VISTO / O?DO Matanzas
Un libro subvencionado, comentado y difundido por Fraga, contaba ayer este peri¨®dico, niega una vez m¨¢s la matanza de jud¨ªos y de otras razas por Hitler, aunque no sea ¨¦se su objetivo: lo que se propone es negar la leyenda negra espa?ola de la matanza en la conquista de Am¨¦rica. Desgraciadamente, las dos fueron ciertas. Y no ¨²nicas. La leyenda negra espa?ola fue cierta dentro de Espa?a, aunque los fraguistas gubernamentales lo nieguen y se dediquen como puedan a esclarecer las figuras de Carlos V, el C¨¦sar Carlos, por cierto -y de Felipe II y sus continuadores: la Espa?a de los Felipes fue dura y demencial-. No s¨®lo ese gallego fraguista, quien desmiente la matanza peor del siglo, que tuvo muchas, sino que hay muchas otras personas que niegan la evidencia (como Haider, el austriaco). No es in¨²til negar la evidencia: una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, dec¨ªan los nazis (Goebbels), y la historia est¨¢ escrita con esos millares de mentiras de las que se obtiene un ¨²nico aroma del pasado. La negaci¨®n del exterminio, de la "soluci¨®n final del problema jud¨ªo", lema bajo el cual les asesinaron, no es inocente; ninguna mentira es inocente (ni las de los ni?os). Se trata de reivindicar un sistema fascista del cual Fraga form¨® parte, aunque luego se paseara con bomb¨ªn por la City en una de las etapas de su transici¨®n exterior despu¨¦s de la ca¨ªda del nazismo. Se trata de volver a culpar a los jud¨ªos y de denunciar su poder actual: para quit¨¢rselo. Y se trata de culpar del mayor crimen del siglo a los comunistas, como el inicuo Libro negro que tanto circula y que recuerda El protocolo de los siete sabios de Si¨®n, un falso antisemita que me parece que era el que ten¨ªa Carrero Blanco en su mesilla (cuando ya se sab¨ªa que el libro era falso). Lejos de m¨ª creer que Stalin y los que ¨¦l eligi¨® por el f¨¢cil m¨¦todo de eliminar a los otros fueran unas hermanitas de la caridad: pero probablemente en el siglo han sido asesinados m¨¢s comunistas que los que sus reg¨ªmenes mataron, y que muchas veces eran tambi¨¦n comunistas.
No creo que sea malo recordar y contabilizar qui¨¦n mat¨®, por qu¨¦ motivos, a qui¨¦nes y en qu¨¦ momento: ser¨¢ una manera de evitarlo. Creo que el autor fraguista del libro (Juan Luis Beceiro) recuerda algo de los bombardeos de Hiroshima, Nagasaki o de Dresden: tambi¨¦n eran cr¨ªmenes. Y los desgraciados albaneses de Kosovo que defendimos matando inocentes est¨¢n asesinando gitanos y serbios. Todo hay que saberlo.
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