Cuatro figuras de la derecha francesa pelean por la alcald¨ªa de Par¨ªs

El ex presidente de la Uni¨®n por la Rep¨²blica (RPR), Philippe S¨¦guin, sali¨® ayer de su prolongado letargo "reflexivo" y formaliz¨® repentinamente su "candidatura a la candidatura" del partido gaullista para la preciada alcald¨ªa de Par¨ªs. Contra lo que cab¨ªa suponer, la renuncia del socialista Jack Lang, obligada tras su nombramiento como ministro de Educaci¨®n, no ha hecho que la anunciada batalla de Par¨ªs, te¨®rica primera vuelta de las generales y presidenciales de 2002, quede reducida a una escaramuza derecha-izquierda constre?ida al ¨¢mbito local.

Lejos de eso, parece haber accionado los resortes de las ambiciones en las altas baron¨ªas de la derecha, de forma que la plaza de alcalde de Par¨ªs cuenta ya con cuatro aspirantes que se reclaman de la RPR. Al actual alcalde, Jean Tiberi, que no tira la toalla pese a haber sido desautorizado por su partido, hay que a?adir a su anterior adjunta, Fran?oise de Panafieu, y ahora a Philippe S¨¦guin y al ex primer ministro Edouard Balladur. Falta un mes para que la direcci¨®n de la RPR que preside Mich¨¨lle Alliot-Marie, seleccione al candidato oficial. El espect¨¢culo se anuncia tan prometedor que los chistes han empezado a circular. "Tiberi, Panafieu, S¨¦guin y Balladur navegan en una barca por el lago del bosque de Bolonia. La barca se hunde. ?Qui¨¦n se salva? Respuesta: Par¨ªs". Demasiado astuto, quiz¨¢, como para presentar directamente su candidatura, vista la competencia, Balladur se ha limitado a ofrecer a su partido "ocho pistas" sobre "las aspiraciones reales de los parisienses" que inevitablemente conducen a centrar en ¨¦l las miradas. La r¨¢pida reacci¨®n de S¨¦guin se explica por las declaraciones con las que Fran?oise de Panafieu reprodujo en voz alta la idea de que la retirada de Jack Lang reduc¨ªa la pelea de Par¨ªs a un asunto dom¨¦stico que dejaba fuera a los pesos pesados de la derecha. S¨¦guin, que llevaba dos meses limit¨¢ndose a consignar su "disposici¨®n" a trabajar por Par¨ªs, quiere evitar que esa idea se instale en su partido.

En el escrito que remiti¨® ayer a Mich¨¨le Alliot-Marie, el ex presidente de la RPR, subraya las dificultades para conservar la alcald¨ªa en manos de la derecha y dice, sin llegar a citar a Tiberi, que su partido "tiene un problema". El actual alcalde, chivo expiatorio sobre el que la derecha carga sus pasadas corruptelas municipales, sigue empecinado en presentarse a la reelecci¨®n y seguramente va a apreciar muy poco la actitud de S¨¦guin. Hasta hace unas semanas, Tiberi respond¨ªa invariablemente a los primeros movimientos del ex presidente de su partido con el recordatorio-amenaza de "S¨¦guin es mi amigo, ¨¦l no puede hacerme esto".

Las apetencias por la alcald¨ªa de Par¨ªs, una plataforma magn¨ªfica para aspirar a cotas mayores, se explica por el poder¨ªo de un Jacques Chirac que ha barrido en el campo conservador a todos aquellos, caso del propio S¨¦guin, que pod¨ªan ensombrecer su liderazgo. Sin duda el presidente de la Rep¨²blica prefiere a un S¨¦guin ocupado en las recepciones municipales que a un rival resentido actuando en la sombra. Hoy sellar¨¢n su reconciliaci¨®n con un encuentro privado en el El¨ªseo.