Antonio Guti¨¦rrez

Hemos estado acostumbrados hasta ahora a ver las dimisiones o ceses de los l¨ªderes pol¨ªticos como asuntos traum¨¢ticos o de infarto. Cuando no eran las elecciones las que acababan con a?os de poder y mando del jefe eran los propios compa?eros de la ejecutiva quienes le derribaban. La pol¨ªtica absorbe de tal manera las energ¨ªas de las personas que cuando deja de ser actividad dominante parece que provoca la ca¨ªda del pol¨ªtico en un agujero negro. Pero hay excepciones. La ¨²ltima ha sido hace dos d¨ªas con la figura del secretario general de CC OO Antonio Guti¨¦rrez. Tras doce a?os dirigiendo el sindicato se va dejando a ¨¦ste convertido en una organizaci¨®n actualizada, renovada, dotada de personas e ideas nuevas. Su cese se ha hecho sin traumas, sin aspavientos, sin fracturas de ning¨²n tipo. Es toda una lecci¨®n a partidos y otras organizaciones sociales donde la permanencia en sus puestos de direcci¨®n o de representaci¨®n se ha convertido en una forma original de entender eso del "desarrollo sostenible", es decir, una forma de durar lo m¨¢s que se pueda.

En este momento la mayor¨ªa de los partidos que protagonizaron la transici¨®n pol¨ªtica en Andaluc¨ªa sufren de una manera u otra una crisis no de crecimiento sino de agotamiento. Salvo el PP que, precisamente por no haber tenido nada que ver con el cambio de r¨¦gimen pol¨ªtico, se ha dotado de una reciente cohorte directiva, las tres expresiones del activismo pol¨ªtico de los a?os setenta necesitan renovar de una forma u otra sus equipos directivos, sus programas y sus relaciones con la sociedad. Bien es verdad que uno de ellos, el PSOE, lo puede hacer desde una posici¨®n extraordinariamente ventajosa como es la de disponer del Gobierno y de una fuerte presencia electoral y social. Pero lo tendr¨¢ que hacer bien desde el ¨¦xito o bien, como el PSOE del Estado, desde la derrota. Para el PA es algo fundamental si no quiere terminar como un simple sindicato de intereses personales y para IU se trata simplemente de no morir. No ser¨ªa ocioso que algunos de los l¨ªderes sindicales y pol¨ªticos andaluces consultaran con Antonio Guti¨¦rrez c¨®mo se hace un relevo discreto y generoso.

JAVIER ARISTU