Tac¨®n y giros con violonchelo

El trabajo serio y el tes¨®n dan ya con toda justicia los prontos laureles que se merecen Rojas y Rodr¨ªguez. Ellos se dejan la piel en escena, as¨ª como su m¨¢s que eficiente plantilla; los bailes son fuertes, tienen investigaci¨®n, est¨¢n puestos en m¨²sica con esmero.En lo absoluto no son imitadores de Cort¨¦s o Canales, pero s¨ª sus m¨¢s cercanos y sanos competidores, y en todos hay arte de fusi¨®n. Los del N.B.E. son m¨¢s sentimentales, sus solos rozan elegantemente el drama, apoyados en una m¨²sica donde destaca un violonchelo que se permite desde un pizzicateo hasta golpes de arco, saltillos y scordaturas; gestos que se justifican dentro de la obra, se engranan a la disciplinada voluntad de innovaci¨®n del conjunto. En el deb¨², estuvo Lola Greco, que bail¨® Hur¨ª con los core¨®grafos, sutil en el estilo con sus poses elegantes. Las luces, exactas, ayudan a las evoluciones, as¨ª como los trajes concebidos por Paloma G¨®mez, funcionales en su sobriedad hasta topar con esa piedra angular que es la densidad material de la bata de cola. Prim¨® cierta concesi¨®n al gusto actual por lo ¨¦tnico, el giro virtuoso y la pirueta exc¨¦ntrica.