Alcaraz desafina ante Ruud en su estreno en la Copa de Maestros
Al igual que hace un a?o, el espa?ol cae en el primer compromiso de la fase de grupos de Tur¨ªn (6-1 y 7-5, en 1h 25m) y queda en una situaci¨®n de emergencia
Abandona la pista Carlos Alcaraz con cara larga, gesto torcido en este lunes turin¨¦s y consciente de que la derrota frente a Casper Ruud en el primer compromiso de la fase de grupos le mete en un l¨ªo. De nuevo, como hace un a?o, tropez¨®n para empezar: 6-1 y 7-5, en 1h 25m. Es decir, toca otra vez remar a contracorriente y sortear s¨ª o s¨ª dos fuegos, los que le aguardan a la vuelta de la esquina: el mi¨¦rcoles Andrey Rublev y el viernes Zverev, superior en el pulso con el ruso (doble 6-4). El caso es que el de El Palmar arranca otra vez el Masters trastabillado y vencido, sin chispa, punch ni desborde ante un adversario que hab¨ªa perdido ocho de los 10 duelos que hab¨ªa disputado desde el US Open, septiembre, y que encadenaba eliminaciones en las primeras rondas de Basilea, Bercy y Metz en direcci¨®n a esta reuni¨®n maestra. Sorpresa de entrada, pues, y terreno que recuperar para ¨¦l bajo la luz de alarma, ya activada.
Son las dos de la tarde y en el Inalpi Arena suena el tecno a todo trapo y no hay rayo alguno de luz natural en el interior. Todo transcurre bajo una est¨¦tica futurista de neones azulados y efectos lum¨ªnicos acompa?ados por el buen hacer del dj, que mezcla con acierto desde la peana del fondo antes de que los dos tenistas salten a la pista. Lo hace Alcaraz, constipado, ya sin los cascos que portaba instantes antes en la galer¨ªa subterr¨¢nea del recinto, donde se aplicaba en el calentamiento y meneaba las caderas. Necesita de buena onda y aprendizaje el murciano para inspirarse en un terreno que todav¨ªa le resulta esquivo y donde la representaci¨®n espa?ola masculina solo ha celebrado el doble fogonazo de Manuel Orantes (1976, Houston) y ?lex Corretja (1998, Hannover). El techo, todo un desaf¨ªo.
El promedio de Alcaraz en este contexto no llega a alcanzar el 60% y las circunstancias no ayudan, por m¨¢s que el murciano tenga entre ceja y ceja el empe?o de convertirse en maestro: escaso margen de preparaci¨®n y de amoldamiento, am¨¦n de la erosi¨®n que todos acumulan por un calendario sin pies ni cabeza, m¨¢s all¨¢ del acierto de unos y otros en la elecci¨®n del rumbo a seguir entre la din¨¢mica oficial y la supletoria ahora de las exhibiciones millonarias. As¨ª que todos sufren y van con lo justo pese a que, esta vez, el espa?ol diga haber aterrizado con un punto m¨¢s de frescura f¨ªsica y an¨ªmica. Pod¨ªa ser as¨ª, hasta que pocos d¨ªas antes de llegar a Tur¨ªn ¡ªcontar¨¢ despu¨¦s a los periodistas¡ª le alcanz¨® una indisposici¨®n que perdura. Retumba con fuerza James Brown: ¡°So good, I got you!¡±. Sin embargo, el n¨²mero tres resopla, renquea y concede el primer parcial, floj¨ªsimo al servicio: tres puntos ha retenido con los primeros, otros tres con los segundos. Falla tambi¨¦n el gatillo.
