El centenario de Carlos V arranca en Bolonia, la ciudad que le coron¨® emperador Una exposici¨®n en el Colegio de Espa?a recorre los festejos de 1530 y abre el a?o carolingio
Fueron tres d¨ªas de fiesta. Se asaron bueyes en la plaza mayor. El vulgo recibi¨® pan. Las fuentes echaban vino blanco y tinto de Emilia-Romagna, lleg¨® el papa Clemente VII y coron¨® emperador a Carlos V. Ocurri¨® entre el 22 y el 24 de febrero de 1530 en Bolonia, y numerosos artistas y cronistas dejaron noticia del acontecimiento. Ahora, el Colegio de Espa?a de la ciudad italiana recuerda aquellos festejos y aquella coronaci¨®n con una exposici¨®n que a su vez sirve de ca?onazo de salida del a?o carolingio, en el 500? aniversario de su nacimiento.
La sociedad estatal que programa los actos de los centenarios de Felipe II (1998) y CarlosV (2000) ha organizado esta muestra peque?a y sugerente titulada La imagen triunfal del emperador. La jornada de la coronaci¨®n imperial de Carlos V en Bolonia y el friso del Ayuntamiento de Tarazona. Y la ha querido inaugurar en Bolonia, como homenaje a esta ciudad medieval, roja y bell¨ªsima, muy vinculada a Espa?a desde 1365, cuando el cardenal Gil Albornoz decidi¨® fundar aqu¨ª el Colegio de Espa?a. Fue un alarde de patriotismo anticipado y de unidad (Espa?a no exist¨ªa a¨²n como tal), y a la vez un ejercicio de sensatez y claridad. Su idea era crear un colegio mayor fuera de Espa?a, porque Arag¨®n y Castilla siempre estaban en guerra y, estando en guerra, resulta imposible estudiar.El caso es que 635 a?os despu¨¦s aqu¨ª sigue este real Colegio de Espa?a, llamado tambi¨¦n de San Clemente porque as¨ª se llama su capilla, privilegiado refugio de juristas y canonistas en trance de doctorarse hasta hace algunos a?os y que hoy abre sus puertas a una quincena de universitarios m¨¢s variados, licenciados en letras, historia del arte o incluso en f¨ªsica. Dirigida hace 22 a?os por el rector Jos¨¦ Guillermo Garc¨ªa Valdecasas, la casa es una belleza llena de joyas y obras de arte como el retablo de la escuela emiliana del siglo XIV, los frescos de esa misma ¨¦poca reci¨¦n descubiertos o un retrato de Carlos III hecho in situ por el aragon¨¦s Joaqu¨ªn Inza.
Desde ayer, en sus paredes llenas de ilustres visitantes (Nebrija, el conde de Romanones) cuelgan tambi¨¦n las reproducciones y los paneles que forman esta exposici¨®n. Abren la visita los dos ¨²nicos originales, dos ¨®leos de Juan de la Corte, del siglo XVII, que recuerdan la llegada de Carlos V a la ciudad, en noviembre de 1529, y la posterior cabalgata realizada por el emperador y el Papa bajo palio y rodeados por un impresionante cortejo de centenares de periodistas. Junto a ellos, el visitante puede ver tambi¨¦n algunas pinturas de maestros italianos, como el fresco de Vasari que decora el Palazzo Vecchio de Florencia, o los grabados de Nikolas Hogenberg, artista de M¨²nich que narr¨® en 38 calcograf¨ªas un variopinto resumen de los festejos de la coronaci¨®n.
Por cierto que Hogenberg era uno de los favoritos de Margarita de Austria, t¨ªa del emperador, tutora suya y finalmente gran promotora y publicitaria del evento que convirti¨® en emperador a su sobrino. Y eso que la cosa necesitaba poca propaganda, porque hac¨ªa ya un par de a?os por lo menos que Carlos hab¨ªa puesto las cosas en su sitio con el Sacco de Roma; la coronaci¨®n en Bolonia es, por decirlo as¨ª, su asalto final al cetro del cristianismo: antes de Bolonia, el papa Clemente manda sobre Carlos; despu¨¦s, los dos salen de all¨ª con el mismo rango. A caballo, pasean la ciudad, van de San Petronio a Santo Domingo, mientras cientos de lanceros, trompetistas, magistrados, condes, doctores, chambelanes, soldados espa?oles, borgo?ones y alemanes les rinden pleites¨ªa.
Friso de Tarazona
Todo eso se narra m¨¢s o menos en el friso del Ayuntamiento de Tarazona, obra de 32 metros de largo atribuida a Alonso Gonz¨¢lez, construida hacia 1560 y que ha sido restaurada ahora con la colaboraci¨®n de la sociedad estatal. Unas gigantescas fotograf¨ªas, que reproducen el monumento a escala 1:1, muestran las distintas estampas en relieve de aquellas jornadas que Tarazona hizo suyas, como record¨® ayer el comisario de la muestra, el catedr¨¢tico de Historia del Arte de Zaragoza Gonzalo Borr¨¢s, como prueba de las buenas relaciones que Arag¨®n hab¨ªa mantenido siempre con Italia. "El humanismo aragon¨¦s de los siglos XV y XVI se form¨® en buena medida en Italia", dijo Borr¨¢s ayer en la apertura de la exposici¨®n.
Con un presupuesto de 80 millones de pesetas, la exposici¨®n viajar¨¢ a partir de mayo por distintas ciudades espa?olas. Coincidir¨¢ con los muy numerosos actos y muestras que se van a realizar durante todo este a?o en honor de Carlos V. Destacan las exposiciones Los Siglos de Oro en los virreinatos de Am¨¦rica, que se exhibir¨¢ en M¨¦xico de abril a junio; Las armas y las letras, que visitar¨¢ Granada durante las mismas fechas, y Carolus, en el Museo de Santa Cruz de Toledo, entre el 5 de octubre de 2000 y el 12 de octubre de 2001.
Bolonia festejar¨¢ a lo grande su capitalidad cultural, volcada en sus 25 museos, con 300 conciertos, 230 exposiciones, 300 actuaciones y m¨¢s de 2.000 horas de espect¨¢culo. Umberto Eco preside el comit¨¦ cient¨ªfico de la parte de comunicaci¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.