El Manchester, a todo gas

MANCHESTER 7-WEST HAM 1Seguro de su fuerza, el Manchester sali¨® al c¨¦sped de Old Trafford a subirse en el ensordecedor tren de c¨¢nticos que le dedic¨® su afici¨®n, a modo de festejo primero, y con tono de despedida despu¨¦s. Como un regimiento que marcha hacia el frente. A dos d¨ªas de viajar a Madrid para disputar la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones, los hinchas rojos contemplaron la paliza que su equipo le dio al West Ham como pr¨®logo del partido del martes en el Bernab¨¦u. Lo que vieron fue la tunda del a?o, ni m¨¢s ni menos. Y su equipo la propin¨® con flema brit¨¢nica. Una calma extra?a se apoder¨® del Manchester, que desde el primer minuto pareci¨® ausente a los jaleos, con ritmo sosegado en un campo encerrado sobre cuatro voladizos que le imprimen car¨¢cter de cueva. David Beckham sintetiz¨® en su juego el esp¨ªritu reinante en el equipo. Siempre alzando la frente, marcando un ritmo cadencioso, con un punto de displicencia. Recib¨ªa la pelota, la devolv¨ªa al primer toque y arrancaba por la banda para interceptar la pared y meter centros con la serenidad de quien se toma un t¨¦.Por el costado de Beckham le fueron cayendo los goles al West Ham. Cuando iban cuatro, Ferguson comenz¨® a hacer cambios para reservar jugadores con la mirada puesta en Madrid. El plan del West Ham, que sali¨® a chocar y a colgar balones largos sobre el ¨¢rea del Manchester, fue desbaratado con precisi¨®n rigurosa. En el Manchester los papeles est¨¢n resabidos y cada uno los interpret¨® en su mejor expresi¨®n. El pelirrojo Scholes -tres goles-, el enganche, fue letal en el ¨²ltimo pase y en el remate desde fuera del ¨¢rea. El capit¨¢n, Keane, limpi¨® el medio centro y cerr¨® por detr¨¢s de los centrales. Stam dirigi¨® a la defensa y subi¨® a cabecear en los c¨®rners. Irwin ofici¨® de ¨²ltimo hombre. Cole y Yorke no dejaron de zigzaguear buscando el desmarque frente al ¨¢rea de Forrester. Y Ryan Giggs, el extremo izquierda, se relaj¨® en la grada y disfrut¨® del espect¨¢culo que le ofrecieron sus colegas. Giggs se recupera de una leve sobrecarga muscular que no le habr¨ªa impedido jugar, pero Ferguson le reserv¨®. En su puesto se vio al ex rojiblanco Fortune.

Mir¨¢ndose las u?as de las manos, cabizbajo y taciturno, el t¨¦cnico del West Ham, Harry Redknapp, elev¨® su alabanza al Manchester United despu¨¦s de la goleada. "Han jugado maravillosamente bien, maravillosamente bien...", repiti¨®. "Este equipo es imparable; simplemente pertenece a otro nivel. C¨®mo pasan la pelota sus jugadores, c¨®mo se mueven en el campo, con qu¨¦ coordinaci¨®n. Es incre¨ªble. El West Ham necesitar¨ªa jugadores mucho mejores para guardar una m¨ªnima esperanza".