Aves controladas
La dulce imagen de una cosechadora en el campo ante el sol del atardecer puede esconder detr¨¢s la poco id¨ªlica realidad de la destrucci¨®n. Cada a?o desaparecen nidos de aves entre el trigo a ra¨ªz de los cambios que se est¨¢n produciendo en la agricultura. Hasta qu¨¦ punto est¨¢n afectando a algunas especies en la provincia de Ja¨¦n es lo que pretende averiguar un grupo formado por 33 personas dirigido por Agust¨ªn Madero, que fue responsable de conservaci¨®n del parque natural de Sierra M¨¢gina y que ahora trabaja en los servicios t¨¦cnicos de la Delegaci¨®n de Medio Ambiente. Entre atropellos por cosechadoras, los cambios que se producen en el manejo de la agricultura como consecuencia de la introducci¨®n de semillas de trigo de ciclo corto que maduran antes y crecen poco y los usos de herbicidas y pesticidas, especies como el aguilucho cenizo, una rapaz que cr¨ªa entre el trigo durante el verano, est¨¢n "de capa ca¨ªda" en palabras de Madero.
Todo se complica mucho m¨¢s con la sensibilidad de algunas especies de aves ante la alteraci¨®n del h¨¢bitat, que en Ja¨¦n ha sido importante teniendo en cuenta que la mayor parte de los cultivos se han sustituido para plantar olivar.
Durante el mes de abril se est¨¢ realizando el censo para conocer cu¨¢ntos ejemplares quedan de aguiluchos cenizos, de avutardas o de ortegas. De la primera especie se calcula que en Ja¨¦n quedan unas 100 parejas. El Ministerio de Medio Ambiente ha declarado en marzo a esta especie como vulnerable por los cambios que se est¨¢n produciendo en el entorno que necesita para mantenerse. La avutarda no est¨¢ mucho mejor, con 20 ejemplares calculados.
El inter¨¦s por conocer el n¨²mero de aves que sobrevuela la provincia de Ja¨¦n se extiende y amplifica en el caso del ¨¢guila imperial ib¨¦rica, que se encuentra en peligro de extinci¨®n. Madero tambi¨¦n ha promovido un censo especial que comenz¨® a realizarse en febrero y que acabar¨¢ en junio. En Do?ana hay menos de una decena de parejas nidificando y en Sierra Morena se tienen localizadas 10. "Pero no se conocen todas las que hay y pretendemos controlarlas a todas". Lo que lamenta Madero es que "siempre" aparezca Do?ana como paradigma cuando las sierras de uno de los cuatro parques naturales protegidos de Ja¨¦n est¨¢n sirviendo para el mantenimiento de especies muy significativas.
"La calidad ambiental de Sierra Morena es tan buena que la procreaci¨®n del ¨¢guila imperial es mejor que en otros lugares", advierte. Hay parejas que han conseguido sacar adelante hasta cuatro pollos en una sola temporada. Y eso en el caso del ¨¢guila imperial ib¨¦rica es casi una haza?a.
Madero defiende a los que practican la caza mayor. "Suelen generar una respuesta negativa de la sociedad, pero hay que ver el aspecto de conservaci¨®n que conlleva". La ventaja de este tipo de caza, se?ala, es que s¨®lo suelen "molestar" tres o cuatro d¨ªas al a?o y el resto dejan tranquilas a unas aves que son muy solitarias y no toleran la presencia de los seres humanos cerca.
"Lo que estamos haciendo ahora significar¨¢ conocer en poco tiempo cu¨¢ntas aves quedan y en qu¨¦ condiciones est¨¢n. Despu¨¦s propondremos medidas para evitar los problemas; pero ya tendr¨¢n que ser los pol¨ªticos los que decidan qu¨¦ hacer", advierte Madero. Durante varios meses el grupo de 33 personas de la Delegaci¨®n de Medio Ambiente se dedicar¨¢ a "peinar" los montes escuchando, mirando al cielo y contando los nidos de las aves que viven en los campos de Ja¨¦n padeciendo los cambios que introducen los avances tecnol¨®gicos.
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