Savio, el beneficiario de la estrategia
Savio Bortolini estaba loco por volver. ?l y Balic se disputaban un lugar en el costado izquierdo del campo y Del Bosque se lo otorg¨® al brasile?o, que sali¨® electrizado, hiperactivo, con esa movilidad propia que encubre su presunta fragilidad. A los tres minutos de partido, Savio era feliz, la estrategia le propon¨ªa un gol no habitual en su cat¨¢logo. Del Bosque ha venido trabajando esta tarea, porque el Madrid tir¨® de repertorio y sac¨® un muestrario de variedades sobre la presunta jerarqu¨ªa de Roberto Carlos. El defensa brasile?o es probablemente el futbolista m¨¢s asiduo en esos lances, pero seguramente el m¨¢s ineficaz en el resultado. Ayer se convirti¨® en elemento intimidatorio y a la primera surti¨® efecto. Cuando esperaban el disparo portentoso pero generalmente mal dirigido del brasile?o, Redondo traz¨® un pase a Ra¨²l al borde del ¨¢rea que el delantero devolvi¨® al punto de penalti. Una filigrana entre una nube de futbolistas, quiz¨¢ un exceso, pero apareci¨® la puntera de Savio, entre una amalgama de botas y consigui¨® el gol. Savio no se lo cre¨ªa. Su festejo fue absoluto con acunamiento incluido. El Madrid hab¨ªa alterado todos los papeles. El que chuta no chut¨®, uno que estaba all¨ª pas¨®, el que resuelve (Ra¨²l), centr¨® y el que centra, remat¨®. Una cuesti¨®n de estrategia, ratificada despu¨¦s por el propio Roberto Carlos, a la segunda oportunidad: su disparo fue infame y el Madrid volvi¨® a la estrategia en busca de mejores opciones.
Si al Madrid le funcion¨® el trabajo a bal¨®n parado, a Clemente se le cay¨® a los tres minutos el entramado: muchos defensas para aguantar el tiro y a las primeras de cambio el partido le reclama delanteros. El Madrid que le hab¨ªa metido en el entuerto, le sac¨® del mismo, con su proverbial capacidad para desengancharse del partido.
La felicidad de Savio, contrastaba con la abulia de Guti y las penurias de Ra¨²l, m¨¢s perseguido por su marcador personal (el joven Gurrutxaga) que por sus compa?eros. Tan olvidado como Aranzabal, un magn¨ªfico lateral al que Clemente le dio el lugar del sancionado De Pedro y se perdi¨® en la nada.
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