Los Garc¨ªa caen con ¨¦pica

Ojo con el marcador, que enga?a. El equipo de ensue?o del Barcelona tuvo que dejarse la piel para doblegar a un rival sin extranjeros ni miembros de la selecci¨®n espa?ola. En una final ¨¦pica, que s¨®lo perdi¨® emoci¨®n en los ¨²ltimos minutos, cuando los del Valladolid ya no pod¨ªan con su alma, el Barcelona se alz¨® con un t¨ªtulo que no pudo llevarse el a?o pasado, que s¨®lo ha conseguido en dos ocasiones durante los ¨²ltimos cinco ejercicios. Gan¨® el Barcelona, el equipo de la d¨¦cada, pero ambos contendientes dieron una exhibici¨®n de la gran belleza est¨¦tica del balonmano.Guijosa y O'Callaghan parec¨ªan sinceros por la ma?ana, cuando mostraron su temor: "El Valladolid es el equipo que mejor sabe c¨®mo jugarnos. Van moviendo el bal¨®n y, nadie se explica c¨®mo, te lo meten por alg¨²n lado. Son muy j¨®venes, tienen a sus dos mejores jugadores, Ra¨²l y Pisonero, en plena forma, y su entrenador sabe sacar el m¨¢ximo rendimiento a un equipo te¨®ricamente modesto".

Todo ello se confirm¨® tras el pitido inicial, y todos los del Valladolid salieron como si fuera el ¨²ltimo partido de sus vidas. El brillo del director Ra¨²l y del pivote Pisonero -el mejor jugador de la Copa del Rey- se complet¨® con el de los artilleros Dasilva y Romero, los extremos Davis y Garc¨ªa, y especialmente el portero Malumbres, empe?ado en competir con el genial Barrufet.

La tensi¨®n era palpable en el banquillo del Barcelona; Valero Rivera -que logr¨® su 57? t¨ªtulo al frente de los azulgrana, un registro incomparable- cambi¨® de estrategia varias veces mientras la lucha se desarrollaba a un ritmo infernal, con muchas jugadas preciosas. Gracias, sobre todo, a los mort¨ªferos contraataques del cuadro catal¨¢n, el marcador estaba igualado en el descanso.

?Pod¨ªa aguantar el Valladolid ese ritmo frente a un rival cuyos suplentes son estrellas? Todo indicaba que no: el Bar?a se march¨® hasta el 21-25 del minuto 11, pero su ventaja era m¨ªnima (25-26) tres minutos despu¨¦s. Sin embargo, las leyes de la f¨ªsica y de la l¨®gica se cumplieron: el equipo pucelano empez¨® a cometer fallos graves. Y el Barcelona exhibi¨® dos de las virtudes que le han convertido en el mejor equipo del mundo y en uno de los mejores de la historia: aprovech¨® los errores con eficacia maquinal y sigui¨® jugando a tope hasta el ¨²ltimo minuto, cuando ya ganaba por cinco.

?sa era su mejor muestra de respeto para los Garc¨ªa tras una hora de balonmano bello y trepidante.