Pujol rechaza un frente nacionalista para contrarrestar la mayor¨ªa del PP

Jordi Pujol no est¨¢ por la labor de incomodar al Partido Popular. La direcci¨®n de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica (CDC) rechaz¨® ayer la propuesta del sector m¨¢s soberanista del partido de crear un frente nacionalista en Catalu?a con los independentistas de Esquerra Republicana y votar en contra de la investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o, en el mejor de los casos, abstenerse a cambio de un programa de m¨ªnimos. En cambio, CiU iniciar¨¢ esta semana la segunda ronda de negociaciones con el PP excluyendo su voto negativo a Aznar.

El Consejo Nacional de CDC, m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n entre congresos, fue ayer el m¨¢s fiel reflejo de las dos sensibilidades que cohabitan en esta formaci¨®n pol¨ªtica. Por una parte, la corriente mayoritaria, dispuesta a dar cobijo a Esquerra y pactar una coalici¨®n de Gobierno en Catalu?a para contrarrestar la holgada mayor¨ªa del PP en el Congreso. Por otra, los que abogan por un nacionalismo de perfil m¨¢s moderado como ¨²nica v¨ªa para recuperar los m¨¢s de 200.000 votos que CiU ha perdido en las cuatro ¨²ltimas citas electorales, debido en parte al constante incremento de la abstenci¨®n. Ni lo uno ni lo otro. "Wait, see and watch" [esperar, ver y vigilar]. Pujol tiene clara la estrategia que debe guiar a la coalici¨®n nacionalista. Por un lado, intentar sacar el m¨¢ximo provecho del PP -una oposici¨®n pura y dura ser¨ªa contraproducente para los intereses nacionalistas- y alternar en Catalu?a los acuerdos con todas las fuerzas pol¨ªticas debido a "la cerraz¨®n" de Esquerra Republicana. Los independentistas se mantienen firmes en condicionar cualquier tipo de acuerdo en el Parlamento catal¨¢n a un tripartito con CiU y los socialistas de Pasqual Maragall. De momento, los nacionalistas continuar¨¢n esta semana negociando con el PP: en Madrid un acuerdo para la investidura de Aznar y en Catalu?a el apoyo de los conservadores a los Presupuestos de la Generalitat.

Las explicaciones del presidente de la Generalitat no satisficieron a los radicales. Para este sector, las declaraciones de la direcci¨®n de Converg¨¨ncia de primar un acuerdo con Esquerra tal s¨®lo son un deseo de palabra que no se traduce en hechos. "Creemos que tienen que hacerse todos los esfuerzos necesarios para facilitarlo [un acuerdo con ERC], con un generoso pacto que puede alcanzar perfectamente una coalici¨®n de Gobierno. Este esfuerzo ha de ser real y no exclusivamente medi¨¢tico", se afirma en un comunicado que los j¨®venes radicales leyeron en el Consejo Nacional. Para este sector, agrupado en torno a un colectivo denominado Sinapsi, renunciar a una alianza con los independentistas tan solo beneficiar¨ªa los intereses de Maragall, pues ello situar¨ªa a ERC como un "sat¨¦lite" de los socialistas.

Para este grupo, Converg¨¨ncia est¨¢ en los ant¨ªpodas del PP "en programa, ideolog¨ªa, en modelo de Estado y de sociedad", y a Aznar tan s¨®lo le convienen los votos de los nacionalistas por puro "inter¨¦s medi¨¢tico, que no num¨¦rico". Ante esta conyuntura, CiU deber¨ªa renunciar a votar a favor en el debate de investidura y si la negociaci¨®n tiene resultados positivos, optar por la abstenci¨®n.

En cualquier caso, la direcci¨®n de Converg¨¨ncia tuvo que escuchar ayer otras voces discordantes con la postura oficial del partido. Mientras el secretario general, Pere Esteve, realizaba un an¨¢lisis triunfalista de los resultados obtenidos por CiU en las cuatro ultimas citas electorales, algunos miembros del Consejo Nacional le recordaron la constante p¨¦rdida de votos que ha sufrido la coalici¨®n y que ya se acercan a los 300.000.

Esteve no tuvo m¨¢s remedio que aceptar las cr¨ªticas y reconocer que Converg¨¨ncia debe redoblar sus esfuerzos para ampliar el espectro social de su electorado y recuperar al votante abstencionista. Una estrategia que deber¨¢ perfilarse en el congreso que CDC celebrar¨¢ a finales del mes de octubre y que ayer el Consejo Nacional convoc¨® oficialmente.

El congreso deber¨¢ renovar la totalidad de la direcci¨®n. Al menos un par de consejeros nacionales le recordaron a Esteve que en Converg¨¨ncia tan solo existe una persona imprescindible, es decir, Jordi Pujol, y que el resto es susceptible de cambio. Fue un claro toque de alerta para el secretario general, pues su comportamiento parece no satisfacer ni a radicales ni a moderados.