ªan hablado, y al menos en este tiempo se han dirigido la palabra. ?Conf¨ªa hoy en Adams?
R. Quiero hacer pactos con ¨¦l y, por supuesto, hacer pactos con alguien implica voluntad de tratar con ¨¦l, as¨ª que al fin y al cabo, la confianza no importa. Esto es pol¨ªtica, estamos comprometidos, y depende de ¨¦l que ahora hagamos tratos o no.
P. Usted evit¨® su dimisi¨®n cuando Peter Mandelson, ministro brit¨¢nico para Irlanda del Norte, suspendi¨® el Gobierno aut¨®nomo, pero el coste fue muy alto. ?Era realmente necesaria la suspensi¨®n?
R. S¨ª, s¨ª, era necesaria. Usted me podr¨ªa preguntar: ?fue sabio continuar en noviembre? Pero lo hicimos. S¨ª, nos arriesgamos a formar Gobierno con la esperanza de que los republicanos iban a responder y tal vez no debimos hacerlo. Pero una vez que lo hicimos, ten¨ªa que haber una respuesta y no la hubo, as¨ª que tuvimos que volver atr¨¢s, y retirarnos era mejor que seguir adelante. Si no, las cosas se habr¨ªan colapsado y estar¨ªan en una dificultad a¨²n mayor. Si, por ejemplo, no hubiera habido suspensi¨®n, y yo hubiera ofrecido mi dimisi¨®n, la probabilidad era que en pocas semanas habr¨ªa cambiado el liderazgo del Partido Unionista del Ulster, y habr¨ªas tenido al frente unos l¨ªderes opuestos al proceso por completo, habr¨ªa un desencanto masivo en la comunidad unionista. As¨ª que lo que hizo el secretario de Estado era absolutamente necesario para mantener el proceso. Otra cosa habr¨ªa causado un gran da?o. Por supuesto que es triste, que hay decepci¨®n, pero la gran raz¨®n es que los republicanos no respondieron. As¨ª que seguir lamentando la suspensi¨®n es jugar a favor de los republicanos. No hay que poner la atenci¨®n en las consecuencias, sino en la causa: el fracaso de los paramilitares a la hora de responder. Y debemos presionarles para ello.
P. ?Es posible un Ejecutivo sin Sinn Fein?
R. En teor¨ªa, s¨ª es posible; la cuesti¨®n es si es pr¨¢ctico y deseable. Quiero volver a la pregunta que hizo antes sobre los republicanos paramilitares. ?Realmente quieren facilitar una paz genuina o no? Si no es as¨ª, si lo que quieren es jugar en ambos lados, jugar en pol¨ªtica y a la vez estar implicados en grupos paramilitares, entonces s¨ª tendremos que sacar conclusiones.
P. ?Aceptar¨ªa hablar ahora de una retirada militar brit¨¢nica, tal y como piden los republicanos, para facilitar las cosas?
R. Ha habido planes significativos, y eso continuar¨¢ en respuesta a la situaci¨®n. Pero la amenaza no ha desaparecido, as¨ª que la presencia militar tampoco desaparecer¨¢, y aunque haya normalidad completa, lo que ocurrir¨¢ ser¨¢ que los militares tendr¨¢n una actividad propia de tiempos de paz, lo que est¨¢ bien. Eso no ser¨¢ un problema para nosotros. Lo que s¨ª ser¨ªa un problema ser¨ªa una retirada como gesto pol¨ªtico. En la actual situaci¨®n de seguridad, el Ej¨¦rcito es necesario. Si se retiran por razones pol¨ªticas, sin justificaciones de seguridad, eso ser¨ªa una tonter¨ªa, pero no creo que vaya a ocurrir.
P. Igual que pregunt¨¦ hace d¨ªas a John Hume, con quien usted comparti¨® el Nobel de la Paz en 1998, en ocasiones como ¨¦sta, ?no siente deseos de devolverlo?
R. (R¨ªe a carcajadas). Bueno, el Comit¨¦ del Nobel nos dijo que nos conced¨ªan el premio no porque todo estuviera hecho; nos lo daban por el esfuerzo que hab¨ªamos hecho. Y supongo que el se?or Hume le ha dicho tambi¨¦n que el esfuerzo est¨¢ hecho. Ya sent¨ª entonces, y lo dije, que esperaba que no fuera prematuro, porque sab¨ªa que el proceso no ten¨ªa un ¨¦xito garantizado. Aunque hayamos puesto tanto esfuerzo, tal vez al final no va a funcionar. A¨²n hay peligro, pero yo creo que s¨ª va a funcionar; desde luego, no ser¨¢ f¨¢cil.
P. Casi dos a?os despu¨¦s del Acuerdo de Viernes Santo, y ahora que se ha bloqueado, ?qu¨¦ cree que se ha conseguido?
R. ?Oh, cualquiera le puede decir que las cosas han cambiado mucho! En los dos ¨²ltimos a?os, en los ¨²ltimos cinco, el progreso es evidente. Vamos ahora en la buena direcci¨®n, y, antes o despu¨¦s, un d¨ªa u otro, esto va a funcionar, con alguna gente o a pesar de alguna gente, pero va a funcionar. Soy optimista. No habr¨ªamos llegado tan lejos si no crey¨¦ramos que el progreso era posible.
P. ?Qu¨¦ lecci¨®n debe aprender Espa?a?
R. No me atrever¨ªa a ense?ar a nadie. (R¨ªe de nuevo). Lo interesante es que hay regiones de Espa?a que ya tienen la autonom¨ªa . Aqu¨ª hay autonom¨ªa en Escocia, Gales..., pero no es exactamente lo mismo. No me atrevo a decir qu¨¦ deben a hacer. Entiendo el inter¨¦s de Espa?a al mirar aqu¨ª. Valoro, sobre todo, la tremenda solidaridad p¨²blica, la gran movilizaci¨®n tras las atrocidades. ?sa es la base para una sociedad s¨®lida, y ?qu¨¦ puedo decir?
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