La bandera de la discordia
El obispo de ?vila se enfrenta al alcalde, del PP, al impedir la entrada en la catedral de la ense?a de la ciudad
La guerra sigue abierta. El obispo de ?vila y el alcalde de la ciudad mantienen un pulso en el que nadie cede. Los abulenses siguen con inter¨¦s y a veces con pasi¨®n este enfrentamiento entre la autoridad eclesi¨¢stica y el municipio controlado por el Partido Popular. Cada parte utiliza las armas a su alcance en esta singular disputa. El ¨²ltimo episodio se registr¨® ayer.Teresa Garc¨ªa Avil¨¦s, 27 a?os, presidenta de Nuevas Generaciones del PP en ?vila y recientemente elegida senadora, no sab¨ªa que cuando en las ¨²ltimas elecciones municipales accedi¨® a ser concejala uno de sus trabajos m¨¢s pesados ser¨ªa el de soportar el peso de la bandera de la ciudad ayer pudo valorar esto durante un buen rato.
Agust¨ªn D¨ªaz de Mera, alcalde de ?vila y presidente provincial del PP, decidi¨® de nuevo que la bandera municipal no estuviera presente en la misa mayor celebrada en la catedral a causa de la negativa del obispo a que se sit¨²e en el presbiterio del templo a la misma altura que los s¨ªmbolos de la Iglesia, como es pretensi¨®n del regidor y como hab¨ªa ocurrido anteriormente. Mientras tanto, la bandera de la ciudad se qued¨® a la puerta de la Catedral sostenida -como manda la tradici¨®n para los desfiles procesionales- en brazos de la concejala Garc¨ªa Avil¨¦s y custodiada por la Polic¨ªa Local y los maceros. Ya el 15 de octubre de 1999, festividad de Santa Teresa, patrona de la ciudad, hab¨ªa ocurrido lo mismo.
Y es que el prelado no autoriza, aludiendo a las directrices pastorales de la Iglesia, que emblemas de car¨¢cter civil se dispongan en igualdad a los religiosos ya que este lugar est¨¢ reservado a los signos sacramentales de la acci¨®n lit¨²rgica, aunque s¨ª que est¨¢ dispuesto a que se sit¨²e en un lugar preferente del templo, en la denominada v¨ªa sacra. En estas tortuosas relaciones entre la Iglesia y el poder civil, fuentes del obispado han reconocido que se han llegado a mantener conversaciones entre ambas partes para llegar a un acuerdo, sin que en ning¨²n momento se haya conseguido de forma satisfactoria para ambas partes.
El regidor abulense, que no quiso pronunciarse sobre el nuevo enfrentamiento, manifest¨® tras la primera fricci¨®n de este tipo que para arreglar el asunto habr¨ªa que "ver restituido el honor a la bandera municipal". Durante la homil¨ªa de la misa del patr¨®n de la ciudad, seguramente seguida con m¨¢s inter¨¦s para observar si el obispo se pronunciaba sobre el asunto, Gonz¨¢lez Montes mencion¨® unas palabras del ap¨®stol San Pablo dirigidas a Timoteo que afirm¨® "tienen plena actualidad" y pronunci¨® la frase "soporta lo adverso y cumple tu tarea de evangelizador", a la vez que hac¨ªa referencia a la persecuci¨®n de la que fue objeto Jesucristo. "Si a mi me han perseguido tambi¨¦n os perseguir¨¢n a vosotros", y precis¨®, en clara referencia a la pol¨¦mica que "esta persecuci¨®n no ha cesado".
El ¨²ltimo cap¨ªtulo es uno m¨¢s de las malas, escasas y pol¨¦micas relaciones que mantiene el Obispo de ?vila y el Partido Popular de ?vila, que se han extendido a otros ¨¢mbitos de la sociedad, con una m¨¢s que importante implantaci¨®n cat¨®lica, desde que Gonz¨¢lez Montes lleg¨® a la ciudad en 1997 y decidi¨® que la di¨®cesis se quedara sola al frente de la Universidad Cat¨®lica y se deshiciera del apoyo de Ayuntamiento y Diputaci¨®n. La universidad que hab¨ªa creado su antecesor, Antonio Ca?izares, ahora arzobispo de Granada, precisamente con el apoyo de todas las instituciones. Entonces, como ahora, Gonz¨¢lez Montes record¨® que el Estado espa?ol vive bajo una separaci¨®n de poderes y en un estado aconfesional.
Los asuntos pol¨¦micos entre Iglesia y poder civil se acumulan: la Junta de Castilla y Le¨®n se ha retrasado ya en pronunciarse sobre las obras que el Cabildo Catedralicio comenz¨® en el presbiterio de la Catedral y que fueron paralizadas hace medio a?o al no recibir el visto bueno de Patrimonio. Tanto la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como la de la Historia han manifestado su rotundo rechazo y el propio ayuntamiento abulense abri¨® un expediente por falta de licencia de obra.
A la espera de un pr¨®ximo cap¨ªtulo de este culebr¨®n que ha provocado una fuerte animadversi¨®n hacia el obispo entre la sociedad abulense, donde no es raro o¨ªr "yo me borro de cat¨®lico" mezclado con duras cr¨ªticas hacia el prelado, miles de personas acudieron ayer -como es tradici¨®n- a meter su pa?uelo bajo el sepulcro de alabastro de San Segundo en la ermita rom¨¢nica que lleva su nombre. Todos pidieron tres deseos para que el santo haga cumplir uno.
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