En un lugar de Almod¨®var
La Mancha, patria de ap¨¢tridas, se volc¨® ayer con uno de sus hijos. Pedro Almod¨®var recibi¨® el homenaje de Calzada de Calatrava, el pueblo de Ciudad Real donde naci¨® y se cri¨® hasta los ocho a?os y donde est¨¢n enterrados sus padres. "Hoy os habla el hijo de Antonio Almod¨®var y de Francisca Caballero. Si estoy aqu¨ª es por ellos"."?Viva el hijo de do?a Paca!". Almod¨®var, acompa?ado de su hermano Agust¨ªn y de sus hermanas Mar¨ªa Jes¨²s y Antonia, se sec¨® las l¨¢grimas con un pa?uelo. "Paisanos: me pongo las gafas no por coqueter¨ªa, sino para que no ve¨¢is que no puedo parar de llorar". Cientos de personas abarrotaban la plaza de Espa?a de Calzada; en primera fila, la presidenta de una asociaci¨®n de mujeres mastectomizadas que entre los brazos llevaba, como si fuera un santo, una foto enmarcada del cineasta. "Esto no es Calzada de Calatrava, esto es el pueblo de Pedro Almod¨®var", afirm¨® rotunda una se?ora. Cerca, un joven interrump¨ªa: "Hola, soy un fan; si quieren, me entrevistan".
El acto, organizado con ¨¦xito por el Ayuntamiento de la localidad manchega (la Universidad de Castilla-La Mancha espera impaciente desde hace meses al cineasta para investirle doctor honoris causa), estaba anunciado as¨ª en los carteles del pueblo: "El acto p¨²blico se iniciar¨¢ a las siete de la tarde, sobre un escenario colocado a tal efecto en la c¨¦ntrica plaza de Espa?a, al que podr¨¢n acceder todos aquellos que lo deseen. Comenzar¨¢ con la subida al escenario de la corporaci¨®n municipal de Calzada, en primer lugar, seguida de la familia m¨¢s directa de Pedro Almod¨®var. Luego lo har¨¢n el alcalde Francisco Espinosa y el homenajeado".
Almod¨®var no defraud¨® a sus paisanos y para ellos sac¨® de la estanter¨ªa de su casa de Madrid el Oscar. Movi¨¦ndose por el escenario con ¨¦l en la mano logr¨® desatar la histeria. "?Esto tambi¨¦n es vuestro!", dijo se?alando la estatuilla dorada. A cambio, el Ayuntamiento de Calzada le regal¨® otra escultura, de plata y de "otro manchego universal", Don Quijote. Con ella, una inscripci¨®n del cap¨ªtulo segundo del libro de Cervantes perteneciente a la primera salida del hidalgo: "?Dichosa edad y siglo dichoso aqu¨¦l adonde saldr¨¢n a la luz las famosas haza?as m¨ªas, dignas de entallarse en bronces, esculpirse en m¨¢rmoles y pintarse en tablas, para memoria en lo futuro!". Almod¨®var -"h¨¦roe de Calatrava", como le llam¨® el alcalde- confes¨® entonces que en Hollywood le han ofrecido hacer una versi¨®n de El Quijote en ingl¨¦s, "y yo me he negado, porque El Quijote, si lo hago, es en manchego". A su lado, el alcalde de la poblaci¨®n, el socialista Francisco Espinosa, le recordaba que su pueblo no se parece a California, pero que le quieren m¨¢s. "Lo bueno de tu pueblo, Pedro, es que nosotros te entenderemos siempre y nunca te echaremos del escenario".
Almod¨®var abandon¨® por la noche Calzada de Calatrava despu¨¦s de dejarse besar, abrazar e incluso aplastar por sus paisanos. Volvi¨® a Madrid en coche, acompa?ado por su hermano Agust¨ªn. Al atardecer y antes del homenaje, visitaron la tumba de sus padres y contemplaron el paisaje manchego. El horizonte verde-amarillo les record¨® el poema que su madre recit¨® ante el pueblo cuando ten¨ªa seis a?os, y que a?os m¨¢s tarde el cineasta utiliz¨® en La flor de mi secreto como homenaje a ella y a Calzada : "Qu¨¦ hermosa est¨¢ la ma?ana, / la luz del sol centellea, / las flores dan su perfume, / los rumores la arboleda. M¨¢s adelante, un cortijo; / junto al cortijo, una huerta; / junto a la huerta, una casa; / junto a la casa, la iglesia. / Lleno de flores est¨¢ el monte, / rica de frutas la vega, / el r¨ªo con muchos ¨¢rboles, ?no lo sab¨¦is?, ¨¦sa es mi aldea".
Babelia
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