Rodman, despedido de Dallas a los 29 d¨ªas de empezar a jugar

Dennis Rodman prometi¨® en su autobiograf¨ªa que saldr¨ªa desnudo de la pista en su ¨²ltimo partido en la NBA. Se va a quedar con las ganas. Acaba de ser despedido por los Mavericks de Dallas a los 29 d¨ªas de empezar a jugar y es harto improbable que otro equipo quiera volver a pillarse los dedos con el buf¨®n que en mayo cumplir¨¢ 39 a?os. Rodman s¨®lo ha creado problemas al equipo tejano y sus cr¨ªticas al propietario parecen haber sido la gota que colm¨® el vaso.Rodman se qued¨® en la calle tras la derrota (101-86) con los Supersonics de Seattle, la quinta consecutiva, y despu¨¦s de que arremetiera contra Mark Cuban, que aspira a la propiedad del equipo aunque ya hace fichajes. Cuban, un treinta?ero de los que se han hecho multimillonarios con Internet, "deber¨ªa dejar de andar tras los jugadores como si fuera el entrenador o algo parecido. Es una memez. Tiene que hacer de propietario, ponerse en segundo plano y poner gente en el equipo que lo haga funcionar". Dicho y hecho. Rodman, a la calle.

El jugador fue contratado por Cuban -que le concedi¨® el privilegio de no entrenarse ni de estar sometido a la disciplina del equipo, lo que tambi¨¦n dice mucho de Cuban- con ¨¢nimo de que su experiencia de pentacampe¨®n y extraordinario reboteador sirviera a los Mavericks para recortar los ocho partidos que les separaban de pasar a disputar los play off. Ahora est¨¢n a 10 partidos y medio. Las estad¨ªsticas de Rodman en Dallas son elocuentes: cuatro victorias, nueve derrotas, 2,1 puntos y 11,2 rebotes por partido, dos expulsiones, una suspensi¨®n (en la que su equipo gan¨®) y 2,3 millones de pesetas de multa.

Razones del patr¨®n

"Sus comentarios no tienen nada que ver con esto", dice Cuban. "A todos nos molesta perder. Yo volver¨ªa a ficharle, pero no conseguimos las victorias que necesit¨¢bamos". La contrataci¨®n de Rodman fue un golpe de efecto de Cuban, quien vio c¨®mo el deb¨² de su fichaje atrajo el segundo mayor n¨²mero de espectadores en la historia del equipo. En tres de los cinco partidos que Rodman jug¨® en casa se vendieron todas las localidades.

Cuando fich¨® por el equipo de su ciudad natal, el jugador dijo que quer¨ªa estar en un grupo ganador, pero los Mavericks est¨¢n lejos de tener madera de campeones. No como los Lakers, en los que Rodman dur¨® s¨®lo 48 d¨ªas la pasada temporada. Rodman es un caso perdido y sus gestas deportivas -es uno de los pocos jugadores que han ganado la NBA con dos equipos diferentes- siempre quedar¨¢n eclipsadas en la memoria de los aficionados por sus bufonadas dentro y fuera de la pista, sus tatuajes, sus te?idos, sus disfraces, sus agujereamientos en el cuerpo, sus peleas con la mujer y sus estancias en comisar¨ªa.