Lagos pide que no se repita el alarde militar

"Nunca m¨¢s", dijo el presidente electo de Chile, Ricardo Lagos, en la cr¨ªtica de mayor relieve de cuantas se escucharon ayer en Santiago a la bienvenida dispensada por el Ej¨¦rcito al general Augusto Pinochet. "Lo que hemos visto hoy en televisi¨®n no ayuda a Chile, ciertamente, y esto ten¨ªan que haberlo considerado las personas involucradas en lo que en el d¨ªa de hoy ocurri¨®. Lo lamento mucho", manifest¨® quien ser¨¢ el primer mandatario chileno a partir del pr¨®ximo 11 de marzo. Lagos record¨® que la detenci¨®n del ex dictador afect¨® a la imagen de su pa¨ªs y subray¨® que los intereses chilenos "exigen mesura".

El regreso de Pinochet ha puesto de relieve la divisi¨®n pol¨ªtica reinante en este pa¨ªs y la distancia sideral que separa a los partidarios y detractores del general. Lo visto en las calles de Santiago desmiente a quienes afirman que la vuelta del general es un factor de unidad. Hasta Luc¨ªa Pinochet, hija mayor del exdictador, admiti¨® minutos antes de la llegada de su padre que Chile est¨¢ lejos de la reconciliaci¨®n.Para unos ayer fue el d¨ªa m¨¢s alegre desde el fin de la dictadura, para otros, el m¨¢s negro. Todos est¨¢n dispuestos a levantar la voz con m¨¢s fuerza que nunca. Los seguidores se sienten envalentonados despu¨¦s de una larga espera que parec¨ªa interminable. Ayer resurgieron de la frustraci¨®n y el escepticismo de ver con vida a su caudillo y tomaron las calles del barrio de Providencia, gobernado por un coronel retirado. All¨ª expresaron con igual vehemencia su adhesi¨®n inquebrantable a la figura del dictador y su odio al juez Baltasar Garz¨®n -objeto de los insultos del peor gusto-, Espa?a y el Reino Unido. Un equipo de televisi¨®n brit¨¢nico pag¨® los platos rotos y sus componentes fueron v¨ªctimas de un conato de agresi¨®n.

En los alrededores del Hospital Militar se produjeron algunos enfrentamientos cuando militantes de las Juventudes del Partido Socialista y de la Democracia Cristiana se aproximaron al lugar. Fueron dispersados, sin detenidos, por fuerzas de Carabineros. Algunos de los concentrados frente al recinto castrense dec¨ªan venir de muy lejos y all¨ª estuvieron, durante largas horas esperando a su general. "Llevamos aqu¨ª toda la noche", "Estamos felices", "Somos chilenos agradecidos", "He venido a saludar al salvador que nos libr¨® del comunismo".

Unos 1.500 seguidores de organizaciones de derechos humanos otras y formaciones pol¨ªticas, que realizaron durante toda la noche anterior un velatorio frente al palacio de La Moneda, se manifestaron por las calles del centro de Santiago para expresar su repudio y reclamar lo que, a partir de ahora, ser¨¢ su objetivo n¨²mero uno: "Juicio a Pinochet". Este grito que reson¨® por toda la plaza de la Constituci¨®n la noche de la victoria electoral de Lagos se escuch¨® ayer en el mismo y otros rincones de la ciudad. Los familiares de las v¨ªctimas de la dictadura acusan al Gobierno y al presidente Eduardo Frei de "traici¨®n" por haber devuelto al dictador a Chile. Una pancarta sin firma recorri¨® varias calles de la ciudad con la siguiente frase: "L¨®gico, el asesino siempre vuelve al lugar del crimen". La polic¨ªa permiti¨® a los manifestantes desfilar junto al palacio de La Moneda y llegar hasta el edificio de las Fuerzas Armadas, donde profirieron gritos de "Asesinos".

Ayer fue un d¨ªa de mayor presencia pinochetista en la calle. Era su d¨ªa. Pero a partir de ahora, los opositores al dictador anuncian su disposici¨®n a mantener viva la llama de la protesta hasta que sea sometido a la acci¨®n de la Justicia. En conjunto, las movilizaciones fueron minoritarias, teniendo en cuenta que ayer era la jornada m¨¢s importante desde la detenci¨®n de Pinochet. Lo que prueba que, de alguna manera, la figura del ex dictador no consigue sacar a la calle a grandes masas, bien sea para ensalzarle o repudiarle. La vida de la mayor¨ªa de chilenos apenas se alter¨®.