Trujillo
LUIS CARANDELL
La sombra de Rafael Le¨®nidas Trujillo, al conjuro de Mario Vargas Llosa, estuvo esta semana en Madrid para una sesi¨®n espiritista. Adem¨¢s del dictador dominicano, acudieron otros esp¨ªritus al gran sal¨®n de la Casa de Am¨¦rica, lleno hasta la bandera. Vimos aparecer al dictador de la mirada de acero, "el hombre en quien Dios, cansado de defender a la Rep¨²blica Dominicana, deleg¨® esta defensa. Y ¨¦l se lo tom¨® en serio".
No se hizo de la novela La fiesta del Chivo una presentaci¨®n al uso. I?aki Gabilondo, en su entrevista a Vargas, le pidi¨® que presentara a los personajes de su obra. Le bast¨®, casi, con Trujillo, que no es uno, sino muchos personajes, pues hab¨ªa un Rafael Le¨®nidas muy cari?oso con "la prestante dama", como ¨¦l llamaba a su madre; otro que humillaba a sus ministros y se acostaba (sin ganas) con sus mujeres, poni¨¦ndoles motes como el de "el constitucionalista beodo"; y un tercero que era un monstruo de crueldad para sus enemigos.
Mario hizo, sobre la vida de Trujillo, una exhaustiva investigaci¨®n, pero lo que sali¨® fue una novela, "y la misi¨®n de la novela no es decir la verdad, sino contar una historia veros¨ªmil". De ah¨ª que algunas escenas que sucedieron realmente y que muestran el horror de la tiran¨ªa "no las he podido contar porque no me habr¨ªan cre¨ªdo".
La sesi¨®n tuvo mucho de literatura y algo tambi¨¦n de pol¨ªtica. Tuvo "moraleja" en defensa de la democracia y vituperio de la dictadura. Vargas sac¨® a relucir a Cuba y a Corea del Norte. A preguntas de I?aki afirm¨® que estaba convencido de que Pinochet no ser¨ªa juzgado en Chile. "Trujillo no era un demonio, era un hombre, y todos podr¨ªamos llegar a ser como ¨¦l". En la sala hab¨ªa una nieta del dictador dominicano, Aida, que le miraba con sonrisa beat¨ªfica. En el Internet mental del p¨²blico sali¨® tambi¨¦n Franco. Alg¨²n "nieto" suyo habr¨ªa tambi¨¦n, aunque no en el sentido literal de la palabra. Al Vargas novelista se le escap¨® el Vargas pol¨ªtico de El pez en el agua cuando dijo: "Sepamos apreciar siempre el inmenso valor de la libertad". (Ovaci¨®n).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.