Los albergues se quedan sin plazas ante la creciente presencia de inmigrantes

Cada vez hay m¨¢s inmigrantes que recurren a los albergues para indigentes: suponen casi el 40% de los 11.000 usuarios de estos centros, frente al 20% de hace un lustro. Esto hace que las 1.300 plazas disponibles sean insuficientes. Son los grupos m¨¢s marginados, con problemas mentales y gran desarraigo, los que se quedan en la calle, al ser menos constantes en la lucha por una cama que los trabajadores de otros pa¨ªses, seg¨²n responsables de los refugios municipales y privados. Una soluci¨®n es crear m¨¢s albergues para inmigrantes. Actualmente s¨®lo hay uno en San Blas.

"Los extranjeros recurren a los albergues en los primeros momentos, cuando est¨¢n solos y todav¨ªa no han conseguido un trabajo o un piso compartido entre compatriotas. Pero la mayor¨ªa no son marginados, sino personas con plenas capacidades personales y laborales que sufren penurias econ¨®micas", dice Ernesto Cabello, director del ¨¢rea de mayores y personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid."Estamos estudiando medidas como la creaci¨®n de m¨¢s albergues para inmigrantes, pero todav¨ªa no hay nada decidido", concluye Cabello. El ¨²nico que existe de car¨¢cter oficial es el que gestiona Cruz Roja en San Blas, con 190 plazas, totalmente saturado. Desde que en marzo finalizara la campa?a del fr¨ªo, lo que supone el cierre de los refugios de Mayorales y Don de Mar¨ªa, cada d¨ªa son 35 las personas que acuden a ¨¦l a solicitar una plaza. Y siempre hay alguien que no la consigue. Algunas entidades de apoyo a los extranjeros como Karibu o la Delegaci¨®n Diocesana de Inmigraci¨®n (ASTI) tienen tambi¨¦n algunas residencias de pocas plazas.

En los albergues para indigentes, tanto en los municipales como en los privados, un buen n¨²mero de camas se ocupan con ciudadanos de otros pa¨ªses. El a?o pasado, el 40% de los usuarios del centro municipal de San Isidro, con 269 plazas, fueron extranjeros. Hace un lustro supon¨ªan s¨®lo el 20% de los usuarios. En el otro refugio, el de Mayorales, con 110 camas disponibles s¨®lo en los meses de fr¨ªo (de noviembre a marzo), el incremento de extranjeros es a¨²n mayor: en la campa?a de fr¨ªo 97-98 supon¨ªan el 36% de los albergados, frente al 57% de este a?o.

Sin plaza

Debido a esta saturaci¨®n, cerca de una docena de personas se quedan cada d¨ªa sin plaza en San Isidro, aunque, seg¨²n explican en el centro, se intenta acoger a aquellos con mayores dificultades para desenvolverse. "Entre las personas de la calle ha corrido la voz de que los albergues est¨¢n llenos, y muchos ya ni se molestan en ir a pedir plaza", explica Marta Rodr¨ªguez, trabajadora social del Rinc¨®n del Encuentro, regentado por la asociaci¨®n Rais.

El albergue Don de Mar¨ªa, en el parque del Emir Mohamed I (Centro), se ha convertido, sin pretenderlo, en un refugio para extranjeros. La asociaci¨®n cat¨®lica Casa de los Pobres abri¨® en 1996 este cobijo privado de 80 plazas en un local municipal para destinarlo "a los m¨¢s pobres de los pobres". Pero, en el ¨²ltimo a?o, el centro, que ha cerrado con un mes de anticipaci¨®n por un problema de agresiones a los voluntarios que lo atend¨ªan, se cop¨® de inmigrantes (el 90% de ellos hombres de 25 a 35 a?os).

En los albergues de instituciones religiosas que integran la red Faciam, los extranjeros supon¨ªan en 1996 el 27% de los usuarios. El a?o pasado eran ya el 35%. Pero, adem¨¢s, la realidad cambia de una instituci¨®n a otra. En San Mart¨ªn de Porres (Carabanchel), con 70 camas, m¨¢s de la mitad de los albergados el a?o pasado eran inmigrantes, mientras que en San Juan de Dios, con 224 plazas, suponen el 35% (hace un lustro eran s¨®lo un 10%).

Antonio Rodr¨ªguez, responsable de San Mart¨ªn de Porres, coincide con Cabello en el diagn¨®stico: son precisamente las personas para las que fue creada la red de albergues las que se est¨¢n quedando fuera de ella ante la llegada de inmigrantes necesitados de alojamiento. "Nuestros centros no son el lugar m¨¢s adecuado para trabajadores extranjeros que s¨®lo precisan comida y cama gratis durante un tiempo. El problema es que, salvo el albergue de San Blas, no existe ninguna red de alojamientos para inmigrantes", a?ade.

En el comedor que las Hijas de la Caridad regentan en la calle del General Mart¨ªnez Campos (Chamber¨ª), el 80% de las 500 personas que acuden cada mediod¨ªa son inmigrantes. Lo mismo sucede en otro comedor, el Santiago Masarnau, abierto hace dos a?os en el Alto de Extremadura por la asociaci¨®n San Vicente de Paul: el 85% de los 200 comensales atendidos cada d¨ªa son extranjeros.

Los ¨²nicos albergues para inmigrantes abiertos en los ¨²ltimos 10 a?os son, adem¨¢s del de San Blas, los dos habilitados en Fuencarral, en San Roque y Valdelatas, para 42 familias gitanas rumanas expulsadas el pasado verano del barrio de Malmea.