Radiograf¨ªa de la espa?ola maltratada

Cerca de dos millones de espa?olas son mujeres maltratadas. Se trata de la primera estimaci¨®n oficial de un problema que sacude a la opini¨®n p¨²blica por oleadas desde hace tres a?os y que ahora el Gobierno ha conseguido calibrar por primera vez a trav¨¦s de una macroencuesta. El estudio La violencia contra las mujeres, hecho p¨²blico esta semana por el Instituto de la Mujer, concluye que el 12,4% de las espa?olas mayores de 18 a?os (alrededor de 1.865.000) sufren alguna forma de maltrato familiar, casi siempre de manos de sus maridos o compa?eros sentimentales, en muchos casos duradero y a veces inadvertido hasta por la propia v¨ªctima. A la pregunta de si hab¨ªan sufrido alguna agresi¨®n en su entorno m¨¢s cercano durante el ¨²ltimo a?o, el 4,2% (640.000 mujeres) contest¨® que s¨ª. Unas cifras que se quedan cortas, seg¨²n las asociaciones de mujeres.Estos n¨²meros, extra¨ªdos de las respuestas de 20.552 mujeres, no han sorprendido por su magnitud ni al Gobierno ni a las asociaciones y no difieren mucho de los de otros pa¨ªses europeos, subray¨® en su presentaci¨®n la presidenta en funciones del Instituto de la Mujer, Pilar D¨¢vila.

La distancia que separa ambas orillas, la oficial y social, es mayor en relaci¨®n al perfil de las v¨ªctimas: seg¨²n el estudio, una mujer que ya ha cumplido los 45 a?os, con pocos estudios y que tiene en su casa su trabajo. Es una imagen "de otra ¨¦poca", se queja la presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas (FAMSD), Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo. Y le da la raz¨®n la portavoz en la materia del Consejo de la Mujer de Madrid, que agrupa a 73 organizaciones, Teresa Heredero: "Las asociaciones no tenemos la capacidad de hacer un estudio de esta envergadura, pero vivimos el d¨ªa a d¨ªa de las v¨ªctimas y esa realidad no es la que refleja la encuesta".

V¨ªctimas sin perfil

Los expertos no se cansan de repetir que la violencia dom¨¦stica se da en todas las clases sociales, que no hay una ¨²nica imagen que defina a las v¨ªctimas. "Tratar de dar un perfil de la mujer maltratada es tendencioso", opina Heredero. El Instituto de la Mujer concluye, sin embargo, que "el [bajo] nivel de estudios est¨¢ claramente asociado con la violencia dom¨¦stica", por ejemplo, y que "tiene una incidencia especial en el tramo de edad comprendido entre 45 y 64 a?os".

Los datos de la FAMSD contradicen este ¨²ltimo extremo: de las 198 mujeres que han pasado por su centro de atenci¨®n desde 1991, el 68% ten¨ªan 30 o menos a?os, el 80% trabajan y s¨®lo el 7% no tiene ning¨²n tipo de estudios. La raz¨®n del abismo que separa ambos tipos de mujer podr¨ªa estar en el hecho de que las mujeres que llegan a un centro son las que sufren el problema en su forma m¨¢s grave: han tenido que huir, ocultarse durante a?o y medio en una casa que no aparece en el callejero y, sobre todo, han dado el paso de denunciar.

Entre los objetivos del estudio est¨¢ precisamente cuantificar las situaciones de maltrato que no acaban en un juzgado, en algunos casos porque no son considerados ni un delito ni una falta. "Lo que no nos han dicho es cu¨¢ntas mujeres se han negado a contestar al cuestionario", dice P¨¦rez del Campo para hacer evidente esa realidad.

La macroencuesta, un compromiso que el Gobierno adquiri¨® hace un par de a?os en el Plan de Acci¨®n contra la Violencia Dom¨¦stica, fue el ¨²ltimo paso. Para confeccionar el cuestionario que respondieron m¨¢s de 20.000 mujeres -una cuota fija de 300 por comunidad aut¨®noma y el resto seleccionadas en funci¨®n de la poblaci¨®n- antes se analiz¨® el problema, se realiz¨® un an¨¢lisis cualitativo a partir de entrevistas con expertos y mujeres maltratadas y se someti¨® un primer modelo a un grupo de 100 mujeres.

El cuestionario final se dividi¨® en cuatro partes, dirigidas a estimar el n¨²mero de mujeres que sufren violencia familiar, conscientes o no (lo que los investigadores han llamado mujeres t¨¦cnicamente maltratadas); el de aquellas que aseguran haber sufrido alguna agresi¨®n el ¨²ltimo a?o; una tercera a definir las caracter¨ªsticas del maltrato y finalmente una cuarta a describir sus s¨ªntomas.

Pareja culpable

Los profesionales que trabajan con las v¨ªctimas suscriben en parte los resultados obtenidos de las dos ¨²ltimas partes del cuestionario: el culpable de las agresiones es en la mayor¨ªa de los casos la pareja sentimental, est¨¦ la v¨ªctima casada o no (el 74,2% de las t¨¦cnicamente maltratadas y el 52% de las que reconocen agresiones concretas). Otro dato en el que hay coincidencia es la duraci¨®n del maltrato: casi nunca es espor¨¢dico. La encuesta afirma que m¨¢s de un 70% de las maltratadas sufren agresiones desde hace m¨¢s de cinco a?os y menos de un 10% lo hacen desde hace menos de uno. Seg¨²n los datos europeos que maneja el Consejo de la Mujer de Madrid, la media es de 10 a?os.

Todos los consultados admiten tambi¨¦n que las mujeres maltratadas sufren en mayor proporci¨®n que la poblaci¨®n femenina general algunos s¨ªntomas, como dolores de cabeza, angustia o depresi¨®n, dolores de espalda o en las articulaciones, irritabilidad o inapetencia sexual, entre otros. De los 10 males que menciona el estudio s¨®lo el de la gripe aparece sesgado, seg¨²n Pilar P¨¦rez Cayuela, uno de los m¨¦dicos que particip¨® en la elaboraci¨®n del protocolo del Insalud para detectar a las v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica en Atenci¨®n Primaria.

Las asociaciones critican, pues, los resultados de un estudio que, seg¨²n ellas, hab¨ªa que haber realizado hace a?os y no deb¨ªa haber olvidado a los hijos de las v¨ªctimas, que s¨®lo aparecen cuando maltratan a su vez, adem¨¢s del padre. Por el contrario, ni el Ministerio del Interior, ni la Fiscal¨ªa General del Estado, que llevan su propia estad¨ªstica sobre el problema, se atreven a valorarlos.

El a?o pasado, algo menos de 25.000 mujeres pasaron por comisar¨ªa o por un cuartel de la Guardia Civil para denunciar a sus compa?eros sentimentales, actuales o pasados, por amenazarlas o apalizarlas. 42 murieron. La encuesta es un intento de abrir los ojos a una violencia que suele quedar en casa. Y la base, esperan las asociaciones, para definir pol¨ªticas que vayan m¨¢s all¨¢ de la atenci¨®n a las v¨ªctimas.