Sin Giggs, pero temibles JOHN CARLIN

Desde que muri¨® hace un mes Stanley Matthews, el legendario extremo ingl¨¦s que sigui¨® jugando el f¨²tbol profesional hasta los cincuenta a?os, algo le ha ocurrido a Ryan Giggs, el extremo del Manchester, que la raz¨®n humana no es capaz de comprender.De repente, Giggs, que no hab¨ªa empezado muy bien la temporada, est¨¢ jugando como si se hubiese transformado en la reencarnaci¨®n de Matthews; como si el esp¨ªritu de Matthews hubiese descendido del cielo o, si se prefiere, ascendido desde la tumba, y tomado posesi¨®n de sus pies. Juegue bien o mal el Manchester, ¨¦l es la figura dominante del equipo, el que se regatea media defensa rival y mete el pase, una y otra vez, que se convierte en gol. El que aterra al pobre lateral derecho que le toca marcarle. Como pas¨® la semana pasada, en el partido que el Manchester le gan¨® 3-1 al Fiorentina, cuando el infeliz Rossitto s¨®lo logr¨® poner fin a la tortura dejando al ¨¢rbitro sin mas opci¨®n que mostrarle la tarjeta roja.

La buena noticia para el Valencia es que, seg¨²n los ¨²ltimos informes desde Manchester, Giggs no juega esta noche. Ha sufrido una leve lesi¨®n y Alex Ferguson ha preferido no tomar ning¨²n riesgo. Si fuese un partido determinante para la clasificaci¨®n del Manchester para cuartos de final, seguro que hubiera jugado.

Lo que indica que, aun teniendo en cuenta la calidad del rival, las condiciones no podr¨ªan ser m¨¢s ventajosas para que el Valencia tambi¨¦n se clasifique. No s¨®lo porque Giggs no juega, ni Beckham tampoco (por suspensi¨®n), sino tambi¨¦n porque el Manchester es un equipo incapaz de rendir a su m¨¢ximo nivel si no se encuentra contra las cuerdas. Si no est¨¢ todo en juego.

La semana pasada simplemente no pod¨ªan perder contra la Fiore y jugaron el mejor partido de la temporada. En semifinales de la Copa de Europa la temporada pasada iban perdiendo 2-0 contra el Juventus en Tur¨ªn y ganaron 3-2. En la final contra el Bayern, bueno, ya sabemos lo que pas¨® en la final.

Y en los partidos de Liga inglesa ya se ha convertido en una especie de h¨¢bito perverso -p¨¦simo a largo plazo para la salud de los aficionados del Manchester- conceder un gol en los primeros diez minutos para despu¨¦s remontar y ganar hacia el final del segundo tiempo.

Ojo, de todos modos, con el orgullo de jugadores como el capit¨¢n Roy Keane, el motor del equipo. No un Mercedes Benz , como Guardiola, m¨¢s un Land Rover, todo terreno, que ya ha marcado seis goles en esta Champions. Ojo, tambi¨¦n, si se le ocurre al Valencia marcar un gol nada m¨¢s comenzar el partido. Porque ah¨ª puede entrar en juego el instinto colectivo, la furia vencedora del equipo que no es el m¨¢s t¨¦cnicamente dotado de Europa, pero el que goza del esp¨ªritu m¨¢s combativo.