La junta de accionistas de Ebro decidir¨¢ hoy sobre el relevo de De la Calle como presidente

Siguen la confusi¨®n y el suspense en torno a Azucarera Ebro Agr¨ªcolas. Tras el intento frustrado del pasado viernes, los accionistas de la empresa se enfrentar¨¢n hoy en la junta en lo que puede ser la pen¨²ltima batalla para eliminar de la presidencia a Vicente de la Calle. Las cajas de Castilla y Le¨®n (20%) mantienen su posici¨®n irreductible contra la presencia del presidente actual. Patrimonio del Estado (10%), en nombre de las empresas p¨²blicas Alycesa y Mercasa, as¨ª como de KIO y la familia Herba, se ha mostrado abierto a un nuevo presidente de consenso.

El pasado viernes surgi¨® el nombre de Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Norniella, actual presidente del Consejo de C¨¢maras y persona de confianza de Rodrigo Rato, ministro de Econom¨ªa en funciones, como el nombre de consenso para desbloquear una situaci¨®n que se ha enconado de forma considerable.Mientras tanto, los accionistas franceses de Saint Louis (21,3%), que hasta la fecha se han mantenido al margen de unas guerras donde se mezclan razones profesionales, personales y pol¨ªticas, son quienes tendr¨ªan en este momento la llave de salida al conflicto inclinando a un lado la balanza, aunque no se sabe cu¨¢l puede ser su precio. En medios sindicales agrarios se lamenta que los pol¨ªticos populares hayan elegido una empresa privada para dirimir batallas pol¨ªticas o de intereses personales.

La batalla, y m¨¢s bien el espect¨¢culo protagonizado por lograr el poder en el seno de Azucarera Ebro Agr¨ªcolas, es algo que ha estallado en los ¨²ltimos meses, pero que en realidad tiene sus or¨ªgenes en el propio proceso para la fusi¨®n entre Sociedad General Azucarera y Ebro Agr¨ªcolas, que se desarroll¨® hace dos a?os a golpe de presi¨®n desde el Ministerio de Agricultura de Loyola de Palacio y la Junta de Castilla y Le¨®n con su presidente, Juan Jos¨¦ Lucas. Fue un ajuste accionarial a la fuerza para frenar el control de la sociedad por parte de los accionistas franceses, que al final ha terminado saltando por los aires.

Las ra¨ªces del actual conflicto se remontar¨ªan a los primeros meses de 1998, cuando Loyola de Palacio logr¨® que KIO vendiera parte de su paquete accionarial a la empresa p¨²blica Alycesa. Impulsadas por una cruzada nacional, bajo las presiones de la Junta, las cajas de Castilla y Le¨®n entraron en el accionariado hasta lograr el 20% del capital de la sociedad pagando la acci¨®n a 3.000 pesetas.

Con Manuel Guasch como presidente, un hombre del PP, F¨¦lix Pastor Ridruejo, pas¨® a ocupar la vicepresidencia en abril de 1998 en representaci¨®n de Caja Duero, as¨ª como la responsabilidad en la comisi¨®n de auditor¨ªas. El Ministerio de Agricultura, art¨ªfice de la fusi¨®n, se hab¨ªa convertido tambi¨¦n en el que cortaba el bacalao en la sociedad.

Esta situaci¨®n dur¨® un a?o. En abril de 1999, ante la existencia de supuestas irregularidades en la gesti¨®n de la sociedad, tom¨® el mando en la empresa privada el Ministerio de Econom¨ªa. Se produjo el cese inmediato de Manuel Guasch y en su lugar se nombr¨® presidente a Vicente de la Calle, un consejero que hab¨ªa llegado a la empresa por el BCH y adem¨¢s amigo de Rodrigo Rato.

Con el desembarco de Vicente de la Calle lleg¨® tambi¨¦n la revoluci¨®n y la pol¨¦mica en Ebro. De car¨¢cter fuerte, entr¨® en la empresa con el convencimiento de que llegaba para poner orden en la gesti¨®n y acabar con todo tipo de irregularidades. Vicente de la Calle puso el ventilador, orden en las cuentas y un ajuste patrimonial. Comenz¨® a hablar de supuestas irregularidades pasadas y se enfrent¨® a las cajas en un pulso que todav¨ªa dura.