Arthur Miller y William Styron realizan un viaje pol¨ªtico a Cuba
?Puede la literatura influir en la pol¨ªtica o al menos servir de puente para el acercamiento entre dos pa¨ªses empecinados en el enfrentamiento desde hace 40 a?os? Los escritores norteamericanos Arthur Miller y William Styron parecen pensar que s¨ª, aunque no lo digan abiertamente, al menos en La Habana. Miller y Styron llegaron a Cuba el mi¨¦rcoles con el objetivo de conocer la isla de primera mano; pero tambi¨¦n de reunirse con escritores cubanos, ver a su amigo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y cenar con Fidel Castro.Nada m¨¢s llegar, Miller y Styron sostuvieron un encuentro con una treintena de autores cubanos en la Casa de las Am¨¦ricas. A la reuni¨®n asistieron, entre otros, C¨¦sar L¨®pez, Roberto Fern¨¢ndez Retamar, Alfredo Guevara, Reynaldo Gonz¨¢lez y Eduardo Heras Le¨®n. El primero en hablar fue Miller. Lo hizo para contestar una pregunta a¨²n no formulada, pero que sin duda se iba a hacer. "No traemos un mensaje ni creo que nosotros llevemos un mensaje", afirm¨® el autor de La muerte de un viajante.
Miller aludi¨® a la famosa cena realizada en casa de Styron en 1994, durante la crisis de los balseros, a la que asistieron Clinton y Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, y dijo que quiz¨¢ algunos podr¨ªan pensar que su visita a Cuba ten¨ªa significados pol¨ªticos ocultos. "No es el caso", se?al¨®.
Buenos lectores
No estuvo del todo de acuerdo el organizador del viaje, William Luers, quien fuera subsecretario de Estado durante la Administraci¨®n de Carter. Asegur¨® Luers que, dada la importancia de los visitantes, el mensaje eran ellos mismos y su presencia en Cuba. "El deseo es que haya unas relaciones buenas entre ambos pa¨ªses y los intelectuales tendr¨¢n que jugar un papel, ¨¦ste es quiz¨¢ el primer paso", afirm¨® Luers.
Styron record¨® la cena con Clinton en 1994 y cont¨® c¨®mo el presidente norteamericano se puso nervioso cuando Carlos Fuentes y Garc¨ªa M¨¢rquez sacaron el tema de Cuba. "En ese momento, Clinton ten¨ªa los ojos muy mortecinos, pero cuando empezaron a hablar de literatura se le ilumin¨® la cara", dijo Styron. El escritor afirm¨® que, aunque no lo reconociesen, Clinton y Fidel Castro ten¨ªan algo en com¨²n, y es que ambos eran buenos lectores.
Despu¨¦s de estas aclaraciones y digresiones pol¨ªticas, el debate, que dur¨® una hora y media, se centr¨® en la literatura de Miller y Styron. Los temas fueron diversos: desde el malentendido que gener¨® en EE UU la obra de Styron Las confesiones de Nat Turner, con la que gan¨® el Premio Pulitzer, hasta qu¨¦ pensaba Miller sobre las adaptaciones al cine de sus obras de teatro.
Durante su estancia en la isla, los escritores norteamericanos, que viajan en compa?¨ªa de sus esposas, del agente literario de EEUU Morton Janklow y de la familia Luers, visitar¨¢n la finca en que vivi¨® Hemingway a las afueras de La Habana y probablemente cenar¨¢n con Fidel Castro.
Babelia
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