Prodi, entre Roma y Bruselas
El fracaso del primer ministro italiano, Massimo d'Alema, en las elecciones regionales ha vuelto a desatar los rumores sobre el eventual retorno a Italia del presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi. Aunque sus portavoces han vuelto a desmentir esta semana esa posibilidad, no es un secreto en Bruselas que Prodi nunca ha dejado de pensar en la pol¨ªtica italiana y que, asediado por las cr¨ªticas, no est¨¢ satisfecho con su experiencia comunitaria.Nadie cree hoy en Bruselas que Prodi vaya a dejar a medias su trabajo como presidente de la Comisi¨®n para volver a Italia. Pero, dicho eso, pocos ignoran que el antiguo cabeza de lista de El Olivo tiene motivos para querer volver. No consigue superar las feroces cr¨ªticas, casi un¨¢nimes, de la prensa internacional. No ha dejado de pensar ni un momento en la pol¨ªtica italiana. Y el fracaso de su gran enemigo pol¨ªtico, Massimo d'Alema, al que pone todos los obst¨¢culos que puede desde Bruselas, puede ser una tentaci¨®n irresistible que le impulse a regresar a Italia.
Pero, para poder dejar la Comisi¨®n, Romano Prodi necesita buenos argumentos. Mala campa?a ser¨ªa la de volver a Roma arrastrando el fardo de una huida, por mucho que algunos subrayan que dejar las cosas a media legislatura est¨¢ menos mal visto en Italia que en otros pa¨ªses.
Por Bruselas circula estos d¨ªas una columna pol¨ªtica publicada en la prensa italiana y que podr¨ªa ser el primer paso de Prodi hacia Roma. Se trata del habitual comentario de Boris Biancheri en La Stampa. Antiguo diplom¨¢tico, embajador en Tokio, Londres y Washington, secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores cuando Prodi era jefe del Gobierno, Biancheri le da ideas a su antiguo jefe y vaticina que puede dejar Bruselas dando un portazo si las cosas no mejoran en la pol¨ªtica comunitaria.
Biancheri, que ve a algunos Gobiernos detr¨¢s de las cr¨ªticas de prensa a Prodi, escribe: "Si los ataques que ha recibido son el presagio de advertencias m¨¢s serias; si los pa¨ªses que no tienen intenciones de progresar, que m¨¢s bien quieren renacionalizar Europa, alzan sus voces y los otros siguen paralizados; si el programa de reforzamiento institucional que les ha propuesto al inicio de su mandato resulta ilusorio; si estuviera claro que Europa est¨¢ destinada a permanecer paralizada, entonces Prodi puede verse tentado a denunciar ¨¦l mismo la par¨¢lisis de la Uni¨®n y marcharse dando un portazo".
"En el gabinete del presidente est¨¢n obsesionados con la pol¨ªtica italiana", se?alan fuentes que conocen el entorno inmediato del presidente. "Prodi no ha dejado de poner obst¨¢culos a D'Alema, su enemigo pol¨ªtico", se?alan fuentes italianas en Bruselas. Por ejemplo, fue el gabinete del presidente el que m¨¢s presion¨® para que en las orientaciones de pol¨ªtica econ¨®mica la Comisi¨®n le llamara la atenci¨®n al Gobierno de D'Alema por la reforma del sistema de pensiones, un asunto pol¨ªticamente muy delicado.
Y no falt¨®, en el caso italiano, la recomendaci¨®n de regionalizar la negociaci¨®n de los salarios, precisamente uno de los puntos en los que se retract¨® D'Alema del documento que envi¨® con el brit¨¢nico Tony Blair al Consejo Europeo de Lisboa sobre la nueva econom¨ªa. Y es que la venganza es un plato que se sirve fr¨ªo.
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