El goleador circunstancial

Javi Moreno (Silla, Valencia, 1974) es un producto orteguiano en el que no se sabe si pesa m¨¢s ¨¦l o su circunstancia. Ahora se ha convertido en el jugador que somete a los entrenadores y futbolistas rivales a un jerogl¨ªfico permanente para evitar que haga lo que todo el mundo sabe que va a hacer: salir del banquillo, colocarse en el campo, promover dos jugadas y marcar uno o dos goles. Es el arma letal de Man¨¦, el m¨¢ximo goleador del Alav¨¦s con siete tantos, cinco de ellos conseguidos accediendo al partido desde la suplencia.?Un nuevo caso Salinas? M¨¢s bien un producto sublime de la teor¨ªa de su entrenador, que encarga a los titulares el desgaste de los defensas y a los suplentes la definici¨®n del resultado. Javi Moreno, acostumbrado a convivir con la circunstancia, no falla casi nunca. Los deseos de su entrenador son ¨®rdenes que cumple con una eficiencia que excede el papel ritual del revulsivo. Javi Moreno es un jugador completo t¨¦cnica y f¨ªsicamente, que necesita pocos minutos para explayar sus condiciones naturales de buen futbolista.

La circunstancia le persigue. Criado en la cantera de Can Bar?a, donde permaneci¨® durante siete temporadas, sin sobrepasar jam¨¢s la frontera del Barcelona B, recal¨® en el C¨®rdoba con mal pie. El asunto era sencillo: no jugaba. Y busc¨® acomodo en el Yeclano, otro equipo de Segunda B, donde recuper¨® el gusto por el f¨²tbol. Y en esto lleg¨® Juan Carlos Rodr¨ªguez, el secretario t¨¦cnico del Alav¨¦s, y se lo llev¨® a Vitoria, en esa b¨²squeda permanente de talentos que Man¨¦ cultiva en las categor¨ªas inferiores. Era el Alav¨¦s del ascenso y de la Copa del Rey, en el que Moreno tuvo que vencer el sobrepeso y el meritoriaje que se impone en el estilo Man¨¦. Si se pregunta a un ac¨¦rrimo del club vitoriano recordar¨¢ a Moreno por el gol que marc¨® desde medio campo al Compostela en la Copa del Rey del 99.

Tras una temporada de cesi¨®n en el Numancia, Javi Moreno se ha convertido en el talism¨¢n del Alav¨¦s m¨¢s explosivo. Es el m¨¢ximo goleador del equipo sin ser un goleador. Hoy vale 1.500 millones y puede considerarse el futbolista m¨¢s rentable del campeonato. Y seguir¨¢ como suplente (solo ha jugado ocho veces como titular) dejando en el aire una duda atroz: ?C¨®mo se marca a un suplente?