Taiwan elige presidente al independentista Chen a pesar de las amenazas chinas
El vencedor de la elecci¨®n reitera que no convocar¨¢ un refer¨¦ndum sobre la independencia
Las amenazas de Pek¨ªn no surtieron efecto. Chen Shui-bian, el candidato del Partido Dem¨®crata Progresista, en cuya plataforma electoral figuraba el objetivo de la independencia de la isla, result¨® elegido ayer nuevo presidente de Taiwan. Chen obtuvo el 39,3% de los sufragios, superando por un escaso margen a James Soong, un disidente del hist¨®rico Kuomintang, que consigui¨® el 36,8%. El tercero y gran derrotado fue precisamente el candidato oficial del Kuomintang, que fund¨® Chiang Kai-chek. Lien Chan cosech¨® tan s¨®lo el 23,1% de los votos.
La proclamaci¨®n de los resultados anim¨® a los partidarios de Chen a echarse a la calle en Taipei y en otras localidades de la isla. Provistos de sus banderas verdes, el color que simboliza a los "dem¨®cratas-progresistas", mostraron su entusiasmo hasta muy tarde por la noche.El escrutinio tiene un triple significado. Pone primero de relieve hasta qu¨¦ punto se ha enraizado en poco tiempo la democracia en Taiwan. Con motivo de esta segunda elecci¨®n presidencial por sufragio universal -la primera tuvo lugar en 1996-, los ciudadanos de Taiwan actuaron con serenidad y madurez. Nada que ver con la violencia que caracteriz¨® las primeras elecciones libres parciales a principios de los noventa. Taiwan confirma as¨ª que la democracia puede florecer en tierras de China, algo que preocupa a Pek¨ªn.
En segundo lugar, esta elecci¨®n acaba con medio siglo del monopolio del poder pol¨ªtico que ostentaba el Kuomintang desde 1949, fecha del traslado a Taiwan de la "Rep¨²blica de China" de Chiang Kai-chek tras su derrota en el continente frente a los comunistas de Mao.
En tercer y ¨²ltimo lugar el escrutinio supone la llegada al poder de un movimiento que reivindica la independencia frente a China. Crecido a lo largo de la lucha hist¨®rica contra la dictadura, el Partido Dem¨®crata Progresista cuenta sobre todo con el apoyo de los taiwaneses nacidos en la isla que se consideran relegados a un segundo plano por la minor¨ªa continental que se instal¨® en su tierra siguiendo la estela del Kuomintang.
El objetivo de la independencia figura a¨²n en la plataforma electoral, pero el candidato Chen se ha esforzado por desactivar esta pol¨¦mica a lo largo de la campa?a. Ha reiterado que si resultaba elegido no proclamar¨ªa la independencia y que ni siquiera tomar¨¢ la iniciativa de organizar un refer¨¦ndum sobre el porvenir estatutario Se coloc¨® as¨ª en una posici¨®n centrista, compartida por la mayor¨ªa del electorado de Taiwan, que considera que la independencia de facto es ya un hecho adquirido y que no es, por tanto, necesario proclamarla de iure.
Heredero de Lee
Pragm¨¢tico y poco deseoso de aparentar ser un provocador, Chen se presenta como el digno heredero del presidente saliente, Lee Teng-hui, originario de Taiwan como ¨¦l mismo, cuya obra ha consistido esencialmente en promover la identidad nacional de la isla sin llegar nunca a cruzar el Rubic¨®n y proclamar la independencia.
La victoria hist¨®rica de Chen no obsta, sin embargo, para que su presidencia no vaya a ser agitada. Tendr¨¢ que enfrentarse a tres tipos de trabas. Deber¨¢ primero evitar un deterioro del clima estrat¨¦gico en el estrecho de Formosa. Su renuncia a declarar la indepedencia no bastar¨¢, probablemente, para tranquilizar a Pek¨ªn, que duda de su sinceridad.
El Gobierno de China continental ha intentado estos ¨²ltimos d¨ªas ejercer presi¨®n sobre el electorado de Taiwan amenazando con que la proclamaci¨®n de la independencia equivaldr¨ªa a la guerra.
El resultado ha sido el opuesto al esperado por Pek¨ªn. En lugar de atemorizar al electorado, las amenazas han dado, m¨¢s bien, argumentos a los taiwaneses para desafiar a Pek¨ªn. En este ambiente de mutua y profunda suspicacia, Chen deber¨¢ actuar con habilidad para restablecer la confianza.
La segunda dificultad con la que se topar¨¢ Chen es que es minoritario dentro del pa¨ªs. S¨®lo le apoya algo menos del 40% de los electores -el modo de elecci¨®n es un escrutinio uninominal de una sola vuelta-. Chen debe su victoria a la divisi¨®n del Kuomintang. Minoritario en el electorado, el nuevo presidente lo ser¨¢ tambi¨¦n frente a la Asamblea legislativa. Su margen de maniobra es, por tanto, algo limitado, lo que le obligar¨¢ a alcanzar compromisos con otros partidos.
Su tercer reto consistir¨¢ en, a pesar de estos acuerdos con otras formaciones, mantener la cohesi¨®n de su propio bando en el que los radicales, partidarios de la proclamaci¨®n de la independencia, podr¨ªan tener la impresi¨®n de haber sido traicionados por el jefe del Estado. Ahora empieza, por tanto, lo m¨¢s dif¨ªcil para Chen.
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