Una empresa privada de EE UU patenta un gen esencial para la lucha contra el sida
Las personas que portan mutaciones en ese receptor est¨¢n protegidas contra la enfermedad
La compa?¨ªa biotecnol¨®gica Human Genome Sciences, una de las m¨¢s cr¨ªticadas por su af¨¢n de rentabilizar los avances que logra en la investigaci¨®n del genoma humano, ha obtenido la patente de un gen (es decir, de la tecnolog¨ªa para utilizarlo en medicina) considerado clave en la lucha contra el sida. El anuncio provoc¨® una subida inmediata del 21% de sus acciones en Wall Street. Este gen (CCR5) es necesario para la entrada en las c¨¦lulas del virus del sida, y su utilizaci¨®n en el laboratorio puede sentar las bases para un futuro f¨¢rmaco que proteja contra la infecci¨®n.
El valor de mercado y los intereses mercantilistas de las empresas de investigaci¨®n gen¨¦tica alimentan el continuo debate sobre la ¨¦tica de unas investigaciones que parecen m¨¢s interesadas en rentabilizar los descubrimientos que en propagar los beneficios m¨¦dicos de sus avances. Tal es la fiebre comercial en torno a estas compa?¨ªas que en la bolsa de Wall Street ning¨²n sector del ¨ªndice Nasdaq crece tanto como el que agrupa a estas empresas farmac¨¦uticas y biotecnol¨®gicas. El Nasdaq Biotech Index, formado por 200 empresas estadounidenses y europeas del sector, creci¨® un 101% en 1999 y ha crecido casi un 50% en los dos primeros meses de 2000. La compa?¨ªa Human Genome Sciences ha obtenido una patente en EE UU sobre el gen del receptor CCR5, que es, seg¨²n los investigadores, la puerta de entrada en las c¨¦lulas de la sangre por la que puede infiltrarse el virus del sida. Los cient¨ªficos han establecido que las personas que nacen sin este receptor est¨¢n protegidas contra el sida, al menos parcialmente. En el futuro, cuando las investigaciones salgan del terreno de la ciencia pura, podr¨¢n existir medicaciones contra el sida basadas en la experimentaci¨®n con este gen, o incluso se podr¨¢ modificar la composici¨®n gen¨¦tica del ser humano para hacerle inmune al virus del sida.
Posiblemente pasar¨¢n a?os o d¨¦cadas antes de que esto ¨²ltimo sea una realidad m¨¦dica, si alguna vez sucede; de momento, las autoridades sanitarias de EE UU no han aprobado ni una sola terapia gen¨¦tica para su uso comercial. Pero la obtenci¨®n de un f¨¢rmaco basado en este gen es una posibilidad m¨¢s realista.
Human Genome Sciences no es la primera compa?¨ªa que trabaja en f¨¢rmacos capaces de bloquear el gen CCR5 para frenar la entrada del virus del sida en el organismo. Esta firma de Washington compite en este terreno con otra de Nueva Jersey, Schering-Plough Reasearch, que anunci¨® recientemente la intenci¨®n de experimentar con un f¨¢rmaco que puede bloquear el receptor en cuesti¨®n y que espera comercializar en forma de pastillas.
Otra empresa biotecnol¨®gica de Nueva York, Progenics Pharmaceuticals, ha creado un anticuerpo llamado PRO 140 que en los ensayos ha demostrado su capacidad para impedir que el virus entre en las c¨¦lulas.
William Haseltine, presidente de Human Genome Sciences, asegura: "En las primeras etapas de nuestra investigaci¨®n gen¨¦tica confirmamos que el gen CCR5 juega un papel clave como receptor del virus del sida en el sistema inmunol¨®gico".
Las empresas de investigaci¨®n gen¨¦tica analizan estructuras y funciones de los genes para dise?ar posibles manipulaciones capaces de lograr la curaci¨®n de enfermedades o la creaci¨®n de vacunas, lo que generar¨¢ beneficios incalculables para las compa?¨ªas que fabriquen los productos futuros o apliquen las t¨¦cnicas que todav¨ªa est¨¢n por descubrir.
La carrera de fondo entre las distintas empresas se ha intensificado ante la pr¨®xima finalizaci¨®n de la secuencia del genoma humano, el mapa gen¨¦tico del ser humano y el aut¨¦ntico punto de partida de un nuevo horizonte de posibilidades m¨¦dicas.
De la lucha empresarial en este sector se deriva la peor de sus consecuencias: las compa?¨ªas no comparten sus avances para proteger futuros beneficios por la posesi¨®n de las patentes en exclusiva. En el caso de Human Genome Sciences, s¨®lo han hecho p¨²blicos unos pocos de los 7.500 descubrimientos gen¨¦ticos que dicen haber logrado.
La corriente ¨¦tica m¨¢s extendida en la comunidad m¨¦dica pide que el genoma humano sea de dominio p¨²blico y que se obligue a las empresas de investigaci¨®n a compartir sus descubrimientos; en general existe el temor de que unas pocas compa?¨ªas sean due?as de una industria que puede ser la m¨¢s lucrativa del mercado en el futuro a cambio, posiblemente, de un comportamiento nada altruista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.