'Marianne' huye del fisco franc¨¦s

Marianne, el s¨ªmbolo femenino de la Rep¨²blica Francesa, mujer de formas rotundas, senos generosos y cabeza coronada con gorro frigio, ha adoptado desde hace algunos a?os rostros de francesas c¨¦lebres. Brigitte Bardot o Catherine Deneuve son algunas de las famosas que han prestado sus facciones para que un escultor las inmortalizase en un busto cuya copia se repart¨ªa luego en m¨¢s de 30.000 ayuntamientos. La ¨²ltima elegida es Laetitia Casta, top model y actriz, de medidas 88-60-88, capaz, seg¨²n la Asociaci¨®n de Alcaldes de Francia, de encarnar, en bronce, "los valores c¨ªvicos a los que aspiran los franceses de hoy" y de "simbolizar una sociedad solidaria, abierta y tolerante".Todas esas virtudes nebulosas, que nada tienen que ver con el indiscutible par¨¢metro del 88-60-88 repartido en 1,71 metros de altura, acaban de ser relativizadas, si no ridiculizadas, por la Laetitia Casta de carne y hueso. Seg¨²n el diario The Times, en su edici¨®n del 1 de abril -el D¨ªa de los Inocentes en la mayor parte de Europa-, la Marianne del a?o 2000 acaba de convertirse en residente fiscal brit¨¢nica para escapar a la voracidad del fisco franc¨¦s. "No me extra?a", ha declarado Jean-Paul Delavoye, presidente de la asociaci¨®n de alcaldes, "y no creo que se le pueda reprochar. Otros artistas o deportistas tambi¨¦n han optado por convertirse en s¨²bditos fiscales de administraciones con menos apetito". Quien se ha irritado especialmente es el escultor Serge Chachkine que ha anunciado su intenci¨®n de hacer un nuevo busto de Marianne y tomar como modelo a una obrera, "una verdadera mujer del pueblo".

Delavoye, adem¨¢s de decir que no se trata, pues, de una inocentada, da a entender que "ser Marianne" no comporta obligaci¨®n alguna. Descubrir que Alain Delon, tradicionalmente atra¨ªdo por los papeles de g¨¢nster, tiene sus ahorros en Suiza o que Alain Prost, antiguo rey de la f¨®rmula 1, vive y cotiza en M¨®naco no sorprende a nadie. Es m¨¢s, es una opci¨®n acorde con los personajes que nunca quisieron ser otra cosa que emblemas del ¨¦xito, pero que en una chica de 21 a?os, s¨ªmbolo de solidaridad y de valores c¨ªvicos, ya sea tan calculadora como la troupe Anelka, s¨ª produce un cierto estupor.

Laetitia Casta, cuyo talento dram¨¢tico es a¨²n una inc¨®gnita, acababa de rodar la serie televisiva La bicyclette bleue, en la que da vida a una hero¨ªna de la Resistencia. Se trata de una adaptaci¨®n de una novela de gran ¨¦xito de Regine Desforges, escritora que decidi¨® trasladar la trama de Lo que el viento se llev¨® a Francia y convertir la guerra de Secesi¨®n en enfrentamiento entre p¨¦tainistas y maquisards. La top model est¨¢ del lado de los buenos, de esos maquis que no aceptan la derrota y que saben que la Francia de verdad, la Francia eterna, la de De Gaulle, est¨¢ en Londres, y no en Vichy, y menos a¨²n en Par¨ªs. Laetitia Casta, en la vida real, tambi¨¦n conf¨ªa m¨¢s en Londres y, seg¨²n dicen, ha alquilado un apartamento cerca de Covent Garden, un barrio en el que el metro cuadrado se cotiza por las nubes.

Antes de sumarse a la causa de la resistencia antinazi, Laetitia Casta fue Falbal¨¢ en Ast¨¦rix contra C¨¦sar, pel¨ªcula que no s¨®lo convert¨ªa en actores de verdad unos dibujos que pasan por explicar en broma el car¨¢cter irreductiblemente nacionalista y patriotero franc¨¦s, sino que se propon¨ªa como la respuesta francesa al desaf¨ªo de Hollywood. Hab¨ªa que pararles los pies a las naves espaciales y a los efectos especiales de La guerra de las galaxias, y para ello nada mejor que una buena guerra a base de menhires y efectos especiales entre legiones romanas y el gordo Ob¨¦lix.

La asociaci¨®n de alcaldes presidida por Delavoye es de inspiraci¨®n abiertamente gaullista. Con BB, que aparte de su combate por los derechos de los animales tiene una inquietante querencia por sintonizar con el FN y siempre se queja de que "en Francia hay demasiados extranjeros", y con Catherine Deneuve, que considera sus opciones pol¨ªticas como un asunto estrictamente privado, la asociaci¨®n ya no tuvo demasiada suerte. Con Laetitia Casta, los alcaldes van a tragarse su tercera taza de caldo no deseado, como si no les bastara con el rid¨ªculo de tener junto a la chimenea un busto de Bardot, Deneuve o Casta. En Francia, quienes ganan mucho dinero abonan, en concepto de IRPF, alrededor del 60% de sus salarios, un 20% m¨¢s de lo que pagan los brit¨¢nicos. Casta parece que cree menos en los valores universales de la Rep¨²blica que en los de la libra esterlina.