F¨²tbol de integraci¨®n
Uni¨®n Africana, un equipo de f¨²tbol de la liga de aficionados de San Pedro Alc¨¢ntara, que cuenta entre sus jugadores con senegaleses, argelinos, marroqu¨ªes, polacos y espa?oles, demuestra todos los fines de semana que es posible convivir sin distinci¨®n de raza, credo o color. El nombre fue idea de un espa?ol nacido en Co¨ªn, Miguel Santos, de 42 a?os, uno de sus fundadores, y fue elegido democr¨¢ticamente despu¨¦s de descartar en un debate La Patera, por su mayor¨ªa procedente de Marruecos, o La ONU, porque engloba a varios pa¨ªses.El capit¨¢n del equipo, Khalid Mohamad Salatin, no descarta incluir como nuevos fichajes para la pr¨®xima temporada a un gitano y un chino, a los que tiene ya echado el ojo. "Lo m¨¢s importante es lograr el respeto de la gente, y creo que eso lo hemos conseguido", asegura este joven marroqu¨ª de 30 a?os, que se?ala que lo ¨²nico que piden es un campo en el que entrenar, y poder jugar con otros equipos de aficionados de distintas localidades andaluzas. "Queremos que la sociedad sepa que los inmigrantes somos muy positivos y tenemos muchas ilusiones e ideas que aportar", subraya.
Khalid lleg¨® a Espa?a hace diez a?os "para jugar al f¨²tbol", y trabaja de panadero para sacar adelante a su familia. Echa de menos su tierra y reconoce que "aqu¨ª se vive mejor". Otros jugadores, sin embargo, no han tenido tanta suerte: carecen de trabajo y esperan legalizar sus papeles con la nueva Ley de Extranjer¨ªa. Para la mayor¨ªa, jugar supone adem¨¢s un "gran esfuerzo". Apenas pueden pagar la inscripci¨®n por temporada que cuesta 4.000 pesetas y otras 200 pesetas semanales para lavander¨ªa.
El equipo se cre¨® hace ya cinco a?os de la mano del presidente del Centro de Inclusi¨®n para Extranjeros de CC.OO en Marbella, Hamido Hamed. El idioma fue en principio objeto de roces ya superados, y el espa?ol se ha convertido en la lengua oficial, que dominan todos. Malick Cisse y Vincent Szpilczynski, ejercen tambi¨¦n de capitanes de la Uni¨®n Africana. Son el coraz¨®n del equipo. Malick lleva 10 a?os en Espa?a, es senegal¨¦s y se dedica a la venta ambulante, pero s¨®lo pide "vivir como cualquiera, y que la gente te mire como una persona m¨¢s". "A todo el equipo nos gustar¨ªa mucho competir en otras localidades de Andaluc¨ªa y no s¨®lo en San Pedro, para demostrar que la convivencia es posible entre distintas razas", se?ala. Vincent, nacido en Polonia hace 30 a?os, es el m¨¢s afortunado de sus compa?eros. Lleg¨® a Espa?a hace 20 a?os, trabaja en un banco, tiene a toda su familia en Marbella y es consciente de que su situaci¨®n es un caso aislado.
En 1995, fecha en la que se cre¨® el equipo, quedaron los ¨²ltimos en el campeonato. Este a?o la Uni¨®n Africana se encuentra en mitad de la tabla a tres partidos del final. Su victoria el s¨¢bado frente al CES Nueva Andaluc¨ªa, por 3 a 1, le ha situado en el puesto noveno de un total de 19 equipos que compiten en la liga.
A pesar de todo, su triunfo ha tenido un sabor agridulce: Las cinco tarjetas amarillas que acumularon les supondr¨¢n un gasto extra de mil pesetas, "cantidad que parece f¨¢cil de afrontar, pero que para el que no tiene dinero es un mundo". Los goles se produjeron de la mano de los hermanos Mustaf¨¢ y Abdesslam Rouifi y de Hichan Ben Khay You. Este ¨²ltimo, de 21 a?os y origen marroqu¨ª, es definido por sus compa?eros como un jugador de gran calidad, que "si alg¨²n entrenador viese alg¨²n d¨ªa podr¨ªa jugar en segunda divisi¨®n o incluso en primera, al igual que Khalid". La relaci¨®n de este equipo con el resto de los que participan en la liga es muy buena. En Ramad¨¢n adaptan los horarios, de forma que la Uni¨®n Africana, muchos de cuyos componentes son de religi¨®n musulmana, pueda terminar los partidos antes de las seis de la tarde.
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