Deseo cumplido en la historia de amor de Sinera
Una enternecedora historia de amor ocurrida en la villa marinera de Arenys de Mar (Maresme) a finales del siglo XIX acab¨® ayer con un final feliz, como no pod¨ªa ser de otra manera, coincidiendo con la Diada de Sant Jordi. De esta manera, los restos mortales de Emilia de Rovira i Presas, una vecina de la localidad, descansan ya en el pante¨®n que mand¨® construir su amado, Rafael Mart¨ªnez, con quien no se pudo casar por culpa de los prejuicios sociales de la ¨¦poca.Aunque pueda parecer parad¨®jico, la historia de amor tiene como escenario los muros del m¨ªtico cementerio de Sinera, inmortalizado en la obra de Salvador Espriu. Uno de los panteones m¨¢s espectaculares del campo santo ha permanecido vac¨ªo desde hace casi un siglo, a pesar de haber sido construido especialmente en memoria de una persona, la bella Emilia de Rovira, hija de una de las familias locales m¨¢s influyentes de la ¨¦poca. El mausoleo lo mand¨® construir un vecino del pueblo a quien la familia de la chica nunca acept¨® ni mientras ¨¦sta vivi¨® ni una vez muerta, porque entonces obstaculiz¨® el traslado de sus restos al pante¨®n.
Ayer, al cabo de 108 a?os de que Emilia de Rovira muriera de amor, seg¨²n cuentan algunos, se homenaje¨® a la pareja en una discreta ceremonia a la que asistieron m¨¢s de 300 personas. "Con este acto no queremos dar lecciones de historia, de ¨¦tica, ni siquiera juzgar a nadie. S¨®lo pretendemos realizar un peque?o homenaje a esta pareja de enamorados", afirm¨® Santiago Fontbona, alcalde de Arenys de Mar.
El pante¨®n permaneci¨® vac¨ªo hasta ayer, despu¨¦s de que fructificara la iniciativa de un grupo de ciudadanos que fue apoyada por el Ayuntamiento para cumplir uno de los deseos de Rafael Mart¨ªnez.
La historia se remonta a finales del siglo pasado, cuando la familia de la chica se opuso a que Emilia viviera una bonita historia de amor con Mart¨ªnez, un joven cubano estudiante de medicina. "Era una relaci¨®n que no entraba en los criterios sociales de la ¨¦poca" asegura Elvira Ortiz, una de las promotoras de la iniciativa. Una vez concluidos sus estudios, el joven se march¨® a su Cuba natal, concretamente a la ciudad de Santa Clara.
Muy a su pesar, la relaci¨®n entre los dos enamorados se trunc¨® definitivamente cuando los familiares de ella interceptaron las cartas de amor que Rafael enviaba desde el otro lado del Atl¨¢ntico. Mientras, Emilia esper¨® durante a?os el regreso de su amado, pero la falta de noticias la acab¨® consumiendo. Al final, la pena y la tristeza acabaron con ella y muri¨® a los 33 a?os. Unos dicen que de amor y otros de tisis.
A?os m¨¢s tarde, en 1926, Rafael -due?o de una importante fortuna y con una reconocida posici¨®n social y pol¨ªtica en su pa¨ªs, donde lleg¨® a ser ministro- regres¨® a Arenys de Mar, y al conocer los hechos encarg¨® la construcci¨®n de un pante¨®n de m¨¢rmol presidido por el busto de Emilia, esculpido a partir de la foto de un camafeo que ella le regal¨® poco antes de que partiera hacia Cuba. Rafael pretend¨ªa inhumar los restos de su amada y trasladarlos al mausoleo, pero la familia de ella se interpuso de nuevo y no lo permiti¨®. Ayer, el deseo de Rafael se hizo realidad y los restos de la mujer descansan ya en el magn¨ªfico pante¨®n que, seg¨²n algunos, hizo construir tambi¨¦n por el remordimiento que sufr¨ªa por no haber insistido lo suficiente ante la familia de la chica para lograr el matrimonio.
Al acto simb¨®lico asistieron familiares lejanos de Emilia de Rovira, quienes con su presencia quisieron legitimar el traslado de los restos mortales. Un biznieto de un hermano de Emilia, Juan Roberto de Rovira, se?al¨®: "Hay que entender la historia en la ¨¦poca en la que sucedi¨®", y a?adi¨® que de esta leyenda familiar se pod¨ªa extraer una lecci¨®n: "Intentar evitar que los prejuicios sociales rompan las relaciones humanas".
Durante la ceremonia se leyeron poemas en honor de los enamorados e incluso se estren¨® una habanera que cuenta la bella historia de amor. Los restos mortales de Emilia, que hasta ayer reposaban en el columbario n¨²mero 579 del m¨ªtico cementerio de Sinera y que estaban condenados a la fosa com¨²n, descansan definitivamente en el pante¨®n que tiene reservado desde 1926.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.