Oficio

Para celebrar los 300.000 ejemplares vendidos de su tercer elep¨¦, Late at night, el cuarteto madrile?o ha tenido que ampliar su oferta hasta a tres conciertos consecutivos, dado el precoz agotamiento de entradas que sobrevino a los pocos d¨ªas de ponerse a la venta las correspondientes a las dos primeras fechas. Dover contin¨²a en la buena estela de ventas y popularidad que ha guiado su carrera desde el principio y, de momento, la respuesta est¨¢ asegurada.Para calentar el ambiente, otra banda de la capital, Super Skunk, ofreci¨® 45 minutos de rap rock fuerte, arrogante, pele¨®n y lleno de tacos.

La banda, que tambi¨¦n jugaba en casa, estuvo convincente y directa en la presentaci¨®n de las canciones de su segundo disco, Planeta azul, que les sit¨²a con todo derecho en la primera plana del rock alternativo espa?ol.

Dover apareci¨® en escena en medio del alboroto generalizado por parte de un p¨²blico que ha visto pasar la mayor parte de su veintena de edad a lo largo de la convulsa d¨¦cada pasada. Muchos de ellos conoc¨ªan perfectamente el repertorio de la noche y no dejaron pasar un trozo de letra sin desga?itarse en el acompa?amiento.

El grupo de las hermanas Llanos muestra una solidez en directo envidiable. El sonido y el modo de tocar de Amparo encuentra los riffs con mayor rotundidad, aunque los solos contin¨²an siendo simplones y ruidosos. La base r¨ªtmica mantiene una contundencia ejemplar, sin dejar un resquicio a la debilidad y persiguiendo hacer galopar las canciones como si de potros desbocados se tratase.

Aplomo

En cuanto a la solista, si bien se muestra bastante m¨¢s contenida en cuanto a enloquecimiento esc¨¦nico, tambi¨¦n hace gala del aplomo que da la experiencia, el mont¨®n de conciertos sobre sus escuetas espaldas.

Hay m¨¢s oficio, qu¨¦ duda cabe, aunque lo cerrado de sus canciones y la personalidad retra¨ªda e intensa de la cantante tampoco le permiten a?adir demasiadas novedades a lo que ha venido haciendo desde siempre.

En cuanto a las canciones, fue una larga lista que inclu¨ªa gran parte de los temas de su discograf¨ªa, con lo que las explosiones de j¨²bilo por parte de los asistentes estaban aseguradas.

Los mejores tramos del concierto de anoche correspondieron a Devil came to me, Serenade, Cherry Lee y D.J.

No obstante, para quien no est¨¢ tan entregado al proyecto que propone Dover, hay exceso de linealidad en tonos, arreglos y melod¨ªas, y se echa de menos, m¨¢s que nunca, alguna salida imaginativa que aporte novedades a una f¨®rmula que ya tiene unos a?itos y que, como todo en esta vida, tambi¨¦n podr¨ªa ser susceptible de evolucionar en alguna direcci¨®n que causase sorpresa o, cuando menos, un leve arqueo de cejas.

Nada que objetar, pues, al vibrante concierto ofrecido ayer en Madrid por la banda de rock espa?ol que m¨¢s discos ha vendido en activo. Las cifras mandan y los asistentes se divirtieron de lo lindo, aunque algunos siempre piden m¨¢s. Tambi¨¦n est¨¢n en su derecho.