La ONU reconoce que el embargo internacional a Irak es un fracaso
El embargo sobre Irak est¨¢ haciendo agua. El cerco econ¨®mico impuesto hace 10 a?os por la comunidad internacional sobre los iraqu¨ªes empieza a agrietarse por todas partes, han confesado funcionarios de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas en Bagdad, que reconocen que s¨®lo controlan una m¨ªnima parte del comercio exterior de este pa¨ªs.
Las reflexiones autocr¨ªticas de los expertos se producen en v¨ªsperas de una nueva fase del proceso de vigilancia, y mientras ayer, domingo, llegaba a Bagdad un nuevo coordinador de la ayuda humanitaria y se preparan a desembarcar los pol¨¦micos equipos de desarme. Los servicios de vigilancia de Naciones Unidas s¨®lo tienen capacidad suficiente para inspeccionar uno de cada 200 camiones que entran y salen de Irak por la frontera del norte con Turqu¨ªa, exportando petr¨®leo e importando, en teor¨ªa, alimentos. Estos servicios de inspecci¨®n son algo m¨¢s eficaces en la frontera oeste con Jordania, donde los funcionarios de la ONU se jactan de llegar a controlar uno de cada 20 camiones. Los datos son, sin embargo, mucho m¨¢s escandalosos y escalofriantes en el sur, donde ya no existe ninguna contabilidad fiable sobre el n¨²mero de camiones y barcos inspeccionados por los funcionarios de la ONU, y se desconoce tambi¨¦n qu¨¦ cantidad de camiones o de otros veh¨ªculos de transporte se dirigen diariamente hacia los puestos fronterizos de la regi¨®n de Basora.
Las fotograf¨ªas efectuadas recientemente por los sat¨¦lites esp¨ªas norteamericanos y los aviones de reconocimiento AWACS han llegado a demostrar la existencia en determinadas fechas de hasta m¨¢s de 30 kil¨®metros de camiones parados en la carretera de acceso al puerto de Basora, sobre los que no se ha podido ejercer ning¨²n tipo de control ni vigilancia por parte de la ONU.
"Casi nada est¨¢ funcionando como estaba previsto. Todo est¨¢ siendo un fiasco", aseguran a modo de conclusi¨®n final expertos de Naciones Unidas desde sus despachos en el cuartel general de Bagdad, en el hotel Canal. Sus palabras corroboran el fracaso de una misi¨®n internacional que se inici¨® hace 10 a?os cuando se les orden¨® colocar un cerco econ¨®mico sobre Irak mediante el control de las salidas de petr¨®leo y las entradas de alimentos y otros productos.
Las labores de los 1.800 hombres que trabajan para o en la ONU en Irak, 600 de los cuales son extranjeros pagados con generosos sueldos, son absolutamente ineficaces y languidecen dentro de un proceso de embargo que se pudre irremediablemente, corroboran con indignaci¨®n los diplom¨¢ticos de Bagdad. Estas confesiones de los funcionarios internacionales sobre su propia ineficacia se producen en un momento especialmente delicado, cuando llega a Bagdad el nuevo coordinador de ayuda humanitaria, el birmano Tun Myat, que ocupar¨¢ el puesto dejado hace pocos meses por el alem¨¢n Hans von Sponeek, despedido fulminantemente tras haber criticado en voz alta el programa de ayuda humanitaria a Irak y haber calificado el embargo de "arma de destrucci¨®n masiva".
Pero nada de eso parece preocupar excesivamente a la peque?a comunidad internacional instalada en la capital de Irak, que se muestra sin embargo inquieta con la llegada, en un plazo de cuatro a seis semanas, del nuevo equipo de inspectores de desarme, al mando del tambi¨¦n nuevo titular Hans Blix, un sueco de 71 a?os. ?l tendr¨¢ como misi¨®n continuar las inspecciones efectuadas por el equipo predecesor dirigido por el diplom¨¢tico australiano Richard Butler.
"El equipo de Butler se convirti¨® en una agencia de esp¨ªas al servicio de Estados Unidos; confiamos que ahora no suceda con Blix lo mismo", afirman los funcionarios de la ayuda humanitaria de la ONU. Las inspecciones de desarme de Irak, paralizadas desde hace 16 meses, se reanudar¨¢n poco antes del verano, siempre y cuando el r¨¦gimen de Bagdad confirme la aceptaci¨®n de su mandato y la resoluci¨®n 1.284 de la ONU, que se comprometi¨® a levantar el embargo si Sadam Husein colaboraba activamente en las investigaciones.
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