Dos libros resumen la trayectoria del fot¨®grafo Joan Fontcuberta
Nos hizo creer en la existencia de un astronauta cuyo rastro personal fue hecho desaparecer por las autoridades del Kremlin. Tambi¨¦n cre¨® una fauna singular de especies animales no catalogadas. El fot¨®grafo Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) ha jugado siempre a buscar la autenticidad del enga?o para resaltar de esta manera el espejismo que es siempre la realidad. El pasado jueves, Fontcuberta present¨® en la galer¨ªa Ras Zonas de penumbras y El artista y la fotograf¨ªa, dos libros de la editorial Actar que muestran toda la filosof¨ªa de su trayectoria profesional. "Inyecto el virus de la ficci¨®n en mi trabajo para crear alerta cr¨ªtica en la realidad", coment¨® Fontcuberta refiri¨¦ndose a su obra.En el acto de presentaci¨®n de los libros participaron, junto al artista, Anatxu Zabalbeascoa, autora de uno de los textos incluidos en El artista y la fotograf¨ªa, y Manuel Borja-Villel, director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba). A juicio de Zabalbeascoa, esos libros resumen dos de las l¨ªneas principales por las que ha discurrido el trabajo de Fontcuberta. "Zona de penumbra hace referencia a la percepci¨®n de las cosas basadas en nuestros conocimientos. En El artista y la fotograf¨ªa, Fontcuberta juega con el car¨¢cter legitimador del contexto", coment¨® Zabalbeascoa, quien considera que "la duda es la base de toda su obra".
Jugar con la percepci¨®n
En Zonas de penumbra se presentan tres series de fotograf¨ªas. En Constelaciones, una de estas series, la percepci¨®n visual parece indicar que observamos las fotograf¨ªas de un firmamento estrellado en la noche. La realidad es que se trata de las im¨¢genes de cad¨¢veres de insectos que se han estrellado contra el parabrisas de un coche. En el libro El artista y la fotograf¨ªa, la ficci¨®n se organiza mediante la utilizaci¨®n de las im¨¢genes de Picasso, Dal¨ª, T¨¤pies y Mir¨®, a los que atribuye, sin citarlos, la autor¨ªa de una colecci¨®n de fotograf¨ªas. Fontcuberta, en este caso, se otorga el papel de comisario y desarrolla todo un discurso sobre el origen de la exposici¨®n.
En el apartado dedicado a la suite Port Lligat, Fontcuberta cita al conservador del museo Salvador Dal¨ª de San Petersburgo, en Florida. Una referencia que parece rizar el rizo de la fantas¨ªa y que, sin embargo, es cierta. "Como todo el mundo est¨¢ acostumbrado a que utilice artificios en mis exposiciones, creo que ahora invertir¨¦ el proceso y presentar¨¦ trabajos reales que parezcan invenciones", coment¨® Fontcuberta.
Como ejemplo, el fot¨®grafo propuso la posibilidad de realizar un proyecto basado en el estudio de antiguos restos hallados en la llamada Isla de los Vascos, en el r¨ªo San Lorenzo, en Canad¨¢. "Nadie pensar¨ªa que fuera cierto hallar vestigios de vascos en un remoto lugar en medio de Canad¨¢, aunque esto sea totalmente cierto", asegur¨® el fot¨®grafo.
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