El Sevilla se despide de Primera

Jesuli y Mendieta salvaron con sus goles un partido de compromiso, sobre todo para el Valencia, que demostr¨® poca intenci¨®n por ganar pero que se llev¨® el triunfo en el descuento. Poca tensi¨®n y menos ganas de jugar. Estaba claro que la noche no invitaba a disputar un encuentro de f¨²tbol -lluvia, viento y fr¨ªo durante todo el partido-, pero las escasas muestras de inter¨¦s que puso el Valencia, que pareci¨® olvidarse de sus ¨²ltimos partidos y retraerse a la parsimonia italianizante que caracteriza el estilo de C¨²per, desfondaron el choque.El Sevilla lo intent¨®. Sin mucha fe y menos argumentos. Al menos se agradece la intenci¨®n de futbolistas como Juric o el detalle de la chilena de Zalayeta. La decisi¨®n de los sevillistas no fue suficiente. Fue un partido en el que ambos equipos se encontraban en el terreno de juego pero con la concentraci¨®n en otra parte: los de C¨²per en Europa y los de ?lvarez pendientes de su destino tras la debacle que va significar un descenso casi asegurado.

El Valencia despreci¨® el riesgo. ?Qu¨¦ fue de ese equipo que le endos¨® cinco goles al Lazio o seis al Oviedo? Se limit¨® a seguir una tendencia generalizada en los equipos que visitan el S¨¢nchez Pizju¨¢n: aguantar y esperar el error del contrario. Con el campo convertido en una pista deslizante el ataque valencianista se fundament¨® en los fallos de Marchena y el provecho que Claudio L¨®pez sacaba de ellos. La rapidez de los puntas del Valencia era la ¨²nica alusi¨®n para conseguir marcar.

El Sevilla dispuso del bal¨®n. ?Para qu¨¦? Entre la poca claridad de sus jugadores a la hora de enlazar el ataque y una especie de miedo esc¨¦nico que les imped¨ªa rematar las jugadas en el ¨¢rea se descompon¨ªa el partido sin goles. El encuentro aburr¨ªa y para colmo el juego deslavazaba. El Valencia lo intentaba al contragolpe y el Sevilla se estrallaba contra s¨ª mismo. Entre los fallos provocados por las dificultades en el control del bal¨®n pasaron sin pena ni gloria los primeros 45 minutos.

Pero es que la segunda parte no fue muy diferente en principio. Durante los diez primeros minutos el Valencia trat¨® de dormir el partido, dej¨® que el Sevilla se adelantara, que llevara la iniciativa en el ataque, que lo intentase una y otra vez, siempre con la misma suerte, es decir, ninguna. Parec¨ªa que C¨²per hab¨ªa adoctrinado a sus hombres con una idea clara: tranquilidad, que luego sale Mendieta y soluciona. As¨ª fue. La salida del centrocampista empuj¨® al Valencia al ataque, no demasiado, pero con un poco m¨¢s de intensidad. Con el Sevilla volcado sobre la porter¨ªa de Ca?izares, un contraatque entre Farinos y Mendieta acab¨® con la escasas fuerzas del Sevilla.

Entonces ?lvarez opt¨® por poner a Jesuli. Un futbolista de una calidad que sobrepasa de forma clara a sus compa?eros. Por su facilidad en el regate y su mente clara a la hora del remate ?Por qu¨¦ no lo sac¨® antes? Cuando los sevillistas ya hab¨ªan tirado la toalla, no s¨®lo se perd¨ªa el partido sino la categor¨ªa, Jesuli, con un potente trallazo, consegu¨ªa el empate. Pero fue a m¨¢s, dio una lecci¨®n de profesionalidad con dos ocasiones claras, una a pase de Olivera a la que no lleg¨® por poco, y otra en un remate en el que hizo lucirse al meta valencianista. Se abri¨® el partido. Por fin lleg¨® el f¨²tbol, desordenado con ocasiones para ambos conjuntos. Pero en un c¨®rner en el descuento, Pellegrino remat¨®, el bal¨®n peg¨® en Zalayeta y acab¨® con el Sevilla.