"Las editoriales peque?as son la esperanza"
Mario Muchnik (Buenos Aires, 1931) es el representante m¨¢s cualificado de lo que queda de edici¨®n independiente en Espa?a. Despojado hace diez a?os de su propia editorial (la que llevaba su nombre), despedido por Anaya al no alcanzar el sello que compart¨ªa con esta gran empresa los resultados exigibles a una f¨¢brica de calcetines, afronta una nueva aventura editorial desde Del Taller de Mario Muchnik, ¨²ltima aventura independiente de quien es tambi¨¦n escritor. Ah¨ª est¨¢ para demostrarlo su autobiograf¨ªa editorial, Lo peor no son los autores. El viernes inaugur¨® en Vitoria los actos preparados con motivo del D¨ªa del Libro, en un momento en que han surgido datos contradictorios sobre el sector: el 50% de los espa?oles no lee un libro nunca en una pa¨ªs que publica 60.000 t¨ªtulos al a?o y cuyas librer¨ªas son las que menos mantienen las novedades en sus estanter¨ªas.Ante este panorama, Muchnik apuesta por su forma de trabajar. "La editorial peque?a es la esperanza. Competir por autores muy caros no es interesante, ni siquiera desde el punto de vista literario", explica el editor hispano-argentino, para quien "los escritores caros ya no son buenos". "Es cierto que Stephen King sigue siendo el mismo, pero, por ejemplo, Mario Vargas Llosa no tiene nada que ver. Hoy en d¨ªa ir a competir para editar, por poner otro ejemplo, a Garc¨ªa M¨¢rquez o Javier Mar¨ªas no tiene sentido. En cambio, hay gente que empieza, y que me gustar¨ªa editar", dice.
As¨ª que a los peque?os editores les queda el campo de la independencia, de la calidad, de la exploraci¨®n. "Soy un explorador que no va a buscar en Francia lo desconocido para los franceses; yo voy en busca de lo que es famoso all¨ª mientras que no gozan de fama en Espa?a", comenta el descubridor de El¨ªas Canetti, Bruce Chatwin, Isaac Montero, o Julien Green, entre otros.
Son escritores que han mantenido una fidelidad con Muchnik, en lo que es una de las islas que quedan dentro del comercial mundo de la edici¨®n. ?l no entra en el juego. "Los autores juegan con las editoriales a golpe de talonario, porque ¨¦stas se prestan. Nunca dir¨¦ nada del escritor que pide 200 millones de pesetas de adelanto, s¨ª de la editorial: es la culpable de que se corrompa la literatura", explica. Este fen¨®meno es muy reciente, antes primaba una relaci¨®n de fidelidad entre los escritores y sus editores, en lo que es un contacto normal entre dos personas que comparten un trabajo. "A m¨ª todos me han sido fieles mientras he tenido editorial", dice Muchnik.
Con quienes surgen m¨¢s problemas es con los herederos. Reciente est¨¢ la pol¨¦mica con la viuda de Rafael Alberti, en la que Muchnik intervino. "Hoy d¨ªa ya se detecta lo que es o no de Rafael. Por ejemplo, me ha llegado la noticia de que el presidente del Gobierno, Aznar, tiene un cuadro colgado en la pared con una dedicatoria que no es de Alberti", se?ala.
La soluci¨®n ante esta mercantilizaci¨®n de la literatura est¨¢, a su juicio, en un respeto por la creaci¨®n art¨ªstica y en lograr que la edici¨®n no se asemeje a otro negocio cualquiera. "Tenemos que editar menos y cuidar m¨¢s los libros. Ismail Kadar¨¦ dec¨ªa: vivimos en el tiempo del reloj, pero la literatura es tiempo de los astros", rememora Muchnik, ahora enfrascado en una colecci¨®n de narrativa con la UNED. Se llamar¨¢ Aire nuevo y publicar¨¢ dos o tres libros al a?o de autores j¨®venes o poco conocidos.
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