Sin desmerecer el acierto de Ruud en la devoluci¨®n, la escasez se ajusta m¨¢s bien a la mirilla desviada del espa?ol. No est¨¢ a gusto Alcaraz y encuentra enfrente adem¨¢s a un rival que por muy terr¨ªcola que sea y por mucho que suela vestir de cordero, no le hace ascos a esta pista. Un misterio, pero as¨ª es. Semifinalista en 2021 y finalista en 2022, el noruego propone su correcci¨®n caracter¨ªstica y espera con temple, olfateando las dudas que se esparcen al otro lado de la red. ¡°?Coras¨®n, Carlitos, coras¨®n!¡±, profiere un aficionado latino desde la tribuna. Y ah¨ª que lo intenta ¨¦l, tratando de recuperar la desventaja con cinco intentonas de compensar el break que terminan y¨¦ndose por el desag¨¹e. No hay manera. No termina de estar. Se quita a veces la bola de encima, en vez de atacarla como acostumbra. Cuando no atina ¨¦l, se topa con una respuesta certera. Silencio constante en su banquillo, sin¨®nimo de mala se?al.
Parapetado en el fondo, sin asomarse apenas a la red, tampoco encuentra remedio en las dejadas ¡ªcuatro fallos en otros tantos mu?ecazos¡ª y no termina de verlo claro, aunque mantiene la paciencia a la espera de que en un momento u otro puedan venir a visitarle las musas o de que a Ruud le d¨¦ por titubear o dar un paso atr¨¢s. Hasta ah¨ª, 6-1 y set arriba, todo bien por parte del escandinavo, pero luego paga la fase amarrategi: los miedos, tan comunes. La contenci¨®n le penaliza y Alcaraz gana un punto de agresividad, en realidad pasajera. Enseguida decae. Con la vuelta a la l¨ªnea, m¨¢s r¨¦ditos para Ruud, apoyado sobre esa regularidad y la apuesta que en situaciones como esta suele funcionar; frente a la inestabilidad y el desafine del otro, bolas dentro. Simple, pero efectivo. Devuelve la rotura y firma una ¨²ltima que acaba premi¨¢ndole. Brinca su banquillo al completo cuando rubrica el ace sentenciador.
As¨ª se lleva la victoria que complica a su rival, al que le duele la barriga, con urgencias en el despegue de hace un a?o y ahora otra vez; m¨¢s si cabe, porque entonces cedi¨® en tres sets y en esta ocasi¨®n ha sido en dos, y bajo este formato todos los n¨²meros del casillero cuentan y con las sensaciones agrias percibidas en este punto de partida tan sinuoso y de desenlace tan inesperado, el horizonte inmediato no tiene el mejor color. Sin ambages. Volantazo radical o nada. El adi¨®s. Eso s¨ª, hay consuelo porque el escenario es reparable. Lo consigui¨® en 2023, despu¨¦s de caer al inicio ante Zverev y de enmendarse contra Rublev y Medvedev, posteriormente. Entonces, una se?ora reacci¨®n en medio de las llamas: el techo maestro, tan dif¨ªcil y tan complejo. Casi maldito. Bien lo sabe Alcaraz. Y tantos otros...
SINNER, PRIMER CIERRE COMO N?MERO UNO
Antes de que Zverev exhibiera su servicio ante Rublev, la ATP reconoció a Jannik Sinner como número uno al cierre de este ejercicio. El italiano, de 23 años, recibió el trofeo y el elogio de Boris Becker, presente en el acto. “Será el hombre a batir durante mucho tiempo”, le dedicó el alemán.
El tenista de San Cándido suma este curso 66 triunfos, uno menos que Zverev. Este último también se rindió a la regularidad del líder actual del circuito. “Ha ganado dos Grand Slams [Australia y el US Open] y más Masters 1000 [Miami, Cincinnati y Shanghái] que ningún otro”, quiso recordar.
Es la primera vez que Sinner terminará el año en lo más alto y manda desde el 10 de junio, 23 semanas de forma ininterrumpida. Solo ha perdido seis partidos y dispone de una renta de más de 3.000 sobre su inmediato perseguidor, Zverev, que a su vez aventaja en 705 puntos a Alcaraz.
Cabe recordar que Sinner dio positivo por clostebol, un esteroide anabólico prohibido, durante la disputa de Indian Wells en marzo. La comisión investigadora de la Federación Internacional de Tenis (ITF) le consideró inocente, pero la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recurrió la absolución y ahora espera veredicto.
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