Rivaldo gana el pulso brasile?o

Hasta un tipo que pasa por ser tan ¨¢crata y al¨¦rgico al m¨¦todo como Djalminha admite que un futbolista apenas es nada sin un equipo alrededor. Y, anoche, los hechos le dieron la raz¨®n en lo que respecta a su muy particular duelo con el compatriota, viejo compa?ero y admirado contrincante Rivaldo. Ambos estuvieron tirando a gris, con menos protagonismo en el juego de lo habitual, y apenas ofrecieron alg¨²n detalle, m¨¢s para ver por televisi¨®n que desde la grada: un amago, un pase, un control... Pero, finalmente, Rivaldo sali¨® vencedor del combate por la sencilla raz¨®n de que, mientras Djalminha estaba perdido en una balsa de n¨¢ufragos, el barcelonista tuvo a su alrededor un grupo que funcionaba. El gol del 11 del Bar?a bast¨® para justificar su presencia en el partido.Sobre el Camp Nou estaba anoche el sue?o frustrado de Lendoiro. El presidente del Deportivo hab¨ªa visto a Rivaldo y a Djalminha tejer maravillas en el Palmeiras y los reuni¨® en Riazor hace tres a?os. La parroquia gallega apenas pudo intuir las posibilidades de la pareja en un par de amistosos veraniegos, porque el Bar?a se llev¨® a Rivaldo y sumi¨® al Deportivo, y al propio Djalminha, en una larga crisis. Anoche libraban un duelo sigiloso, pero al que seguramente ambos conced¨ªan en su interior una gran importancia, ya que, por encima de todo, son dos futbolistas que se profesan una enorme admiraci¨®n y que, de alg¨²n modo, representan los m¨¢s antiguos valores del f¨²tbol brasile?o.

Como todo su equipo, Djalminha tiene tendencia a extraviarse fuera de casa. Alguien pensar¨¢ que tal vez se arruga en circunstancias adversas, aunque algo tendr¨¢ que ver tambi¨¦n la timorata actitud del l¨ªder cuando act¨²a como visitante, una situaci¨®n que suele condenar a Djalminha a quedar desconectado del resto del equipo. Eso, justamente, ocurri¨® anoche, para desesperaci¨®n del deportivista, uno de esos jugadores que siempre se motivan en las grandes citas. El anodino desempe?o de Djalminha demostr¨® que, desde hace alg¨²n tiempo, en el Deportivo rige un principio: si el brasile?o se inspira, todo el equipo va detr¨¢s de ¨¦l; cuando pierde el protagonismo, los dem¨¢s tambi¨¦n se sumen en el anonimato.

Figo y Kluivert estuvieron muy por encima de Rivaldo, que, sin embargo, no desaprovech¨® su ocasi¨®n de marcar. No mucha cosa, pero suficiente para vencer en el duelo brasile?o.