Acentos
Ser candidato no es f¨¢cil. Desde fuera el traj¨ªn electoral puede resultar pesado o pintoresco, pero basta con que nos pongamos en lugar del aspirante en uno de los episodios obligados que exige una campa?a para apreciar el ¨ªntimo horror que debe sentir por ejemplo el encargado de saludar y pedir el voto a la grey an¨®nima de un mercado de abastos. O quien debe enardecer a las masas en una plaza polvorienta donde dormita un perro solo y pasean, a los lejos, desconfiados, un par de ancianos. O quien ha de repartir saludos en una plaza entre desconocidos que han sacado a pasear su aburrimiento como si fuera un animal de compa?¨ªa.El pol¨ªtico racial est¨¢ obligado a superar cualquier situaci¨®n desafortunada. Los candidatos se preparan con primor. Una legi¨®n de alzacolas les prepara los discursos para que cuando vayan a una provincia puedan lamentar con firmeza el estado calamitoso de un remoto hogar del pensionista o conocer el nombre del seco riachuelo que se desborda todos los inviernos.
Pero siempre hay un riesgo, la prueba para reconocer si el candidato conoce lo que dice o lo aparenta. Son los acentos. Si ya dif¨ªcil es pronunciar con familiaridad el nombre de muchos pueblos andaluces, m¨¢s complicado es colocar la s¨ªlaba t¨®nica en el lugar correspondiente. Hay algunos casos endiablados, que m¨¢s que palabras parecen charadas preparadas a prop¨®sito. Si el candidato es ignorante, por m¨¢s mimo que ponga en un momento dado pronunciar¨¢ una esdr¨²jula por llana y dir¨¢, provocando una ensordecedora cacofon¨ªa, Tr¨¦velez por Trevelez, o Alf¨¢car por Alfacar.
Te¨®fila Mart¨ªnez vino a Granada hace una semana y con el ¨¢nimo de demostrar sus conocimientos profundos de la provincia recit¨® todos los pueblos donde o faltaban colegios o sobraban alumnos. Dijo el primero, el segundo, el tercero... ?Y el cuarto? ?Cu¨¢l era el cuarto? ?Era Macarena, el c¨¦lebre y hermoso pueblo de Macarena, provincia de Granada! ?Macarena en Granada? ?Se refer¨ªa a la Virgen o a una hermandad de Semana Santa? ?Es que no han o¨ªdo la copla de los Del R¨ªo? ?No ser¨ªa Maracena? Pero ella sigui¨® adelante. Dijo Macarena. A su cuerpo, alegr¨ªa.
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