Grietas que meten miedo y quitan el sue?o

48 vecinos de Carabanchel aseguran que las obras de la plaza de toros de Vista Alegre han resquebrajado sus casas

A Pilar S¨¢nchez, de 42 a?os, casada, con dos hijas, las grietas que le han salido en casa le quitan el sue?o. Cada vez se acuesta m¨¢s tarde y pasa m¨¢s horas delante del televisor. Cuando se mete en la cama le entra miedo, no el sue?o. Y no es para menos. Su dormitorio est¨¢ resquebrajado por los cuatro costados. Una enorme grieta recorre el techo, las paredes y el suelo. La raja pasa por encima de la cama y coge la l¨¢mpara de por medio. Cuando Pilar est¨¢ acostada, su mirada recorre la grieta con recelo. Teme que, en el momento m¨¢s inesperado, se le caiga la l¨¢mpara encima o se le derrumbe parte de la techumbre sobre la cama. En paralelo a esa gran grieta, en la que cabe un dedo, discurren otras cuatro, algo m¨¢s finas.La de Pilar es s¨®lo una de las 48 viviendas -hay 80- con m¨²ltiples grietas de la mancomunidad de propietarios de la calle del General Ricardos, n¨²mero 212 (Carabanchel). Los vecinos denuncian que los desperfectos les han salido a consecuencia de las obras de construcci¨®n de la nueva plaza de Toros de Vista Alegre, que apenas dista unos veinte metros de los domicilios y cuya direcci¨®n facultativa corresponde al consistorio.La mancomunidad de propietarios carabanchelera tiene tres bloques, alineados en forma triangular, con diez portales y 80 pisos. Se trata de un conjunto urban¨ªstico construido hace 53 a?os por la Direcci¨®n General de Regiones Devastadas -ahora desaparecida- que formaba parte del entonces Ministerio de la Vivienda. En su ¨¦poca, el conjunto residencial fue un prototipo que marc¨® el concepto de lo que ahora son las zonas residenciales de Madrid: bloques de viviendas con jard¨ªn interior, aislado de la calle. La urbanizaci¨®n cuenta con el segundo grado de protecci¨®n municipal (hay tres) y est¨¢ incluida en el Cat¨¢logo de Edificios Protegidos de Madrid. El edificio es intocable. Tanto es as¨ª que los propietarios tuvieron que pedir permiso al Ayuntamiento para hacer las reparaciones l¨®gicas de un inmueble de medio siglo.

La protecci¨®n se resquebraja desde hace cuatro a?os con cada cent¨ªmetro que avanzan imparables, las grietas. Los vecinos afirman que se deben a la construcci¨®n de la plaza de Toros de Vista Alegre. El presidente de la mancomunidad, Francisco Rubio, explica: "En 1996, la empresa constructora hizo un hoyo de 12 metros de profundidad en el solar de la antigua plaza de toros para construir un aparcamiento subterr¨¢neo de 2.000 plazas. "Pero no pusieron muros de pantalla para frenar el arroyo de aguas subterr¨¢neas", aclara Rubio. "Esto ha provocado un corrimiento de tierras que ha rebajado el subsuelo y ha dejado sin base de apoyo a nuestro edificio", a?ade. "Los bloques se han hundido por ambos extremos y por eso han salido las grietas", a?ade otro vecino, Daniel Pais¨¢n, de 70 a?os.

El portal cinco es el m¨¢s afectado por el movimiento. Ah¨ª, el bloque de viviendas de tres alturas est¨¢ partido de lado a lado, de la fachada que da a la calle a la que da al jard¨ªn. Concha Soler Pascual, vecina del segundo izquierda de ese portal, tiene una columna de madera en el sal¨®n de su casa que ella no puso. Se la pusieron los bomberos para apuntalar una viga de carga tan resquebrajada que se le ve¨ªan los ladrillos. "Fue hace dos a?os, el d¨ªa que se oy¨® un gran crack", comenta. "Los bomberos pusieron la madera porque les daba miedo que se me cayera encima el piso de arriba", afirm¨® Soler. El gran crujido cambi¨® la vida de los vecinos. "A partir de entonces supe que algo grave suced¨ªa", afirm¨® Soler. El primer s¨ªntoma de que algo le ocurr¨ªa al edificio fue la inundaci¨®n del aparcamiento subterr¨¢neo de los vecinos.

Rubio lleva cuatro a?os de lucha burocr¨¢tica de ventanilla en ventanilla por el consistorio y la Gerencia de Urbanismo. Le ha escrito hasta el alcalde, pero no ha recibido una soluci¨®n a su problema. "El Ayuntamiento es el director de la obra y, por tanto, el responsable de lo que ah¨ª ocurra", afirma Rubio. Los vecinos, ya desesperados, piden se les refuerce el edificio para evitar que un d¨ªa no ocurra una desgracia.