El Bar?a impone su voluntarismo
A los azulgrana les alcanz¨® un buen primer tiempo para derrotar a un Deportivo que no jug¨® como un l¨ªder
BARCELONA 2-DEPORTIVO 1Con un rato de f¨²tbol, mucho esfuerzo y momentos de apuro, el Barcelona sac¨® adelante un partido que, por su parte, no admit¨ªa otro resultado que la victoria. La actitud del Deportivo, muy desganado, siempre columpi¨¢ndose en el liderato, rebaj¨® el ¨¦xito de los azulgrana, que estuvieron un punto por debajo de las expectativas. M¨¢s que un debate futbol¨ªstico, el partido delat¨® la diferente manera con que uno y otro afrontan el final de campeonato. A la que suena la cuenta de diez, tantas como jornadas quedan de Liga, al Deportivo le entra la flojera y el Barcelona estira el cuello.El Deportivo fue sobre todo un equipo cag¨®n. Aparentemente ten¨ªa el control del partido. Bien agarrado a la cancha, se aplicaba en tapar la l¨ªnea de pase del Barcelona y presionaba la pelota cuando recib¨ªan Figo, Kluivert y Rivaldo. Parec¨ªa estar tan c¨®modo que fue dej¨¢ndose ir, reculando, cediendo al dominio psicol¨®gico azulgrana, apoyado en una l¨ªnea de recuperaci¨®n plet¨®rica, presidida por el nervio de Puyol.
El Bar?a fue ganando campo con el despliegue de la segunda l¨ªnea, y la colaboraci¨®n de sus tres delanteros, generosos en sus intervenciones, especialmente Figo, un futbolista impagable en los grandes partidos, y Kluivert, que ha alcanzado un punto de forma exquisito. A Figo y Kluivert se ha unido Ronald de Boer, siempre preciso en sus apariciones. Entre los tres elaboraron un primer gol que sintetiz¨® el sentir azulgrana: el toque, el ofrecimiento, la apertura a la banda, el centro y el remate, una jugada precisa en la gestaci¨®n y la definici¨®n.
El f¨²tbol azulgrana era tan aseado que a cada jugada le daba la respuesta que demandaba, as¨ª que no malgast¨® ni un solo remate a porter¨ªa. Estuvo muy certero, aunque en el segundo gol, dibujado por Guardiola en una maniobra excelente que habilit¨® a Rivaldo mientras el rival sal¨ªa al fuera de juego, colabor¨® Songo'o.
El Deportivo no entr¨® en escena hasta el ¨²ltimo tramo del primer tiempo, cuando el ¨¢rbitro mir¨® a otra parte para no pitar un penalti de Bogarde a Djalminha. Pero a la siguiente jugada, en el arranque de la segunda parte, el equipo blanquiazul se encontr¨® con un gol que constat¨® la facilidad azulgrana para desenchufarse del partido. Las desatenciones defensivas le comprometen en cada encuentro, tanto que acaban por restarle credibilidad.
El tanto de Flavio atont¨® al Barcelona. Perdi¨® presencia y jerarqu¨ªa, su f¨²tbol floje¨® y el Deportivo fue engordando. Jug¨® sin tanto temor, con m¨¢s entereza y una cierta ambici¨®n, propia de un l¨ªder, e incluso Irureta renunci¨® a V¨ªctor, un volante, en favor de Pauleta, un delantero.
El cambio, sin embargo, desajust¨® al Deportivo, el partido perdi¨® la indefinici¨®n que lo presid¨ªa y el Barcelona se ech¨® al monte, sin tanta paciencia como en el arranque, con menos destreza, pero con el percutor de Rivaldo como amenaza. Songo'o estuvo entonces muy diligente frente a los remates del brasile?o. Irureta tuvo que corregir r¨¢pidamente el partido, de nuevo en manos del Barcelona, ofuscado en la b¨²squeda de un gol decisivo. Figo apareci¨® de nuevo en el flanco derecho y sac¨® un par de centros muy interesantes, pero Kluivert no fue nunca un rematador y los medios perdieron llegada. El juego azulgrana no transmiti¨® confianza a la hinchada, que pas¨® un mal rato, pese a que el Barcelona estuvo siempre m¨¢s cerca del gol que el Deportivo, que fue perdiendo efectivos durante el ¨²ltimo cuarto.
Ante la falta de autoridad futbol¨ªstica por una y otra parte, el choque acab¨® por degenerar en un ejercicio de voluntarismo. El Barcelona se agarr¨® de forma descarada al marcador, que ratifica sus aspiraciones de renovar el t¨ªtulo, y el Deportivo mostr¨® su car¨¢cter de grupo sedentario, incapaz de manejarse en campo contrario. El quehacer azulgrana result¨® sorprendente. Al equipo le entr¨® un ataque de p¨¢nico, un cierto miedo al empate que no al contrario -pues del Depor poco se supo-, situaci¨®n novedosa, sobre todo si se atiende a la suficiencia con la que hab¨ªa tramitado el primer tiempo y que le permiti¨® alcanzar una victoria que le sit¨²a a un partido del liderato. Al Deportivo ya no le queda cuerda para defender su primer puesto. Con partidos como el de anoche, acabar¨¢ por cederlo en cualquier jornada.
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