Generosa y terrorista
Es una de las mujeres que menos habla (en p¨²blico) y sobre la que m¨¢s se habla, mal que le pese. El diario franc¨¦s Le Monde ha escrito de ella: "Es astuta como una campesina, generosa como una madre de familia, dispuesta a defender a sus autores a base sobre todo de intuici¨®n". Tiene una formidable nariz que le ha hecho tener en cartera no s¨®lo a casi todo el boom literario latinoamericano sino tambi¨¦n a cuatro premios Nobel de literatura: Pablo Neruda, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Vicente Aleixandre y Camilo Jos¨¦ Cela. La prestigiosa publicaci¨®n especializada Publishers Weekly ha dicho que "es apasionadamente admirada u odiada, respetada o temida". Rosa Montero asegura que la hace "sentir Marilyn Monroe".Discreta, apasionada y contradictoria, dura como el diamante, llega a las l¨¢grimas f¨¢cilmente. Algunas editoriales la han acusado de ser una terrorista editorial: afirman que las sumas escandalosas que suele pedir como anticipos hacen tambalear sus cimientos econ¨®micos. Para Carmen, los adelantos nunca son inimaginables ni astron¨®micos. "Me di cuenta del desnivel entre la capacidad de creaci¨®n y su valoraci¨®n en el mercado de trabajo en cuanto a retribuciones econ¨®micas", dijo en cierta ocasi¨®n.
Se r¨ªe con humor cuando la llaman terrorista. Lo suyo, explic¨® hace m¨¢s de 20 a?os, es promover la publicaci¨®n de aquellos autores que, a su juicio, tienen val¨ªa literaria y controlar que las ediciones se hagan en condiciones m¨ªnimas de garant¨ªas para las obras de creaci¨®n. Sabe que vende el producto m¨¢s delicado de la Tierra: las palabras. "Me siento absolutamente solidaria con el autor". Fue la primera en introducir la cl¨¢usula de cesi¨®n por tiempo limitado de los derechos de un libro (generalmente cinco a?os). Tambi¨¦n ha sido la pionera en Espa?a en contemplar en un mismo contrato los derechos electr¨®nicos, cosa que ya hizo antes con el cine o la televisi¨®n. Ha dedicado un mont¨®n de a?os a una lucha feroz para rescatar derechos cautivos con los que se hab¨ªa hecho alguna editorial para poder administrarlos casi de por vida: Juan Benet, Ana Mar¨ªa Matute, Camilo Jos¨¦ Cela, James Joyce o William Faulkner son algunos ejemplos.
La contradicci¨®n entre dureza y generosidad la hace especialmente seductora. Ha pedido el oro y el moro por un libro puntero, pero se ha dejado la piel en lograr la publicaci¨®n de un autor del que sabe que le hace mucha ilusi¨®n ver un libro suyo en las librer¨ªas pero que tiene muy escasas posibilidades de conseguirlo. Tambi¨¦n ha pagado de su propio bolsillo sin vacilar la edici¨®n de alguna obra de culto que las editoriales no consideran rentable.
Tiene una cuadra de alrededor de 100 autores, muchos de los cuales har¨ªan las delicias de cualquier agente internacional, como, por ejemplo, del temible Andrew Wylie, conocido como El Chacal, que ya le ha lanzado alguna que otra OPA, embate que ella resiste con cara de p¨®quer.
Carmen Balcells naci¨® en Santa Fe, cerca de Cervera, en Lleida, en una familia de propietarios rurales. Fue la mayor de cuatro hermanos y la ¨²nica mujer. Estudi¨® en un colegio de monjas para casarse, pero su madre, mujer cultivada, que hablaba idiomas y tocaba el piano, se empe?¨® en que hiciera un peritaje mercantil, por si se arruinaban. Y se arruinaron cuando ella ten¨ªa 24 a?os. El descalabro econ¨®mico la impuls¨® a irse de Santa Fe. "No soportaba el ambiente asfixiante del pueblo en torno a nuestra ruina", afirm¨® en una de las pocas entrevistas que ha concedido. Se fue de viaje con una amiga que hab¨ªa obtenido una beca para estudiar en la Universidad de Peruggia y con el poco dinero que reuni¨® se compr¨® un kilo de perlas cultivadas en Cervera para sobrevivir en Italia.
Cuando se acab¨® el dinero y el viaje, regres¨® a Barcelona, donde gracias al poeta Jaume Ferran, de Cervera, encontr¨® trabajo de secretaria en una oficina. Un d¨ªa le toc¨® acompa?ar a un cliente, un abogado brasile?o, a diversos editores y as¨ª conoci¨® a Joaquim Sabri¨¢, de la editorial Miracle. Sabri¨¢, muy amigo del escritor rumano Vintila Horia, que hab¨ªa abierto una agencia literaria en Madrid, la recomend¨® para que le representara en Barcelona y combin¨® este trabajo con la oficina. Hasta que Horia vendi¨® la agencia y se fue a Par¨ªs y ella dio tambi¨¦n un nuevo rumbo a su vida. Se cas¨®, dej¨® la oficina y mont¨® su propia agencia literaria. Empez¨® por estudiar las estrategias: qui¨¦nes eran los grandes editores, qui¨¦nes los medianos, qu¨¦ proyectos eran m¨¢s vendibles, qu¨¦ libros interesaban m¨¢s, fue al Premio Formentor, conoci¨® a Carlos e Yvonne Barral, a Josep Maria Castellet, empez¨® a leer mucho en espa?ol porque le resultaba m¨¢s f¨¢cil que el ingl¨¦s. En los a?os setenta mont¨® RBA, una empresa de servicios editoriales, con Ricardo Rodrigo y Roberto Altarriba. La dej¨® cuando sus socios entraron como directivos en PlanetaDeAgostini y luego puso en marcha un proyecto similar, CBS, ahora en espera, y... as¨ª han pasado m¨¢s de 40 a?os.
La gran dama de las agentes literarias cumplir¨¢ 70 a?os este verano. Ha superado todas las previsiones que ten¨ªa cuando se fue del pueblo a los 24 y ahora se retira, pero no del todo, ya lo veremos. Seguir¨¢ en la brecha con muchos proyectos. Es una de las mejores agentes del mundo y una excelente editora en la sombra, como muchos saben.
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