Gui¨®n normal en un d¨ªa de mentira
No se abrieron las taquillas, pero se cumpli¨® con el protocolo habitual que precede a los partidos
"Nos presentaremos en el Camp Nou como si fu¨¦ramos el cami¨®n de las mudanzas. Una vez en el estadio, esperaremos la decisi¨®n del propietario del campo. Si es negativa, cogeremos las maletas y volveremos a subir al autocar con todos nuestros muebles". La frase la acu?¨® ayer Jes¨²s Gil, presidente del Atl¨¦tico de Madrid, en un restaurante del Puerto Ol¨ªmpico. Lo hizo entre su c¨ªrculo privado, pero procur¨® que se filtrara a la prensa. A esa hora, la del almuerzo, el Bar?a hab¨ªa dado otro paso para no jugar el partido de Copa. A media ma?ana, Kluivert, Reiziger y Zenden, sub¨ªan a un avi¨®n rumbo a Amsterdam para concentrarse con la selecci¨®n de Holanda. Eran los tres ¨²ltimos holandeses internacionales azulgrana, que retrasaron el viaje hasta ayer. Frank de Boer, Bogarde y Cocu viajaron el d¨ªa anterior. El Bar?a se quedaba con 10 jugadores de campo y un portero suplente para el encuentro.Mientras, en Madrid, la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol confirmaba que el partido deb¨ªa comenzar a las nueve de la noche. Las posturas entre el organismo federativo y el club azulgrana estaban enfrentadas. Los jugadores del Atl¨¦tico, concentrados en un hotel en la parte alta de la ciudad, atend¨ªan perplejos las informaciones que iban recogiendo a trav¨¦s de la radio. Los rojiblancos no dejaron nunca el gui¨®n establecido en la jornada de cada partido oficial. Salieron del hotel y dieron un largo paseo por la avenida Diagonal, cerca del Camp Nou. Fue una caminata tranquila, sin gente por las calles, en el d¨ªa de la resaca de la festividad de Sant Jordi, jornada en que se impone un libro y una rosa.
Las pesimistas previsiones para que se jugara el encuentro iban tomando cuerpo. Pr¨¢cticamente nadie dudaba que el Bar?a no jugar¨ªa. Hab¨ªa que atender a la puesta en escena programada por el club azulgrana para la tarde. El Bar?a despleg¨® todo el material humano para abrir el estadio, como si se tratara de una jornada de f¨²tbol corriente. Varios detalles, sin embargo, certificaron que no era un d¨ªa normal. Las taquillas no se abrieron y el dispositivo de seguridad era menor. El t¨¦cnico, Louis Van Gaal, cit¨® a los jugadores disponibles a las 18.45 horas. Cada uno de ellos lleg¨® con su autom¨®vil al tener jornada festiva. Tambi¨¦n se sumaron a la convocatoria Nano y Mario, jugadores del filial.
El ambiente se detectaba tenso, nervioso, entre el centenar de personas congregadas a esa hora en la barrera principal de acceso al estadio. Incluso, el presidente azulgrana, Josep Llu¨ªs N¨²?ez, fue abucheado por un peque?o grupo de aficionados. Los nervios afloraron tambi¨¦n entre los miembros de seguridad del club, muy descorteses con el poco p¨²blico que acudi¨® al estadio, y con la prensa. La celebraci¨®n del partido estaba en manos de la directiva, de la reuni¨®n que comenz¨® a las 19.30 horas. Una hora m¨¢s tarde, algunos directivos salieron a la tribuna del palco y corraboraron que no se jugaba el partido. La historia termin¨® como se preve¨ªa, aunque se cumpli¨® la liturgia previa a la disputa del choque, alineaciones incluidas, con sorpresas en el once del Atl¨¦tico: Toni; Philipauskas, Gaspar, Santi, Capdevila; Ngejus, Paunovic, Baraja, Valer¨®n, Solari y Roberto.
Ahora le toca actuar a la federaci¨®n. Las previsiones apuntan a que el Bar?a ser¨¢ eliminado de las semifinales de la Copa, expulsado de la pr¨®xima edici¨®n del torneo y sancionado con dos millones de pesetas. De momento, el acta arbitral, que se?ala que el partido no se jug¨® y lleva a?adidas las alegaciones del Bar?a -firmadas por el delegado Carlos Naval y el secretario Josep Maria Antr¨¤s-, pasa a manos del Comit¨¦ de Competici¨®n, que decidir¨¢, abriendo un proceso que puede durar hasta dos a?os.
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