El Valladolid sospecha que le cedieron lesionado a Shoji Jo
Shoji Jo est¨¢ reposando en su casa a la espera de que los m¨¦dicos decidan qu¨¦ hacer con su rodilla izquierda, a la que, misteriosamente, le falta el ligamento anterior cruzado. La decisi¨®n llegar¨¢ cuando los servicios m¨¦dicos del Valladolid reciban el informe del traumat¨®logo franc¨¦s Bernard Saillant donde se precise el asunto. Aunque se avanz¨® la hip¨®tesis de una malformaci¨®n gen¨¦tica, en Valladolid sospechan que el Yokohama Marinos les cedi¨® lesionado al jugador.
El ligamento anterior cruzado es como una pieza de goma que estabiliza la rodilla en el sentido antero-posterior. Si se fija el f¨¦mur, en caso de rotura del ligamento la tibia se mueve sin control de atr¨¢s a adelante. Parece una pieza fundamental para el buen funcionamiento de la pierna, pero no tanto. De Shoji Jo dicen que le falta el ligamento de nacimiento, pero pocos lo creen. "Si fuera as¨ª ser¨ªa extra?¨ªsimo", explica Luis Gonz¨¢lez Lago, especialista en patolog¨ªa deportiva de la cl¨ªnica R¨²ber Internacional, en Madrid. "No tanto el nacer as¨ª como el llegar a ser futbolista profesional. Lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa que Jo sufriera una rotura aguda del ligamento y como en otros tantos casos en vez de recurrir a la ciruj¨ªa para remediarlo, se decidiera inmovilizarle debido al hematoma (el ligamento es una zona muy irrigada y con gran presencia de l¨ªquido sinovial) un par de semanas y enseguida volviera a jugar. Y en ese caso el cuerpo reabsorbe el ligamento. Haces una artroscopia y ves que no hay ligamento. Y no puedes valorar si esa falta es gen¨¦tica o traum¨¢tica".
Y en ¨¦sas est¨¢n en Valladolid con Jo. Armando Barrasa, jefe de los servicios m¨¦dicos del club, fue el primero que le examin¨®. "Nada m¨¢s volver de Jap¨®n con dolores en la rodilla le hicimos una resonancia magn¨¦tica, le vimos el l¨ªquido sinovial y todo eso, y vimos que no ten¨ªa ligamento. As¨ª que dimos por sentado que estaba reci¨¦n roto. Por eso dijimos que hab¨ªa que operar y predijimos seis o siete meses de baja", explica Barrasa. Eso le dijeron al futbolista, pero su padre reaccion¨® en contra. Pens¨® Hidenori Jo que hubo falta de comunicaci¨®n y que su hijo no supo explicar sus antecedentes m¨¦dicos. Exigen un nuevo reconocimiento y Jo se va a Par¨ªs, donde lo examina Saillant, el cirujano que oper¨® a Ronaldo en noviembre. Y empieza a descubrirse el pastel.
De Jap¨®n llegan informaciones, confirmadas por el seleccionador Philippe Troussier. "Jo me dijo que esto viene de una lesi¨®n antigua", dice Troussier. "Pero me a?adi¨® que no es ning¨²n problema, que ha venido jugando as¨ª por lo menos dos a?os".
No es extra?o el caso de futbolistas, como el mism¨ªsimo Hugo S¨¢nchez, que han desarrollado una buena carrera a pesar de faltarle los ligamentos. "Se pueden suplir con una hipertrofia del cu¨¢driceps", dice Gonz¨¢lez Lago. "El problema es que s¨ª, puede tener un cu¨¢driceps de superman, un cu¨¢driceps a lo Roberto Carlos, y superar la tara, pero entonces ese futbolista es mucho m¨¢s propenso a sufrir una rotura del menisco inerno o externo. Adem¨¢s, desarrolla m¨¢s r¨¢pidamente la artrosis t¨ªpica del futbolista". Y Jo no tiene cu¨¢driceps de superman, m¨¢s bien normalitos.
Eso lo sabe Barrasa. "Con casi todos con los que he hablado coinciden en que tuvo una lesi¨®n de rotura del ligamento, en que no se oper¨®, de hecho no tiene ninguna cicatriz en la rodilla, y en que le recomendaron que musculara para superarlo". El Valladolid se siente, en cierta manera, enga?ado. "En el informe del Yokohama [el club que cedi¨® a Jo a los pucelanos con opci¨®n de compra a final de temporada] no se hablaba nada de esa lesi¨®n", dice Barrasa.
La soluci¨®n final no se adivina f¨¢cil. "Veremos qu¨¦ dice Saillant exactamente en su informe, pero lo m¨¢s normal ser¨ªa operarle para reconstruirle el ligamento".
Hace tiempo estuvieron de moda los ligamentos de poliuretano, pero ya no se llevan. Ahora los cirujanos eligen entre moverle un ligamento rotuliano, una pieza semitendinosa o incluso implantarle un rotuliano de cad¨¢ver. Y despu¨¦s, eso, seis o siete meses de recuperaci¨®n.
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