Cultura en Vitoria
El papel de la cultura, con todo ese suntuoso trato que otorga su simple menci¨®n, llena de forma espectacular buena parte de los discursos electorales y futuros planes de los pol¨ªticos. En Vitoria a?o 2000, la principal pol¨¦mica sobre la gesti¨®n cultural de la nueva concejal¨ªa ha sido lo desacertado de incluir dromedarios en la Cabalgata de Reyes Magos. ?ltimamente, y al hablar sobre las pr¨®ximas fiestas patronales, se ha dejado caer la posibilidad de traer al grupo AC/DC y a continuaci¨®n se citaba sin reparos su cach¨¦.Lo que hab¨ªa sido una l¨ªnea continuista en las pol¨ªticas culturales de nuestras instituciones se viene descubriendo como nuevas iniciativas o eliminaci¨®n de algunas molestas cargas. Hay un tremendo desconcierto con el signo, el rumbo, los presupuestos y los planes de nuestro ayuntamiento y Diputaci¨®n con respecto a la cultura, que no solo no se molestan en conectar con los trabajadores de este ¨¢mbito, sino que adem¨¢s empiezan a perder mucho del terreno conquistado en tiempos pasados.
La construcci¨®n del nuevo Museo Centro de Arte fue un gol que no encaj¨® bien la Diputaci¨®n, una derrota pol¨ªtica que s¨®lo se refer¨ªa a un tema cultural, y con eso parece que ya tenemos suficiente. As¨ª, por ejemplo, cuestiones menores como la convocatoria de la Anual Amarica, la cita por la que el Museo de Bellas Artes se nutre de la obra de nuestros artistas m¨¢s j¨®venes o las adquisiciones de obras de vanguardia para nuestro patrimonio (a trav¨¦s de Arco u otras citas) han desaparecido del mapa.
Si el presupuesto destinado a estos temas empezaba a resultar escaso, si se echaba en falta un programa de becas en Artes Pl¨¢sticas acorde con nuestro tiempo, la situaci¨®n actual parece haber perdido todo contacto con la realidad din¨¢mica y cambiante del arte ¨²ltimo y las vanguardias, con la cultura de hoy en d¨ªa y sus personas, otro tren perdido, otro terreno arrebatado...
No hay noticia de convocatoria del Festival Audiovisual que el Ayuntamiento lleva a cabo todos los a?os y que ven¨ªa realiz¨¢ndose ¨²ltimamente en el Centro Cultural Montehermoso; no hay noticia de la futura programaci¨®n de este centro, ni de la pr¨®xima elecci¨®n del Vitoria-Arte-Gasteiz. Nadie dice nada. Y en esta situaci¨®n nuestra ¨²nica posibilidad (la de las asociaciones, los particulares y los colectivos), es apostar decididamente por un modelo de pol¨ªtica cultural que no est¨¦ sujeto al vaiv¨¦n electoral y que, por tanto, no se vea expuesto a convertirse en moneda de cambio pol¨ªtico o en motivo de especulaci¨®n cuando se trata de proyectos de importancia capital para la vida cultural de la ciudad y de toda la comunidad.
Cuando queramos darnos cuenta, tendremos magn¨ªficas cabalgatas de Reyes con dromedarios perfectamente amaestrados entre los guitarreos de alto voltaje de un grupo de rock dur¨ªsimo y car¨ªsimo... todo a cargo de cultura, una cultura popular ?o populista? (pero ¨¦se es otro tema).-
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