Un arma al alcance de cualquier usuario
Con la eclosi¨®n mundial del virus I love you a¨²n en la retina, el vaticinio de diversos especialistas ha acabado por cumplirse: los antivirus de mayor relevancia ya han sido capaces de identificar cinco nuevas mutaciones (tambi¨¦n conocidas como strains) de este temido especimen.Desde algo tan b¨¢sico como cambiar el texto de copyright que la mayor¨ªa de los autores incluyen en sus creaciones, hasta inyectar cadenas de c¨®digo destructivo a un germen ya identificado: cualquier motivaci¨®n es v¨¢lida a cambio de un momento de fama, aun a la sombra del protagonista principal.
Las personas que mutan virus suelen encajar dentro de un perfil bastante definido: conocimientos rudimentarios de un determinado lenguaje de programaci¨®n y un notorio af¨¢n de protagonismo, que les lleva a introducir ciertas modificaciones en el c¨®digo del malware (programa da?ino) que cae en sus manos.
Para profanos
El caso de I love you es especialmente proclive a generar este tipo de comportamientos, principalmente por dos motivos: primero, porque est¨¢ escrito en Visual Basic Script (VBS), lenguaje de programaci¨®n extremadamente simple que cualquier usuario puede dominar sin esfuerzo; y segundo, porque el c¨®digo de este virus no fue cifrado por su autor, lo que significa que basta con abrir un fichero portador desde el bloc de notas para poder leer o modificar el comportamiento del especimen.
As¨ª, incluso quienes no tengan conocimiento de VBS est¨¢n capacitados para cambiar el nombre de los ficheros que el virus instala en el sistema, y hasta el texto de los mensajes que env¨ªa. De la misma manera, existen posibilidades tales como borrar apenas tres l¨ªneas de c¨®digo con las que el virus evita reenviarse a una misma direcci¨®n de correo, lo que provocar¨ªa un colapso a¨²n mayor, o bien cambiar jpg por exe, acarreando una mayor saturaci¨®n de ficheros infectados en el ordenador y la p¨¦rdida autom¨¢tica de aplicaciones.
Afortunadamente, las ¨²nicas mutaciones que han aparecido hasta ahora se limitan a modificar el nombre del fichero en que viaja el virus o el texto del mensaje portador. El caso m¨¢s preocupante es el del ¨²ltimo de los strains conocidos, que, aprovechando la inminente llegada del D¨ªa de la Madre, le comunica al usuario que ha recibido un cargo (ficticio, obviamente) de 326.92 d¨®lares en su tarjeta de cr¨¦dito, en concepto de un regalo que, de acuerdo con el texto, aparece especificado en la factura que ha sido adjuntada al e-mail, que en realidad es una copia del virus.
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