La Paralela
Es una comisi¨®n fallera muy singular. Est¨¢ compuesta por una veintena de amigos que disfrutan de las Fallas como los que m¨¢s. A su manera. En libertad. Para empezar, no cobran cuotas, ni extorsionan al vecindario con las rifas y loter¨ªas al uso en las comisiones oficiales. Su casal es el bar de la esquina, al que acuden a lo largo de todo el a?o para tomar el aperitivo y donde se re¨²nen en cenas que pagan rigurosamente a escote, como todas las actividades que organizan. No se visten de falleras, ni de cucaracha; en la semana fallera se limitan a ponerse el tradicional blus¨®n, con pa?uelo al cuello, su propia chapa con el nombre de la comisi¨®n en la pechera y una peculiar ferralla de insignias, aunque ninguno tiene el bunyol d'or amb fulles de llorer que tanto aprecian los falleros tradicionales. La fallera mayor puede ser cualquiera de ellos, sin distinci¨®n de sexo y, por supuesto, tampoco se pone los mo?os y la peineta. Por descontado, no cortan ninguna calle, ni organizan pasacalles, porque tampoco cuentan con banda de m¨²sica; se contentan con un peque?o aparato en el que ponen m¨²sica ligera, preferentemente de los a?os sesenta -sin sobredosis de xiqueta meua, Paquito o Per a ofrenar-, eso s¨ª, sin subir demasiado el volumen. Tampoco montan una carpa para dar la murga al vecindario hasta altas horas de la madrugada. No celebran despertaes, ni masclet¨¤ y asisten a los castillos desde su casal, aunque algunos edificios cercanos se interponen y les impiden verlos en toda su dimensi¨®n. Ni qu¨¦ decir tiene que no participan en la ofrenda. Y, para terminar, no plantan ninguna falla. A lo sumo, alg¨²n integrante de la peculiar comisi¨®n con dotes de artista monta una especie de monumento en miniatura que cabe encima de la mesa alrededor de la cual se re¨²-nen durante la semana fallera para regalarse con op¨ªparas y divertidas cenas, siempre en libertad.Son los integrantes de La Paralela, que es como unos cuantos amigos residentes en los aleda?os de la calle de El Bachiller de Valencia bautizaron hace algunos a?os su peculiar comisi¨®n fallera. Disfrutan, ya ha quedado dicho, como los que m¨¢s. Pero no molestan a nadie, absolutamente a nadie.
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