El t¨¦cnico espa?ol del Calais no puede con la emoci¨®n y acaba en el hospital
Francia festeja la bella victoria del Calais como el triunfo de los humildes frente a los poderosos, como la supremac¨ªa del f¨²tbol sobre el dinero, de los modestos deportistas aficionados contra los encumbrados profesionales. El pase a la final de la Copa de Francia de un equipo de la cuarta divisi¨®n que ha tumbado a cuatro equipos profesionales ha cubierto las portadas de todos los diarios. Muchos de los comentarios tienen una elevada carga de moralidad; de descalificaci¨®n, por tanto, del derroche y la soberbia que abunda en los medios profesionales. "Qu¨¦ bocanada de frescor y qu¨¦ lecci¨®n para un profesionalismo actualmente desacreditado por los negocios del dinero y de las sinvergonzonadas que ocurren en los t¨²neles de los estadios", proclamaba ayer la Voz del Norte.
Si la fiesta es general en toda Francia, en el norte, protestante, trabajador, austero, la celebraci¨®n adquiere aires apote¨®sicos. A las 3 de la madrugada, 5.000 vecinos de Calais festejaban todav¨ªa en las calles la victoria de su equipo. Entre ellos no estuvo el h¨¦roe del momento, el entrenador Ladislao Lozano, natural de Cuenca, "espa?ol de coraz¨®n", porque despu¨¦s de haber manejado fr¨ªamente el partido sucumbi¨® a las emociones del d¨ªa y acab¨® pasando la noche en el hospital, trat¨¢ndose de una arritmia card¨ªaca. Para que no faltara nada, ahora que los cronistas adornan con referencias ib¨¦ricas sus semblanzas sobre el personaje, Ladislao Lozano ha declarado que el resultado, 3-1, se explica, quiz¨¢s tambi¨¦n, porque "Dios escuch¨® las s¨²plicas" que le dirigi¨® durante el descanso. La verg¨¹enza se ha instalado al sur de la geograf¨ªa francesa. El entrenador del Burdeos, la ¨²ltima v¨ªctima de los chicos de Lozano, jura una y otra vez que prepararon el partido "como si el Calais fuera el Manchester".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.