Recuperadas las desgarradoras interpretaciones de Mar¨ªa Jim¨¦nez Un doble disco rescata 40 canciones grabadas entre 1976 y 1986
Mar¨ªa Jim¨¦nez protagoniz¨® una de las m¨¢s notables historias de ¨¦xito en los a?os de la transici¨®n. Sevillana del barrio de Triana, donde naci¨® el 3 de febrero de 1950, se especializ¨® en rumbas y buler¨ªas que escenificaban grandes pasiones. Un doble CD, 40 grandes canciones, rescata lo m¨¢s notable que grab¨® entre 1976 y 1986 para Fonomusic. "Nadie sab¨ªa decir mejor las historias del coraz¨®n", se define.
En su cuidado cancionero aparec¨ªan cl¨¢sicas latinoamericanas (El rey), obras de cantautores como Amancio Prada (Libre te quiero) y piezas hechas a su medida (H¨¢blame en la cama). En 1975, el cineasta Gonzalo Garc¨ªapelayo se hallaba en Sevilla rodando su primera pel¨ªcula, Manuela, cuando experiment¨® el torbellino Mar¨ªa Jim¨¦nez en el tablao Los Gallos; "yo cantaba con todo el cuerpo", recuerda ella.Garc¨ªapelayo, que por entonces desarrollaba una intensa actividad como productor musical a trav¨¦s del sello Gong, tuvo la intuici¨®n de que all¨ª estaba el equivalente femenino de Bambino y busc¨® la forma de trasladar al disco la fiereza de sus directos.
Lo logr¨® con un equipo excepcional: los guitarristas Enrique de Melchor y Paco Cepero, unos palmeros encabezados por Enrique Pantoja, algunos m¨²sicos procedentes del rock como Carlos C¨¢rcamo o Gualberto Garc¨ªa. En contraste con los discos de flamenco, que se grababan en pocas horas, Garc¨ªapelayo explica que los LP de Mar¨ªa Jim¨¦nez estaban muy ensayados, perfectos en comp¨¢s y enriquecidos por arreglos precisos: "Fueron una revelaci¨®n incluso para cantaores gitanos".
Garciapelayo conserv¨® lo m¨¢s explosivo del repertorio desarrollado por Mar¨ªa Jim¨¦nez en tablaos de Barcelona y Madrid, donde destacaban las rancheras de Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez pasadas al flamenco, en l¨ªnea con lo hecho anteriormente por Dolores de C¨®rdoba. M¨¢s dif¨ªcil result¨® llevar al territorio de las buler¨ªas temas tan improbables como Canci¨®n de amor n? 2, de Amancio Prada, una audaz f¨®rmula que permitir¨ªa flamenquizar Gracias a la vida, Alfonsina y el mar o Resurrecci¨®n de la alegr¨ªa. Aunque la jugada de establecer a la sevillana entre el p¨²blico progre no result¨® -"Jos¨¦-Miguel Ull¨¢n fue el ¨²nico que entendi¨® lo que quer¨ªamos hacer"-, esas interpretaciones introdujeron una po¨¦tica ins¨®lita en el flamenco. El productor considera que el primer disco es su trabajo musical m¨¢s satisfactorio, por encima de Triana o la pareja Lole y Manuel.
Mar¨ªa Jim¨¦nez cont¨® igualmente con excepcionales canciones pensadas para ella, cargadas de elegante erotismo y firmadas por Paco Cepero, Pepe de Luc¨ªa, Manuel Pic¨®n o Manolo S¨¢nchez Pern¨ªa. Canciones que retrataban a una mujer que reflejaba sus peripecias amorosas en interpretaciones viscerales.
Aunque aparece ocasionalmente en televisi¨®n (encarn¨® a una folcl¨®rica en Todos los hombres son iguales), Mar¨ªa Jim¨¦nez se ha retirado sin amargura. Sugiere que sufre un veto pol¨ªtico y que no hay discogr¨¢ficas dispuestas a apostar por hipot¨¦ticos nuevos discos, pero "el gusanillo est¨¢ bien enterrado y no tengo necesidades econ¨®micas". Reside en los alrededores de Madrid y se dedica a su famil¨ªa y a "vivir la vida".
Babelia
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