Sociedades en Holanda, dinero negro y derechos de imagen

A pesar de las modificaciones legales introducidas recientemente en Espa?a sobre la fiscalidad del deporte profesional y, m¨¢s concretamente sobre los clubes de f¨²tbol, la situaci¨®n sigue siendo muy heterog¨¦nea. La decisi¨®n de Hacienda de inspeccionarlos a todos revela que existen dudas sobre la veracidad de sus declaraciones al fisco. Las grandes entidades, como por ejemplo el Real Madrid y el Bar?a, presentan cuentas anuales auditadas por grandes firmas. En el caso del club blanco, con importantes salvedades derivadas de una complicada situaci¨®n financiera, pero que dan una imagen bastante aproximada de su estado.

En el otro extremo, y esto es algo que llama la atenci¨®n de los inspectores, varios de los clubes presentan presupuestos significativamente peque?os a pesar de la gran cantidad de fichajes y jugadores extranjeros que incorporan a sus plantillas. Aqu¨ª las sospechas de que se mueve dinero negro est¨¢n en boca de todos.

Otro sistema del que se sospecha, como ha puesto de manifiesto el informe de la administraci¨®n judicial del Atl¨¦tico de Madrid en relaci¨®n con la sociedad holandesa Van Doorn, es el de inflar el precio del fichaje de un jugador extranjero a cambio de pagarle menos en Espa?a de ficha anual. La ventaja es que el pago del fichaje se realiza en Holanda, aunque sea aplazado en varios a?os, sin apenas pagar impuestos, mientras que los abonos en Espa?a quedan reducidos a la m¨ªnima expresi¨®n y por lo tanto con muy poco coste fiscal para el club. Este m¨¦todo tambi¨¦n sirve para generar dinero para el pago de comisiones en el extranjero.

Finalmente, est¨¢ el tema del pago de los derechos de imagen, un concepto con el que los clubes pagan a sus jugadores la explotaci¨®n de su imagen a trav¨¦s de la televisi¨®n o de cualquier otro medio. La ley limita estos derechos, que tienen un tratamiento fiscal mucho m¨¢s favorable, al 15% de los pagos totales.

Sistemas variados

Los grandes clubes han creado sus propios sistemas para sortear esa limitaci¨®n. El m¨¢s com¨²n consiste en acordar con una de las empresa patrocinadoras que page directamente a los jugadores, con lo que esos ingresos no computan como realizados por los clubes. En el caso del Bar?a, este acuerdo es con la cadena auton¨®mica TV-3.

Otro mecanismo, m¨¢s pintoresco, es el de algunos profesionales del Real Madrid. Se trata de registrar su propio nombre como marca comercial de toda clase de productos, desde paraguas a ropa interior, pasando por perfumes y palos de golf. El club paga a las sociedades propietarias de esas marcas por su supuesta explotaci¨®n comercial.