Mestalla vibr¨® a lo campe¨®n
Miles de aficionados se lanzan a la calles y otros tantos hacen cola para lograr entradas de la final
Mestalla vibr¨® a lo campe¨®n. Unos 25.000 aficionados, pertrechados de bufandas y camisetas de sus ¨ªdolos, se armaron de coraje y paciencia para animar en la distancia al Valencia, flamante finalista de la Liga de Campeones. Mientras una mayor¨ªa opt¨® por la tranquilidad del hogar para pasar el trago, unos 25.000 aficionados acudieron a Mestalla, que ofreci¨® un aspecto festivo. All¨ª, cuatro pantallas gigantes instaladas por Televisi¨®n Valenciana transmitieron el encuentro para los que renunciaron a quedarse en casa o en cualquier bar. Para los que ten¨ªan ganas de jarana, Mestalla fue el lugar ideal para celebrar la gesta.Y eso que el encuentro no comenz¨® a verse hasta que pasaron 15 minutos debido a que no hab¨ªa oscurecido lo suficiente. La defectuosa imagen se mantuvo durante el primer cuarto de hora del partido ante la desesperaci¨®n de la gente, que se encomend¨® a los transistores y a la megafon¨ªa debido a que las pantallas s¨®lo ofrec¨ªan sombras. La pitada fue general.
Hasta ah¨ª, la gente se entretuvo con c¨¢nticos. "?Siempre positifo, nunca negatifo!", en referencia a Van Gaal; "?S¨ª, s¨ª, s¨ª, nos vamos a Par¨ªs!". El We are the champions de Queen sustituy¨® al Probe Miguel.
Aficionados expectantes
Cuando la imagen mejor¨®, los aficionados se centraron en el encuentro. Silencio en los primeros minutos. Remate de cabeza de Rivaldo, una dura entrada deGuardiola. Bronca. Los primeros minutos, el temido gol psicol¨®gico, atenaz¨® a los hinchas, que soportaron en silencio las t¨ªmidas acometidas del Barcelona. Las noticias que llegaban del Camp Nou no eran malas, pero quedaba mucho y la gente se arm¨® de paciencia.
Pasada la primera media hora, la gente se solt¨®. Una cabalgada de Piojo despert¨® a los aficionados, que ve¨ªan que los minutos pasaban y el Bar?a no mord¨ªa. El 4-1 se daba por bueno. Pero el estado de ¨¢nimo sufr¨ªa cambios bruscos. El ¨¢rbitro, ?uy!, portugu¨¦s, sac¨® de quicio a la hinchada en alguna ocasi¨®n, sobre todo cuando amonest¨® a Carboni, que se perder¨¢ la final.
Las dudas de la primera parte dieron paso al jolgorio en la segunda parte. La grada hizo la ola y cant¨® desga?itada el We are the Champions. Los silbidos del Camp Nou contra Van Gaal y contra el presidente del Barcelona, Jos¨¦ Luis N¨²?ez, eran apagados con los aplausos y los ¨¢nimos de la afici¨®n de Mestalla. Como colof¨®n, el gol de Mendieta.
La gente ya hac¨ªa rato que se hab¨ªa sacudido el miedo y se sab¨ªa finalista. Finalista de la Liga de Campeones, de la antigua Copa de Europa. Adolescentes la mayor¨ªa, sin referencias apenas de los t¨ªtulos logrados por el Valencia en d¨¦cadas pasadas, se sent¨ªan protagonistas de la gesta de un club que puede presumir en los ¨²ltimos tiempos de sus ¨¦xitos. Acabado el partido, los miles de seguidores permanecieron en el campo durante un gran rato.
Y luego, mientras la mayor¨ªa de los aficionados se desparramaba por la ciudad, tracas y fuentes, otros tantos miles se agolparon junto a las taquillas de Mestalla con el objetivo de conseguir una entrada para la final de Par¨ªs. La avalancha de personas motiv¨® momentos de tensi¨®n con los aficionados que ya estaban haciendo cola en las taquillas desde hace dos d¨ªas, por lo que lo que miembros de la Pol¨ªcia Nacional han tenido que poner orden y calmar los ¨¢nimos. Por el momento s¨®lo se conoce que el Valencia recibir¨¢ 21.000 entradas de la UEFA para repartir entre sus aficionados. No se sabe la cantidad final que se pondr¨¢ a la venta y c¨®mo se har¨¢ el reparto: una por socio por orden de llegada o por sorteo. Tampoco es seguro que las localidades se pongan a la venta en la taquillas de Mestalla, aunque la presi¨®n de los aficionados obliga a los mandatarios del club a que se expendan en Mestalla y lo antes posible.
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